Violencia sexual
Romper el silencio: el fin de la cultura de la violación

Oprimir a las mujeres no era una opción ideológica, formaba parte de la cultura popular. Una cultura impregnada por el patriarcado que mujeres de todas las edades ya no están dispuestas a tolerar

8m union
Dos chicas entrelazan sus manos durante la manifestación del 8M en Iruñea Ione Arzoz

Cuando eres mujer y tienes una hija no te preguntas si sufrirá una agresión sexual a lo largo de su vida. Te preguntas cuándo le ocurrirá la primera. Pero algo ha empezado a romperse y liberarse dentro de nosotras, porque puede que estemos viviendo el comienzo del fin de la cultura de la violación.

El 8 de marzo las mujeres salimos a la calle masivamente. Había un runrún que a muchas nos hacía sentir que estábamos hasta el coño. En general y de todo. Fueron las manifestaciones más masivas en Euskal Herria de los últimos veinte años. Ni Irak, ni los presos, ni siguiera el cierre de Egunkaria consiguieron movilizar a tantas personas convocadas simultáneamente en todas las ciudades vascas y en muchos pueblos.

El 8 de marzo no hicimos hincapié en las agresiones sexuales, aunque las víctimas de la violencia de género fueron homenajeadas en los actos de las capitales. Pero las víctimas muertas. ¿Qué ocurre con las vivas? Aún no habíamos empezado a hablar pública y colectivamente de ello. Ese paso lo dimos en Twitter juntas, unidas y fuertes el 27 de abril, un día después de la sentencia de La Manada, bajo el hashtag #cuéntalo impulsado por la periodista Cristina Fallarás.

Anónima o públicamente, miles de mujeres (en las primeras 24 horas se publicaron 150.000 tuits) contamos algunos de los abusos, agresiones o humillaciones que nos han hecho desconocidos, familiares, amigos, parejas o exparejas. Llamaba la atención que muchos testimonios empezaban en la niñez y seguían en la adolescencia, poniendo de manifiesto el grado tan alto de violencia machista que vivimos de niñas y de adolescentes.

“En las redes se veía a las mujeres con ganas y con fuerzas. Y la fuerza es muy importante. Primero vivimos el yo te creo, hermana, y pasamos de ese reconocimiento, sororidad y solidaridad a reconocer, reparar y sanar las heridas de forma colectiva, que suele ser más fácil”, explica Irati González, miembro del Bilgune Feminista, una de las organizaciones de las protestas del 8 de marzo en Euskal Herria. El movimiento feminista lleva años de lucha y “el resultado ha aflorado este año” en unas manifestaciones “históricas que nos desbordaron”. Además de las protestas intergeneracionales del asfalto, en las redes apareció un contundente “feminismo individual”, como define González al hecho de que las mujeres rompieran el silencio en Twitter.

“Contarlo es una liberación. Lo sacas de tu cuerpo y lo conviertes en real, porque el olvido es un proceso que de algún modo te deja tranquila, pero contándolo empiezas a vivir más plenamente y a ser consciente de que lo tuyo no es algo único, ni personal, ni circunstancial”, resume la militante feminista Amaia Asencor, miembro de la Asamblea de Mujeres de Bizkaia. Y hablarlo colectivamente tiene un impacto enorme: “Rompe la protección social que reciben históricamente los hombres”.

Desde esta perspectiva es necesario observar los datos de 2015 de agresiones sexuales en Europa, recogidos por Eurostat: en el Estado había una tasa de denuncias por violación de 2,65 casos por cada 100.000 habitantes (una violación denunciada cada ocho horas), frente a la de Suecia, que es de casi 57. Este dato no significa que en España se viole mucho menos, sino que aquí nos callamos 21 veces más que las suecas.

Pero los últimos datos muestran un cambio de tendencia. El pasado mayo, la consejera de Relaciones Ciudadanas e Instituciones del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, destacó el “significativo” aumento de las denuncias interpuestas por violencia sexual en 2017. Si en la última década las navarras interpusieron de media 464 denuncias anuales, el pasado año alcanzaron las 518. Un aumento del 12%, en consonancia con el Estado: en el primer trimestre de este año, el incremento ha sido del 14% respecto al mismo periodo anterior.

cultura violacion

La mayoría de las denunciantes navarras, cuatro de cada cinco, son menores de 30 años. La estadística a nivel estatal brilla por su ausencia. El profesor de sociología de la Universidad de Pensilvania, Richard Felson, publicó en 2013 un estudio sobre violaciones y otras agresiones sexuales recabadas durante ocho años por el FBI (más de 250.000 casos) que pone de manifiesto que juventud y género van unidas: una adolescente de 15 años tiene nueve posibilidades más de ser agredida sexualmente que una mujer de 35. La estadística refleja que las agresiones sexuales aumentan con solo seis años de edad, llegan a su pico en el tramo de los 12 a los 20 años y descienden drásticamente a partir de los 35. Aún con los datos en la mano, el investigador cuestiona en su estudio que la violencia sexual implique una relación de poder, a pesar de la edad de las niñas, adolescentes y mujeres.

Esa perspectiva machista está en consonancia con la del Gobierno español, que sigue obviando el Convenio de Estambul y solo considera violencia de género la que ocurre en el ámbito de la pareja o expareja, excluyendo la que ocurre en la calle, en el trabajo y en la familia. Como tampoco se aborda en profundidad la violencia sexual dentro de la pareja en situaciones de violencia de género. Las condenas por violencia de género suelen tener en cuenta la violencia física (en forma de golpes y palizas), e incluso psicológica, pero no la sexual.

Círculo de confianza

¿Y si se planteara el problema al revés? Quizá a los hombres les resultaría más fácil de entender que no es normal, sino terrible, que su primer contacto sexual fuera con una mujer tocándoles donde ellos no quieren, o si la primera vagina excitada que vieran fuera la de una señora mayor que les da miedo.

Marta —nombre ficticio— explicó en Twitter algunas de las agresiones sexuales que ha sufrido pero, como muchas otras mujeres, siguió guardándose lo peor hasta que se atrevió a contarlo en su círculo de confianza: cuando tenía 15 años un cabrón la violó. Ahora lo sé. Antes no lo sabía. Y Marta es mi amiga.

Baietza beharrezkoa da
Normalizatuta zeuden jokabide batzuen aurrean nola erreakzionatu ez jakitetik, bizi ditugun jazarpen egoera guztien jabe izatera pasatu gara”, azaldu du Estela Buendiak, Bilboko Borobil Zentroko psikologo eta sexologoak. Kontzientzia hartzearekin batera onarpenarako eskema berri bat zabaldu zaigu, “ez ezetz da” esatetik “bai baietz denean bakarrik” esatera pasatzen ari gara. Ñabardura oso garrantzitsua da. Toleratzea ez da onartzea bezalakoa. Onarpena kontsensuaren bidetik dator, denak ados garela erakusten duen kontsentsu bat. Beste guztia zarata da”, gehitu du Buendiak. “Nola egin dezakegu? Bi aldeen artean kontsensu aktiboa egon behar du. Besteari etengabe ea ongi dagoen galdetu behar zaio, ea gustora dagoen, ea aurrera jarraituko ote dugun. Erantzunik ez badago, ezetza da”, argitu du sexologoak.

 

En Barcelona, en la escuela Dominiques de l’Ensenyament consiguieron crear un círculo de confianza que incluso traspasó géneros. Las alumnas de cuarto de ESO acudieron a la manifestación del 8 de marzo y, tras el acto, les explicaron al equipo de tutoras que estaban preocupadas por algunas actitudes de sus compañeros. Las profesoras las invitaron a organizarse en espacios de trabajo no mixtos. De entre las 50 adolescentes del curso, salieron 37 relatos con experiencias personales. El día que se hizo pública la sentencia de La Manada, y la indignación fue colectiva, se atrevieron a leer en voz alta los relatos a sus compañeros de clase. “Los chicos, reticentes durante el espacio de trabajo no mixto, tras la lectura no solo empatizaron, también mostraron intención de iniciar un cambio personal al darse cuenta de lo duro que es ser mujer”, relata uno de los profesores, Xavi Badenes.

Un cambio de motu propio no suele ser la primera reacción de los hombres, el feminismo más bien “genera resistencias al poner de manifiesto la crisis de privilegios que supone para los hombres”, explica Ritxar Bacete, autor del libro Nuevos hombres buenos, en el que aborda el proceso de construir nuevas masculinidades. “Hasta ahora jugábamos con unas reglas culturales que siempre nos daban ventaja al empezar la partida por el mero hecho de ser hombres, pero ahora las reglas no serán culturales, serán ideológicas”. Es decir, elegir voluntariamente oprimir, cuando hasta ahora no era una elección, sino que formaba parte de nuestra cultura popular.

Desde la Asamblea de Mujeres de Bizkaia, Amaia Asencor sabe que “los procesos sociales y culturales son lentos”, pero el pasado 8 de marzo “nuestro histórico grito ‘gora borroka feminista’ lo gritaron miles de mujeres. Muchas de ellas mujeres jóvenes que quieren mostrar su malestar y su intención de estar en la sociedad de otro modo”. Un grito que se hizo público, social y político.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
OPINIÓN Snt from my ihpone
Sobre la serie de Richard Gadd se han dicho muchas cosas desde que se estrenó hace apenas tres semanas, ya ha recibido elogios, pero sobre todo críticas. Muchas con ánimo de cancelación.
Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial Las mujeres nunca son menores
Se observa que en Guinea Ecuatorial existe una tendencia preocupante: muchos hombres buscan relaciones con niñas menores de 18 años.
Violencia sexual
Clara Serra “Legislar el sexo con arreglo al deseo es la vía directa al punitivismo”
En ‘El sentido de consentir’, Clara Serra defiende que el concepto de consentimiento es precario y ambiguo. Pese a su utilidad jurídica para hacer leyes, argumenta, no puede convertirse en la receta mágica.
#19301
24/6/2018 12:00

Movimiento social para mejorar lo presente....no te hacen caso

Movimiento político, social para mejorar lo presente......los activismo tienen fases inesperadas e indeseadas...

0
0
#19222
22/6/2018 21:30

Me parece terrible que se vuelva a segregar por sexos. Eso de los "no mixtos" va a acabar cada vez peor. Es una trampa que hará crecer el odio por mero interés político. Ya no teníamos suficiente con la xenofobia fabricada desde la política entre comunidades autónomas, ahora una guerra sexual va a acabar de destruir la sociedad. Todo el esfuerzo exitoso en los últimos 60 años en búsqueda de la igualdad van a acabar en la basura.

5
8
Maruxiña
25/6/2018 18:52

No es lo mismo que una norma me segregue por sexos y me OBLIGUE a estar por ejemplo en un colegio donde sólo hay niñas. Que yo misma en uso de mi libertad y mi voluntad decida crear para un determinado acto, o proyecto un espacio no mixto. Vamos que ni se le parece. Estar continuamente alertando de las catástrofes que el movimiento feminista traerá porque somos todas unas locas del coño, y sin embargo, que no se nos despeine un pelo del flequillo viendo asesinatos machistas día sí y día también, es para hacérselo mirar.

2
0
#19190
22/6/2018 14:21

No obstante, el feminismo interseccional tiene dos corrientes principales: la materialista, que postula que el género es el nombre que se asigna a las relaciones jerárquicas de poder entre la clase masculina y la femenina; y la liberal (y posmoderna), que entiende el género, al igual que la clase y la raza, como formas de "identidad". Las rupturas y los desacuerdos en la discusión feminista actual solo se pueden entender si se reconoce esta distinción

Texto completo en: https://www.lahaine.org/marxismo-y-feminismo-una-perspectiva

https://borrokagaraia.wordpress.com/2018/05/24/critica-al-feminismo-en-occidente-anuradha-ghandy/

1
1
#19288
24/6/2018 5:48

Se llama transfeminista, no ""liberal posmoderna"", señore ultramegarevolucionarie.

0
0
#19309
24/6/2018 12:39

https://tribunafeminista.elplural.com/2017/02/feminismo-radical-vs-transfeminismo-comunicado-de-plataforma-anti-patriarcado/

0
0
#19187
22/6/2018 13:58

Uno q entierre de una vez por todas a la izquierda otanista, racista y neoliberal q resultó ser pudimos. Creando así el espacio necesario para una anticapitalista.

1
0
Genocidio
Genocidio Los Gobiernos europeos reprimen las muestras de apoyo a Palestina ante la inminente masacre de Rafah
Estados Unidos suspende por el momento la entrega de bombas a Israel ante la perspectiva del arrasamiento de Rafah. La UE organiza un seminario con el ministro de Exteriores y sus gobiernos reprimen las muestras de apoyo a Palestina.
Universidad pública
Acampadas propalestinas “Es nuestro deber señalar la complicidad de nuestras universidades con el genocidio”
Arrancan las acampadas universitarias en Madrid para exigir el fin de las relaciones con Israel y el apoyo a las víctimas del genocidio. Las acciones de protesta están ubicadas en Ciudad Universitaria, centro simbólico de la lucha universitaria.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.
Palestina
Universidades Estudiantes de la Universidad de Alicante acampan para pedir el final del genocidio
Comienzan la acampada con una jornada en la que han realizado charlas, asambleas y un taller de pancartas en el campus de San Vicent del Raspeig.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Educación pública
Huelga de profesorado La Marea Verde vuelve a vaciar las aulas para tomar las calles de Madrid
Con un seguimiento que supera el 65% la primera jornada de huelga del profesorado madrileño transcurre entre piquetes y marchas por todos los puntos de la Comunidad de Madrid para exigir que se reviertan los recortes.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.
Energía nuclear
Cerrar Almaraz Una primavera para empezar a cerrar Almaraz
Unas palabras para explicar la urgencia del necesario cierre de la contestada central nuclear de Almaraz y sus argumentos.
Ecología
¿RENOVABLES? La lucha contra los megaproyectos eólicos en Euskal Herria
Dicen querer luchar contra el cambio climático, pero el despliegue renovable no va acompañado por medidas reales para reducir el consumo fósil.
Aborto
"Mi voz, mi decisión" Madrid se llena de estatuas masculinas en favor del aborto
Una acción del colectivo Violetas(N) viste al famoso Oso y el Madroño o al exministro Alonso Martínez con el pañuelo verde en defensa del derecho al aborto, dentro de la campaña “Mi voz, mi decisión” para combatir el auge de la extrema derecha.
Palestina
Opinión Israel deja a la humanidad sin refugio
Otra vez Israel nos demuestra que puede hacer lo que quiera. Sus tentáculos de intereses económicos y sus sofisticadas bombas son capaces de asesinar a la justicia misma.

Recomendadas

Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.