Trabajo doméstico
Empleadas domésticas denuncian la vulnerabilidad que sufren ante la violencia sexual en el trabajo

Colectivos de trabajadoras del hogar y los cuidados se solidarizan con las mujeres violentadas por sus empleadores en Vigo, esperando que la condena sirva para que otras mujeres se animen a denunciar este tipo de abusos.
Empleada de hogar
Colectivos de empleadas domésticas denuncian el desamparo que sufren. Álvaro Minguito
13 abr 2021 15:25

Hoy, 13 de abril, estaba previsto el juicio por el caso de siete mujeres migrantes que fueron sometidas a abuso sexual, agresión sexual, detención ilegal, trata y explotación ilegal, por parte de quienes fueron sus empleadores, una pareja residente en Vigo. Los cargos los enfrentaba solo una mujer, pues el hombre implicado en los hechos se suicidó, saltando por la ventana, en el momento del registro de la vivienda. Ayer lunes el proceso se cerró con un acuerdo por el que la acusada acepta 9 años de prisión y 17.000 euros en indemnizaciones.

La pareja se aprovechaba de la situación de vulnerabilidad de las mujeres que contactaba, con cargas familiares, sin red, o en situación irregular, sirviéndose de sus circunstancias para manipularlas

Los hechos, por los que la fiscalía pedía 37 años de cárcel y una indemnización de 5.000 euros para cada mujer, sucedieron entre marzo y octubre de 2019, periodo en el que la mujer y su pareja habrían embaucado a las mujeres para trabajar en su domicilio, captándolas a través de un portal de anuncios. Una vez en la vivienda, afirman las denunciantes, eran obligadas a trabajar en tanga o desnudas y acosadas para mantener relaciones sexuales. Los abusos, que recoge La voz de Galicia, incluyen golpes y tocamientos.

La pareja se aprovechaba de la situación de vulnerabilidad de las mujeres que contactaba, con cargas familiares, sin red, o en situación irregular, sirviéndose de sus circunstancias para manipularlas, llegando a pedirles que se desnudasen para hacerles falsos reconocimientos médicos anales y vaginales, bajo la excusa de que era una práctica necesaria para regularizar su situación en España.

“Soy tu empleada de hogar, no tu esclava sexual”

Colectivos de empleadas domésticas han querido mostrar su solidaridad con las mujeres de Vigo en un comunicado, en el que denuncian que el desamparo que sufren hace que estas situaciones sean frecuentes y queden muy a menudo impunes. El estudio Violencia Sexual a las Mujeres inmigrantes del sector cuidados de la Asociación Por ti Mujer de Valencia, expone: “Aun cuando la legislación pena el acoso sexual por razón de género y establece procedimientos específicos para prevenir y denunciar estas situaciones, el trabajo doméstico en España presenta unas características por las que logra evadir toda regulación en la materia”.

La informalidad, la escasa regularización, la invisibilidad propia del espacio doméstico como lugar de trabajo están entre las razones enumeradas que dificultan el abordaje de la cuestión. Una situación que se traduce en que una de cada 10 mujeres afirmen haber sufrido acoso sexual. Cifras que —recuerda en el comunicado la presidenta de la organización, Lucy Polo— están muy por debajo de la realidad, pues la extrema vulnerabilidad que sufren estas mujeres dificulta que denuncien por miedo a perder su única fuente de ingresos.

La irregularidad juega un papel central en esta impunidad: “Hay que pensar que no existimos para el sistema, vivimos aquí, pero somos invisibles porque no somos ciudadanas de derecho. No se nos visibiliza como personas, como aquellas personas que cuidamos de lo más preciado que tiene la sociedad, que son los hijos, las personas que necesitan atención, los mayores”, denuncia desde Galicia Soledad Lucero, de la Asociación Movilidad Humana, en conversación con El Salto.

La activista recuerda que los tres años que median hasta que se puede optar a la regularización por arraigo abren la posibilidad de todo tipo de abusos contra las mujeres. Por ello considera que una condena en el caso de este juicio puede ayudar “a dar justicia a estas compañeras, daría la posibilidad de que se crea en que este sistema judicial nos protege y el resto de compañeras pueda vencer el miedo”, asevera.

“No es posible, en esta realidad, en este siglo, que persista el empleo como internas. Es ahí donde mejor se nos puede violentar sexual, física y emocionalmente”, dice Soledad Lucero, de la Asociación Movilidad Humana

Junto al efecto vulnerabilizador de la ley de extranjería, y la falta de firma del convenio 189 de la OIT que persigue homologar la situación de las empleadas domésticas con el resto de las y los trabajadores, las organizaciones impugnan el régimen de interna: “No es posible, en esta realidad, en este siglo, que persista el empleo como internas. Es ahí donde mejor se nos puede violentar sexual, física y emocionalmente”, denuncia Lucero.

En el mismo sentido se manifiesta la presidenta de SEDOAC, Carolina Elías, en el comunicado, en el que exige la eliminación del trabajo de interna “porque perpetúa la apropiación de las vidas de las mujeres, normalizando el aislamiento y la no construcción de redes de apoyo, lo que las coloca en una situación de máxima vulnerabilidad”.

Trabajo doméstico
Explotación laboral 2021 tiene una deuda con las empleadas de hogar
La historia de las movilizaciones de las trabajadoras de hogar deja al sector a un paso de completar el ciclo por sus derechos.

Para combatir la impunidad que encuentran ante este tipo de abusos, Lucero anima a las mujeres que pasen por situaciones similares a hablar y pedir ayuda a colectivos de mujeres como ellas, que han pasado por lo mismo: “es posible organizarnos, hay entidades que estamos para arroparnos para visibilizar sus derechos y que no sientan ese temor y ese miedo. Que se animen para no vivir en esta situación de esclavitud”.

Los colectivos exigen que se repare a todas las víctimas y demandan herramientas más eficaces que evitenque estos abusos se sigan perpetuando. También insta a las instituciones a proteger debidamente a las trabajadoras y recuerdan que el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica (Convenio de Estambul), es de obligado cumplimiento. Hacen una llamada a los movimientos feministas y antirracistas a acompañar su lucha, y, por último, interpelan a los medios de comunicación para dar visibilidad a este caso en particular, y a las violencias que contidianamente enfrentan.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
OPINIÓN Snt from my ihpone
Sobre la serie de Richard Gadd se han dicho muchas cosas desde que se estrenó hace apenas tres semanas, ya ha recibido elogios, pero sobre todo críticas. Muchas con ánimo de cancelación.
Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial Las mujeres nunca son menores
Se observa que en Guinea Ecuatorial existe una tendencia preocupante: muchos hombres buscan relaciones con niñas menores de 18 años.
Violencia sexual
Clara Serra “Legislar el sexo con arreglo al deseo es la vía directa al punitivismo”
En ‘El sentido de consentir’, Clara Serra defiende que el concepto de consentimiento es precario y ambiguo. Pese a su utilidad jurídica para hacer leyes, argumenta, no puede convertirse en la receta mágica.
#87209
14/4/2021 10:45

Y este tipo de casos ¿es muy frecuente? ¿o es algo esporádico e infrecuente?

1
0
Genocidio
Genocidio Los Gobiernos europeos reprimen las muestras de apoyo a Palestina ante la inminente masacre de Rafah
Estados Unidos suspende por el momento la entrega de bombas a Israel ante la perspectiva del arrasamiento de Rafah. La UE organiza un seminario con el ministro de Exteriores y sus gobiernos reprimen las muestras de apoyo a Palestina.
Universidad pública
Acampadas propalestinas “Es nuestro deber señalar la complicidad de nuestras universidades con el genocidio”
Arrancan las acampadas universitarias en Madrid para exigir el fin de las relaciones con Israel y el apoyo a las víctimas del genocidio. Las acciones de protesta están ubicadas en Ciudad Universitaria, centro simbólico de la lucha universitaria.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Educación pública
Huelga de profesorado La Marea Verde vuelve a vaciar las aulas para tomar las calles de Madrid
Con un seguimiento que supera el 65% la primera jornada de huelga del profesorado madrileño transcurre entre piquetes y marchas por todos los puntos de la Comunidad de Madrid para exigir que se reviertan los recortes.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.
Energía nuclear
Cerrar Almaraz Una primavera para empezar a cerrar Almaraz
Unas palabras para explicar la urgencia del necesario cierre de la contestada central nuclear de Almaraz y sus argumentos.
Ecología
¿RENOVABLES? La lucha contra los megaproyectos eólicos en Euskal Herria
Dicen querer luchar contra el cambio climático, pero el despliegue renovable no va acompañado por medidas reales para reducir el consumo fósil.
Más noticias
Aborto
"Mi voz, mi decisión" Madrid se llena de estatuas masculinas en favor del aborto
Una acción del colectivo Violetas(N) viste al famoso Oso y el Madroño o al exministro Alonso Martínez con el pañuelo verde en defensa del derecho al aborto, dentro de la campaña “Mi voz, mi decisión” para combatir el auge de la extrema derecha.
Palestina
Opinión Israel deja a la humanidad sin refugio
Otra vez Israel nos demuestra que puede hacer lo que quiera. Sus tentáculos de intereses económicos y sus sofisticadas bombas son capaces de asesinar a la justicia misma.
Sanidad pública
Sanidad Pública Aumenta el gasto en conciertos sanitarios mientras el Ministerio crea un observatorio de la corrupción
Organizaciones como Mareas Blancas piden la derogación de la ley 15/97, al tiempo que esperan el borrador de una nueva ley de gestión pública que el Ministerio de Sanidad estaría ultimando con los diferentes grupos parlamentarios.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Podemos amenaza con romper con el Gobierno si no aprueba una nueva moratoria hipotecaria
La medida vence el próximo 15 de mayo y protege al menos a 30.000 hogares. La PAH defiende que la ley no solo tiene que ser prorrogada sino mejorada para que llegue a las familias que la necesitan.

Recomendadas

Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.