Isabel Ayuso necropolitica

Opinión
Isabel Díaz Ayuso ante el muro de Berlín

Gracias al lenguaje propio de la Guerra Fría que utiliza la presidenta de la Comunidad de Madrid, las elecciones del 4 de mayo se han convertido en un plebiscito sobre el significado de la palabra ‘libertad’. Díaz Ayuso ya le ha dado uno, el mismo que se le dio contra la Revolución francesa, contra la Revolución rusa y contra el Estado de Bienestar.

Doctor en Historia y profesor de filosofía

19 mar 2021 05:00

Isabel Díaz Ayuso se despacha con la soberbia castiza del Madrid cortesano. Chusquera de la política, se comió el cursus honorum pepero a dos manos sin despuntar demasiado, hasta que, carambolas de la vida, alcanzó la presidencia. Si lo de Esperanza Aguirre fue trágico para la democracia madrileña, lo de Isabel Díaz Ayuso tiene pinta de farsa, pero no menos dramática. Ya se dirija al Madrid de sus entretelas, ya a esas provincias que abrazan a la capital del reino, Díaz Ayuso habla con la suficiencia de haberse arrimado al lado más sombrío de la Historia. En su boca de luchadora por la libertad de mercado, las falacias se disparan como pelotas de goma. Ahora le ha tocado el turno a la más gruesa, la del falso dilema, pues las elecciones del 4 de mayo, dice, son un plebiscito entre el socialismo y la libertad. O el caos o yo, añaden sus consejeros áulicos. Ahí es nada.

Si desde provincias su estilo hiperbólico provoca cierta vergüenza ajena, es innegable que en el Madrid cortesano engancha. Sus palabras gruesas, que ella confunde con trascendentales, solo es posible dispararlas gracias a la nula relación que guarda el discurso de la derecha con la realidad de las cosas. En su retórica huele a napalm por la mañana, es decir, a Guerra Fría rediviva. Para esta Agustina de Chamberí, que no quiere que la Almudena sea comunista, las palabras significan lo que ella quiere que signifiquen. Por eso el socialismo, no digamos ya el comunismo, es muerte, y la libertad es libertad de consumo y mercado, y punto. O libertad de negocio o gulag en Calamocha, sentencia con su timbre soliviantado por la gravedad de lo que sale por su boca o por el tamaño de la sandez que espeta. O quizá, simplemente, porque habla hechizada por un espectro del pasado, el de la Guerra Fría, y una sombra, la del muro de Berlín, que sigue a día de hoy condicionando nuestro vocabulario y nuestras vidas.

Pero en sus palabras no hay miedo, sino orgullo de victoria y privilegio. No hay defensa, sino ataque hasta llevárselo todo, ya sea el significado de las palabras, siempre en pugna, ya sean los recursos y contratas del Estado, siempre jugosos. Las palabras importan. Con ellas los humanos damos sentido al mundo en el que vivimos. Y este mundo vive aún bajo el derrumbe del muro de Berlín a golpe de música rock, luces de neón y zapatillas de diseño tan modernas como liberales. No queda, por tanto, un comunismo vivo a pesar de que lo conjure la presidenta con la vehemencia de Ronald Reagan.

Si bien en el continente europeo la Victoria antifascista de 1945 es la otra fecha fundacional de la vida política actual, en España, en cambio, la Victoria fue la del fascismo del 1 de abril de 1939. Comunismo o libertad, se dijo entonces, y se sigue diciendo ahora

Pero Díaz Ayuso no es una excepción en nada. La propia izquierda parlamentaria también usa un lenguaje condicionado por lo que sucedió entre 1989 y 1991. Tanto en Europa como en España sucede lo mismo, aunque con una marcada diferencia. Si bien en el continente la Victoria antifascista de 1945 es la otra fecha fundacional de la vida política actual, en España, en cambio, la Victoria fue la del fascismo del 1 de abril de 1939. Comunismo o libertad, se dijo entonces, y se sigue diciendo ahora. Salirse de los surcos de la Victoria, bramó Manuel Fraga en su momento, no estaba sobre la mesa. Por eso en España tenemos los liberales que tenemos, porque los que se quedaron, en lugar de marchar al exilio, lo hicieron saludando a la romana. Ya se sabe que un fascista solo es un liberal que tiembla de miedo.

Vivimos, por tanto, bajo la sombra de 1989. Hagamos un breve repaso. El colapso del mundo soviético derribó los cascotes del paraíso planificado sobre todas las alternativas al capitalismo, fuesen comunistas o no lo fuesen. Pero las grietas venían de lejos. Desde la derrota de las revoluciones de 1968, incendiadas contra lo que los jóvenes consideraban unos regímenes disciplinarios insoportables, incluido el soviético, el mundo occidental comenzó un proceso de transformación hacia una economía desregulada, basada en la acumulación flexible de capital y la deslocalización de la industria. El fordismo dio paso al posfordismo; la modernidad a la posmodernidad. Lo que no se consiguió en 1968 sirvió para, una vez invertidos los valores que había bajo los adoquines, sustentar y legitimar este cambio. Pero la Historia iba despacio, y el capitalismo tenía prisa.

Así fue cómo el liberalismo más descarnado, el de la Escuela de Chicago, se tomó su revancha después de años de soportar la doma keynesiana de la bestia. Era preciso desatar a la fiera económica, pues la mano invisible del mercado sabría llevarla por el buen camino. El enemigo no sólo era una Unión Soviética hormigonada y robotizada como el Iván Drago de Rocky IV, sino la intervención keynesiana y, por asociación, el Estado, al que se veía como un liberticida nacionalizador de los beneficios y una fábrica de vagos subvencionados.

Purgar la libertad de toda asociación con la igualdad era un reto difícil después de la II Guerra Mundial. Franklin D. Roosevelt las había soldado en su célebre discurso de 1941 las “Cuatro libertades”, donde afirmó que no se puede ser libre si se padecen miedo y hambre. Pero la estanflación de los años de 1970 dejó a los keynesianos con un rictus de incredulidad desesperada. Thatcher destrozó a los mineros, y la cuota de afiliación en los países de la OCDE a día de hoy es ridícula, especialmente en España. Se atacó la legitimidad de los impuestos progresivos y los Estados perdieron soberanía fiscal y monetaria. El dinero, donde mejor estaba, era en los bolsillos de cada individuo. Mitterrand abandonó su programa de transición al socialismo. De Felipe González mejor es decir nada. Se sustituyó el horizonte igualitario abierto en 1917 y confirmado en 1945 por el horizonte liberal del mundo de la libre empresa. Los fastos pop del Bicentenario de la Revolución francesa en París señalaron el cambio: la libertad, o era liberal, es decir, libertad de mercado y consumo, o era nada. Adiós a la igualdad.

Es evidente que Locke ha triunfado. Hoy el comunismo no tiene oportunidad alguna en Madrid ni en ningún sitio. Si Díaz Ayuso se cree sus palabras, roza la paranoia; si miente, es tan cínica como quien la asesora

Siendo hijos e hijas de esta concepción de la libertad como el disfrute irrestricto de la propiedad privada, no es complicado adivinar el atractivo de la dicotomía presentada entre el comunismo y la libertad. Mientras pueda comerciarse, poner unas copas a unos franceses o solazarse en una terraza, no importa nada de lo que suceda a mi alrededor. Dicho de otro modo, no se meta usted en política y disfrute de la vida que pueda permitirse. Para John Locke (1632-1704), el padre del liberalismo, la acción del Estado no debía entrar en este ámbito privado, tan solo debía salvaguardarlo de interferencias y cataclismos, tales como una intervención regulatoria del Estado. Todo lo demás era prescindible. Y la democracia, el gobierno despótico de los no propietarios, era tan enemigo como la monarquía absoluta.

Es evidente que Locke ha triunfado. Hoy el comunismo no tiene oportunidad alguna en Madrid ni en ningún sitio. Si Díaz Ayuso se cree sus palabras, roza la paranoia; si miente, es tan cínica como quien la asesora. El Madrid al que apela es el Madrid de los pelotazos y la Corte, de los milagros y las cadenas, el de Isabel II y el marqués de Salamanca. La libertad es la misma que la del mundo de la libre empresa, no la de un derecho, sino la de un privilegio. La misma libertad defendida por el pensador Edmund Burke en los tiempos en los que difamaba a la Revolución francesa, toda ella pintada de anarquía, primero, y despotismo, segundo. Los mismos temas de trazo grueso, antiigualitarios, que hoy en día reflotan en la retórica de Díaz Ayuso. Caos, dictadura, totalitarismo, todo junto y revuelto, bien agitado y peor mezclado.

Pero la presidenta sabe bien a quien se dirige. Díaz Ayuso no busca el voto vallecano, sino el del pollo pera que calza náuticos y se dobla el jersey de punto sobre los hombros. No habla para el currela, sino para el wannabe que se mortifica pagando la hipoteca de su adosado en el extrarradio mientras odia al Coletas que se hace un moño con sus impuestos. Ellos escuchan, se rasgan las vestiduras y tienen el voto, o el cuchillo, a la espera.

Como afirmó Roosevelt, la libertad es tener la garantía de no morirte de hambre, de indignidad o de miedo. No es el comunismo soviético el enemigo de Díaz Ayuso, sino la regulación colectiva que saque a Madrid del estercolero de corruptelas y saqueos en el que bulle

Lejos de demostrar con esta retórica que no es liberal, Díaz Ayuso es tan liberal que asusta. Para los regímenes liberales, empezando por el inglés posterior a 1688, la democracia era un peligro, y siempre vino después de la libertad de mercado. Solo cuando se demostró inane para poner en solfa la propiedad privada, el liberalismo la aceptó como propia. Las negativas de los regímenes liberales a aceptar el sufragio universal fueron una prueba constante. Díaz Ayuso es una liberal de pura cepa. Por su boca salen las mismas palabras de siempre para lo mismo de siempre: defender los privilegios sociales llamándolos derechos universales. De esto fue siempre el liberalismo, y en esto sigue con confianza desde 1989.

Ayuso lo sabe, y sus votantes, dispuestos a todo, la reciben con alegría y balones de gin-tonic. Durante años la izquierda se comió los escombros del muro de Berlín como pedazos de carbón traídos por los Reyes Magos de la Historia. Debe cambiar el paso. Como afirmó Roosevelt, la libertad es tener la garantía de no morirte de hambre, de indignidad o de miedo. No es el comunismo soviético el enemigo de Díaz Ayuso, sino la regulación colectiva que saque a Madrid del estercolero de corruptelas y saqueos en el que bulle. La libertad de su Madrid cortesano es la esclavitud del Madrid de la Villa. Visto así, esta elección sí es un plebiscito sobre el significado de la libertad. Díaz Ayuso ya le ha dado uno, el mismo que se le dio contra la Revolución francesa, contra la Revolución rusa y contra el Estado de Bienestar. La tarea es evidente; el reto, inmenso. Ya solo queda que el espectro del comunismo hable sobre la libertad, al fin, alto y claro.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Sanidad pública
Conciliación en entredicho Enfermeras denuncian que hospitales madrileños están bloqueando reducciones de jornada
De cara al próximo verano grandes hospitales de la Comunidad de Madrid están impidiendo que las profesionales del sector de la enfermería acumulen horas para poder librar días enteros, derecho adquirido que va en retroceso.
Educación pública
Educación en Madrid Miles de profesoras y profesores desafían a la lluvia en la quinta huelga educativa en lo que va de curso
Una nutrida manifestación pasada por agua en la tarde y una numerosa concentración frente a la Consejería de Educación por la mañana han mostrado de nuevo el músculo de la lucha tejida desde abajo del profesorado madrileño.
Educación pública
Educación pública El profesorado madrileño vivirá este martes su quinta jornada de huelga desde el inicio del curso
El personal de enseñanzas no universitarias de la Comunidad de Madrid vivirá otro paro tejido desde abajo con reclamaciones como la reducción de las horas lectivas o la bajada de las ratios.
#86378
4/4/2021 12:54

Ayuso permite que la hostelería facture y que la gente se esparza y por eso está tan bien valorada. ¿Porque la gente considera que las políticas de Ayuso son las mejores para el país? No. Porque somos una sociedad de mierda. A la gente le importa que una persona muera sola en una habitación de hospital únicamente si esa persona le es cercana, si no la conoce se la suda y prefiere ir al bar antes que prevenir una posible muerte de un viejo que no conoce. Ayuso va a ganar las elecciones porque sabe que la sociedad es egoísta, imbécil y malvada y le permite a esa sociedad ser como realmente es.
Todo el mundo habla de salvar la hostelería pero ¿Habéis oído algo de salvar a los trabajadores? A esos que les den.

2
0
#86284
2/4/2021 22:12

¿ Pero los electores del PP se creen lo del "Peligro Marxista " ? .

4
0
#86655
7/4/2021 13:15

Y los de Podemos lo del Peligro de la Extrema Derecha?

1
0
#86942
10/4/2021 12:01

Viene a ser lo mismo.

1
0
#86283
2/4/2021 22:11

¿ ISABEL DIAZ AYUSO ES DEL PP O ES DE FUERZA NUEVA ?.

2
1
#86943
10/4/2021 12:01

Viene a ser lo mismo.

0
1
#86252
2/4/2021 15:00

Cuando Isabel Diaz Ayuso habla se quiere parecer al salvadoreño Mayor Roberto D'Aubisson cuando lideraba ARENA y los Escuadrones de la Muerte.

3
2
#85280
19/3/2021 13:56

... no le den tanto protagonismo que no es buena idea .... ella busca ser el símbolo de la enemiga de la izquierda

5
1
#86396
4/4/2021 16:13

Al final la Comunidad Autónoma de Madrid va a terminar como la Comunidad Valenciana .

0
1
#86657
7/4/2021 13:15

Entre Cataluña y Murcia?

0
0
#85279
19/3/2021 13:42

Sr Sanz Loroño mis más sinceras felicitaciones por éste trabajo.
En análisis de éste tipo es fácil perder el hilo de las palabras, conceptos,argumentaciones, etc Creo que no le queda un cabo suelto.

0
1
#85262
19/3/2021 11:14

No és lo que dice, es lo que hace... Y por eso, va ganando, también la artificiosa e interesada 'guerra cultural'.
Dá igual lo que diga, eso no es lo importante (Armas de Distracción Masiva), lo importante és que siempre hace lo que se supone que debe hacer (defender los privilegios de clase, desarrollando políticas y normativa unidireccionales con determinación).

4
0
#85259
19/3/2021 10:51

Pues sí, el texto es correcto ¿y qué?... ¿Acaso alguién se preocupa por los nadies?
Quizás el error sea pensar que vivimos en una 'demokrazia plena' como si los votos sirvieran para algo más que frustrar, aun más, a los yá frustrados/golpeados y además engañados.
Un ejemplo: Desconozco si las personas de la Cañada Real pueden votar, pero en cualquier caso ¿cuáles serían sus motivaciones?, ¿quién/es han hecho algo práctico y sustancial por ayudarles?... Solo por comentar: Probablemente The black panther party hubiera abierto una central de autoconsumo eléctrico de autogestión con la comunidad (similar al ejemplo de #Errekaleor en Gasteiz-Vitoria).

3
0
#85340
20/3/2021 10:07

Comparto el comentario y añado que ese fue el método histórico de nacimiento y formación de la izquierda a lo largo de los siglos XVIII y XIX dando cuerpo a instituciones como las cajas de ahorro, los sindicatos, los seguros y el mundo cooperativo, etc. Toda esa tradición ha desaperecido y los partidos de izquierda se han convertido en lobbys de colonización de la función pública. No hay transformación; solo adaptación acomodaticia.

8
1
#86239
2/4/2021 12:00

Mejor sería que eso lo hicieran ellos mismos sin necesidad de depender de nadie.
Votar si pueden desde luego pero, efectivamente, de poco les sirve pero no solo a los vecinos de la Cañada Real. Hay muchos barrios en Madrid (obreros todos, claro) que llevan un montón de tiempo abandonados. Se limpia y se cuida lo que van a ver los guiris cuando vengan y las calles por las que pasean las señoras con bisones y collar de perlas. Lo demás está abandonado.

3
0
Sumar
Propuesta de Sumar España es uno de los siete países de la Unión Europea sin prestaciones universales para la crianza
Todos los países del norte y el centro de la Europa de los 27 tienen ayudas para la crianza, que van desde los casi 50 euros mensuales en Eslovaquia, Letonia y Bulgaria a la 'Kindergeld' de Alemania (250 euros) y los 373 euros de los Países Bajos.
Genocidio
Genocidio La Unión Europea convocará a Israel para evaluar el acuerdo preferencial por la violación de derechos humanos
El Consejo de la Unión Europea envía una señal de advertencia al régimen de Netanyahu después de que la Corte Internacional de Justicia pidiera el fin inmediato de la campaña de exterminio en Rafah.
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza Israel desobedece a la CIJ y provoca una nueva masacre en un campo de refugiados de Gaza
Tres días después de que la Corte Internacional de Justicia ordenase a Tel Aviv detener los ataques, el ejército de Israel bombardea una “zona humanitaria” y asesina al menos a 50 palestinos.
Genocidio
Lucha contra el genocidio Acampada en la Universidad Complutense: las esporas del 15M que han germinado por Palestina
Estudiantado organizado de manera asamblearia que ya suma 500 tiendas de campaña desafía al consejo de rectores madrileños y promete resistir hasta que se rompan relaciones con Israel.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Sidecar
Sidecar Nación favorecida: anatomía del vínculo anglo-estadounidense
El lento crecimiento económico de la economía británica registrado desde 2008 contrasta con el vertiginoso aumento de los beneficios obtenidos en el país por las empresas tecnológicas estadounidenses.
Investigación
Investigación Un cargo de Sumar se llevó seis millones para gestionar una residencia pública con una empresa con cinco días de antigüedad
Una de las personas clave de Yolanda Díaz en Galicia, Iván Olmos, recibió de su madre la concesión tras ganar un concurso millonario del Ayuntamiento de Verín (PSOE) al que solo se presentó ella para gestionar un centro de día durante 15 años.

Últimas

Memoria histórica
Laura Muñoz Encinar “La arqueología es un escenario para discutir temas conflictivos en la memoria colectiva”
Laura Muñoz Encinar, arqueóloga forense y antropóloga, dirige ‘Des-Alambrar’, un proyecto pionero que investiga los campos de concentración franquistas a través del estudio arqueológico y las huellas que quedan de su pasado.
Fútbol
Bilbao El buen fútbol: el que gana y sana
53.479 aficionadas abarrotaron San Mamés. Lejos quedan los 1.200 aficionados que acudieron a la primera final europea que el equipo jugó o los documentales que prefería emitir la televisión antes que retransmitir un partido del equipo femenino.
Tribuna
Tribuna No es suficiente (la CRUE ante el genocidio)
No quedan universidades en Gaza y va quedando menos credibilidad académica en las instituciones que no se atreven a posicionarse más que emitiendo tibios comunicados llenos de ambivalencia y paternalismo.
Sphera
Elecciones europeas Vídeo: ¿Qué nos jugamos en materia económica en las próximas elecciones europeas?
Alcanzar esa soberanía y dependencia europea o límites a la deuda a través de deudas fiscales. Estos son algunos de los temas que se deciden en las elecciones europeas que se celebran en junio.
El Salto Radio
El Salto Radio Mil razones para jugar
En el Día Mundial del Juego exploramos la importancia de continuar siendo niños en la edad adulta y os proponemos una pequeña guía temática
Más noticias
Antifascismo
Represión Familiares de los seis de Zaragoza exigen el indulto ante la vicepresidenta Yolanda Díaz
Cuando los cuatro jóvenes antifascistas con condenas de cárcel ya han entrado en prisión, desde la Plataforma Libertad 6 de Zaragoza son recibidos por Díaz y representantes de Sumar, quienes se comprometen a dar visibilidad al caso.
Genocidio
Genocidio palestino Las organizaciones humanitarias llaman a declarar oficialmente la hambruna en Gaza
Hamás ha lanzado cohetes de largo alcance sobre Tel Aviv, algo que no realizaba desde hace cuatro meses, sin que se hayan registrado bajas. El ejército israelí ha asesinado a 81 personas solo este sábado en Rafah y otras zonas de la Franja.
Extremadura
Aborto El Ayuntamiento de Almendralejo (PSOE) desvía a Provida a más de 500 familias vulnerables
El Ayuntamiento socialista ha dejado en manos de este lobby antiabortista a más de medio centenar de familias en riesgo de exclusión social. Alcalde y Provida justifican esta actuación.
Galicia
Industria papelera El rechazo a la celulosa de la Xunta y Altri desborda el corazón de Galicia
Una manifestación multitudinaria abarrota el ayuntamiento lugués de Palas de Rei, donde se pretende instalar la industria papelera, con la gran ausencia del PSOE y un gran frente amplio de la sociedad civil.

Recomendadas

Inteligencia artificial
Inteligencia artificial IA y crisis climática: las grandes tecnológicas escogen España para instalar sus gigantescos centros de datos
El boom de la IA ha disparado las necesidades de computación de los centros de datos y su consumo de agua. Las grandes tecnológicas buscan nuevas regiones para instalarlos. España entre ellos.
Unión Europea
Fronteras La ultraderecha prepara su asalto al Parlamento Europeo capitalizando el discurso antiinmigración
Las encuestan apuntan a una mayor representación en la Eurocámara de los dos espacios políticos de extrema derecha, mientras los países que demandan un endurecimiento del Pacto de Migración y Asilo son mayoría.
Memoria histórica
Eduardo Pérez “Quería recordar a las mejores generaciones que han pasado por España”
El periodista Eduardo Pérez, colaborador habitual de El Salto, firma ‘Contigo empezó todo’ un libro que rescata 30 momentos estelares de la otra historia de España, olvidada, silenciada y vilipendiada por el relato oficial.
Albania
Turistificación La otra cara de la Riviera Albanesa
La apuesta del Gobierno albanés de poner el futuro económico en manos del sector turístico está llevando a una masificación del sector que se traduce en la degradación del medio ambiente y un fuerte encarecimiento de la vivienda.