Redes sociales
Unga Unga Army, el ejército digital de la extrema derecha antifeminista

De denunciar cuentas de forma sistemática, publicar tuits jocosos y memes a difundir datos privados y lanzar amenazas a sus hijos. El acoso en redes sociales por parte de grupos antifeministas sube de intensidad.
Montaje Canal machista Telegram
Capturas de pantalla del canal de telegram Unga Unga Army.
20 ene 2022 06:14

El 6 de enero denunciaron 119 cuentas en Twitter. Eran de lo más variopintas: la mayoría españolas, algunas venezolanas, un par argentinas. Los perfiles también son variados, pero tres destacan entre el resto: cuentas feministas, catalanistas y antifascistas. Al día siguiente denunciaron los tuits de otras siete cuentas en Twitter —seguramente no ser día festivo dejaba menos tiempo disponible para estar frente al ordenador—, y el día 8 otras 21. Son las Unga Unga Army, una especie de ejército autodenominado como “disidente del feminismo” que se organiza desde un grupo de Telegram de poco más de 200 seguidores para atacar cuentas en redes sociales a base de denunciar tuits. 

“A pesar de todos sus logros, en los últimos años y gracias a una sociedad de desinformación, manipulación y viralización, un sector del feminismo se ha apropiado de su nombre para radicalizarse y promover el odio generalizado no solo contra el hombre, sino contra toda mujer que no esté de acuerdo con esa postura”, reza su manifiesto, que se puede leer en la cuenta en Facebook de este grupo. Entre los objetivos que fija el manifiesto están “dejar patente lo incorrecto del ‘lenguaje inclusivo’ y los problemas que ocasiona a la Lengua Castellana”, la derogación de la Ley integral de violencia de género, eliminar la discriminación positiva y el “uso real de la información y estadísticas, contrario a la información sesgada y manipulada que ofrecen medios y redes” —en sus redes difunden bulos como que la mayoría de infanticidios los cometen las mujeres—. 

“El acoso por redes ha existido siempre, pero a medida que se ha masificado su uso nos hemos hecho más conscientes, y el machismo ha sido el fenómeno que ha vertebrado gran parte de estos comportamientos, ya desde la era de los foros”, explican a El Salto desde Proyecto UNA, colectivo dedicado a la investigación de las guerras culturales en medios de comunicación analógicos y en redes. “A día de hoy, ante el crecimiento del movimiento feminista y la conquista de espacios públicos, también se ha organizado una respuesta reaccionaria que emplea el antifeminismo como su punta de lanza: la misoginia, camuflada bajo masculinismo o crítica al feminismo, es el eje sobre el que pivotan la mayoría de agrupaciones de extrema derecha y, a menudo, la puerta de entrada para muchos”, añaden.

Entre los objetivos de Unga Unga Army se cuentan usuarios de redes sociales que difunden mensajes feministas, antirracistas y antifascistas. Algunas de las cuentas a las que atacan apenas tienen unas decenas de seguidores, pero también van a por cuentas grandes, como la de Mongolia, con más de 440.000 seguidores —según aparece en una captura de pantalla de noviembre de 2020 de uno de los grupos en Telegram en los que se organizaba antes este grupo y que ya ha sido eliminado—, o Sare Antifaxista —21.200 seguidores—, según aparece publicado en el grupo de Telegram desde el que aún hoy se coordinan.

“De tener que borrar tuits en los que aparecían vídeos grabados por mí, o chistes o comentarios tergiversados, pasé a recibir coacciones, insultos, vejaciones, publicaron datos míos privados y amenazaron con llamar a mi empresa para contarles qué clase de persona, según ellos, soy…”, explica Esther

Pero sobre determinados usuarios en redes sociales el acoso se agudiza aún más. Es el caso de Esther, que en Twitter gestionaba una cuenta —ahora desactivada— de denuncia social centrada en fondos buitre ya que ella misma es una afectada por el acoso a los inquilinos de los pisos propiedad de Fidere en Tres Cantos. “El 13 de marzo de 2020 empecé a ser acosada por parte de los Unga Unga Army, tengo grabada a fuego esa fecha en la mente porque fue el día siguiente a contraer el covid”, recuerda. El acoso a Esther comenzó con simples menciones en el canal de Telegram desde que el grupo se coordina, pero los ataques se volvieron más graves. “De tener que borrar tuits en los que aparecían vídeos grabados por mí, o chistes o comentarios tergiversados, pasé a recibir coacciones, insultos, vejaciones, publicaron datos míos privados y amenazaron con llamar a mi empresa para contarles qué clase de persona, según ellos, soy…”, enumera. 

May, que se identifica como feminista, también afirma ser desde hace más de un año víctima del acoso por parte de este grupo. En su caso, han publicado la dirección de su casa, de su trabajo y hasta la fotografía de su hija de nueve años, a la que llegaron a amenazar. Incluso le crearon un perfil falso en una página de contactos con su número de teléfono. Explica que, hace unos meses, difundieron por redes sociales una fotografía suya afirmando que tenía problemas con la bebida y había desaparecido durante la celebración de una manifestación en Barcelona. Consiguieron que una usuaria de Instagram con más de 1.500 seguidores difundiera el mensaje. “A las pocas horas me escribieron explicándome que no era cierto y la retiré. Le di veracidad al ver varias cuentas publicando su desaparición”, explica esta usuaria de Instagram a El Salto. Pequeñas —o no tan pequeñas— inocentadas que, tras más de un año sin descanso, han llevado tanto a Esther como a May al límite. “Esta situación nos está minando a ambas”, afirma Esther. “Yo tengo un parte de lesiones por estrés, ansiedad y principio de depresión y a veces es tal la tensión que ni puedo concentrarme en mi trabajo o me echo a llorar sin motivo aparente”.

Desde el grupo de Unga Unga Army, Jenny afirma a El Salto que también está siendo acosada por parte de estas dos personas y también ha recibido amenazas en redes sociales, denuncia a la que se han sumado otros usuarios de Twitter que han contactado con este diario.

“Las campañas de acoso ahora mismo suelen responder más al modo del enjambre dirigido por un influencer que señala a una persona mediante videos en su canal, tuits citados, etc, y su base de fans procede a atacarle de forma masiva”, explican desde Proyecto UNA

Desde Proyecto UNA señalan que, aunque hay grupos más o menos organizados, como es el caso de Unga Unga Army, en las redes son ya habituales las campañas de acoso dirigidas desde determinados canales de Telegram o páginas web como Kiwi Farms, espacio estadounidense desde el que se originó una campaña de acoso contra la desarrolladora de videojuegos Chole Sagal que concluyó con su suicidio. “Las campañas de acoso ahora mismo suelen responder más al modo del enjambre dirigido por un influencer que señala a una persona mediante videos en su canal, tuits citados, etc, y su base de fans procede a atacarle de forma masiva”, explican desde Proyecto UNA. “Dichos influencers llevan a cabo burlas y desprecios movidos por mala fe, pero también porque es una gran forma de ganar notoriedad y espacio. La propia arquitectura de las redes sociales potencia la visibilidad del conflicto y el beef: la indignación da visitas, y esas visitas se convierten en ganancias, es lo que se ha venido a llamar la monetización del odio”, concluyen.

Tanto May como Esther han acudido a la Guardia Civil para denunciar el acoso del que son víctimas, y también a la Agencia Española de Protección de Datos. En el caso de Esther, son ya 15 denuncias las que ha presentado. May, que ya ha presentado 14 denuncias, espera que el juzgado de Getafe tome cartas en el asunto.

“Hay varias personas que están siendo insultadas constantemente de forma grave, pero lo de May es acoso, y no tiene mucho sentido porque ni se conocen previamente ni es famosa”, señala el abogado

“Estamos pidiendo medidas cautelares”, explican desde el despacho de abogados de Juan Carlos Sánchez Peribáñez, que representa tanto a May como a Esther. “Hay varias personas que están siendo insultadas constantemente de forma grave, pero lo de May es acoso, y no tiene mucho sentido porque ni se conocen previamente ni es famosa”, añade. El abogado señala que, seguramente, este sinsentido es lo que explica que, por lo pronto, desde el juzgado no hayan actuado, pero también que no hay precedentes judiciales de casos de acoso en redes sociales como este. “Quizás dentro de unos años esté más claro cómo actuar ante este tipo de casos”, concluye.

Mientras, afirman que el acoso continúa. “Cada día abren un canal nuevo en Telegram para colgar fotos, insultar, acosar o difamar. O se crean perfiles de Twitter que interactúan entre ellos para seguir insultando, difamando y acosando”, lamenta Esther.

Es lo que desde Proyecto UNA definen como “gamificación del acoso”, que es convertir estos ataques en un juego en el que, además de mensajes directos o privados amenazantes, se difunden memes pensados para que la víctima los vea. “La posibilidad de esconderse tras el anonimato virtual garantiza salir airoso de posibles consecuencias legales y el hecho de actuar en grupo ayuda a disipar posible sentimientos de responsabilidad”, señalan desde este colectivo.

“Nosotras siempre comparamos la actuación de los trolls como una forma de masculinidad tóxica: ocupan el espacio, hablan más y más ruidosamente, disciplinan a elementos que sobresalen, como chicas gamers, mujeres que toman la palabra en público, identidades LGTB+, etc, y acaban por imposibilitar la posibilidad de diálogo, creando un entorno hostil que intimida y arrastra a muchos, impidiendo así la construcción de espacios seguros”, concluyen desde Proyecto UNA.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Extrema derecha
Perspectivas electorales La ultraderecha en Austria aprende a cabalgar el tigre
El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) lidera desde hace meses los sondeos para las próximas elecciones europeas en el país centroeuropeo, con entre un 22% y un 28% de la intención de voto.
Investigación
Investigación Diez millones a dedo en cinco años: así pagaron Feijóo y Rueda la lealtad de la prensa afín con dinero público
Desde ‘La Voz de Galicia’ hasta el canal de extrema derecha de Javier Negre, los últimos dos presidentes de la Xunta de Galicia han repartido entre la prensa más acrítica con la gestión de sus gobiernos al menos 3.686 contratos sin concurso previo.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.
Catalunya
Catalunya Salvador Illa acaricia la Generalitat
El PSC ha obtenido 42 escaños, 9 más que en 2021, año que ya ganó las elecciones al Parlament de Catalunya. Pasqual Maragall consiguió presidir la Generalitat también con 42 escaños en 2003, formando un tripartit con ERC e ICV.
Catalunya
Elecciones Mayo de 2024 La izquierda en Catalunya pasa un mal trago aunque suma para un posible gobierno del PSC
A falta de un 2% del escrutinio, la suma de PSC, ERC y Comuns Sumar llega al mínimo de 68 diputados para que Illa intente formar Gobierno. Mala noche para la izquierda en Catalunya, que obtiene sus peores resultados en una década.
Catalunya
Así te contamos la jornada electoral El PSC gana las elecciones y buscará el apoyo de ERC y Comuns mientras el bloque independentista cae
El caos suscitado por el robo de cable en la estación de Montcada (bifurcación de los trenes del norte de Barcelona) ha sumido a la red de Cercanías en un caos ferroviario. Las juntas provinciales pueden ampliar el horario de los colegios electorales
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.
Barcelona
Barcelona El Lokal se queda en el Raval
En un giro inesperado de su historia, el mítico espacio libertario El Lokal, de Barcelona, ha tenido que decidir si mudarse o firmar un contrato de compra-venta para preservar su espíritu, a ras del Raval.

Últimas

Música
Música y política Israel gana Eurovisión 2024 antes de la final
Tímidos gestos de protesta de los artistas, actos de censura por parte de la organización y llamamientos al boicot en la semana grande de Eurovisión, un evento que se dice apolítico para justificar la participación de Israel.
Análisis
IPC y Salarios ¿Es la inflación igual para todos?
El IPC y la inflación, para el cálculo del incremento de salarios y de pensiones, son ambos un continuo y acumulativo vector de desigualdad social.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Opinión
OPINIÓN Cuando el dolor es (casi) lo de menos
El 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia, el Síndrome de Fatiga Crónica/Encefalomielitis Miálgica y la Sensibilidad Química Múltiple, un conjunto de enfermedades que afectan de manera desproporcionada a las mujeres.
Palestina
Acampadas pro palestinas Las acampadas advierten que el comunicado de los rectores busca la desmovilización
En diferentes comunicados y ruedas de prensa, las asambleas de las acampadas califican de hipócrita e insuficiente la posición de la CRUE
Más noticias
La vida y ya
La vida y ya Una línea imaginaria
Querían que supieran lo que les pasa. El miedo. La llave en la mano en el camino de vuelta de noche. El mirar atrás. El caminar deprisa. El mensaje de: “Ya llegué a casa”.
Literatura
Opinión Lectura enemiga y lectura aliada
La lectura enemiga aprueba las infiltraciones, las escuchas ilegales, el patrullaje cibernético, se sienten autorizados a meter las narices en las ideas que movilizan la vida de los otros.
Crisis climática
Crisis climática El podio en emisiones y el vertido de Perú centran la triple protesta en la junta de accionistas de Repsol
La nula reducción de emisiones por parte de la empresa española que más contribuye a la crisis climática y su escasa respuesta ante el desastre de la refinería peruana de La Pampilla en 2022 han centrado las protestas de las organizaciones sociales.

Recomendadas

Catalunya
Elecciones en Catalunya Andrés García Berrio: “Nuestro objetivo es evitar el retorno de la sociovergencia y las medidas del pasado”
Entrevista con el abogado y activista Andrés García Berrio, que da el salto a la política como número tres en la lista de Comuns Sumar en la provincia de Barcelona.
Extrema derecha
Perspectivas electorales La ultraderecha en Austria aprende a cabalgar el tigre
El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) lidera desde hace meses los sondeos para las próximas elecciones europeas en el país centroeuropeo, con entre un 22% y un 28% de la intención de voto.
Crisis climática
Ana Moreno, científica “La política no está entendiendo la gravedad de la emergencia”
Ana Moreno, investiga Instituto Pirenaico de Ecología, fue invitada a hablar ante el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza sobre el porqué de la acción de desobediencia civil protagonizada por Rebelión Científica en abril de 2022 en el Congreso.
Universidad
Movilizaciones Las universidades españolas romperán las relaciones con los centros israelíes que no se comprometan con la paz
La junta de rectores y rectoras, que agrupa a 76 universidades de España, 50 públicas y 26 privadas, emite un comunicado en el que anuncia que se revisarán los acuerdos de investigación con actores israelíes que no se comprometan con la paz.