Música
¿Y si las mujeres tuareg no quieren renunciar a sus costumbres?

La banda Les Filles de Illighadad desmonta la visión de la mujer en Níger y se muestra rotunda en cuanto a la mala imagen del país.

Les Filles de Illighadad.
Fatou Seidi Ghali, en el centro, es la cantante de Les Filles de Illighadad.
30 ago 2018 06:03

Níger es el último país en la cola de los 187 estados que conforman el Índice de Educación de las Naciones Unidas. Solo uno de cada cinco adultos nigerinos puede leer, siendo las niñas las peor paradas de estas elevadas tasas de analfabetismo. De hecho, solo el 8% de las nigerinas asisten hoy a la escuela y muchos padres y madres prefieren que se casen a que reciban una educación escolarizada. Al mismo tiempo, el país es conocido por sus altas tasas de pobreza (44,1%) y bajos índices de desarrollo, pero también por ser una de las regiones más inseguras del Sahel, debido a la presencia cada vez más fuerte de Boko Haram o de las mafias de la migración ilegal a través del Sahara. Sin embargo, al parecer, al otro lado de las lentes a través de las que leemos y analizamos este tipo de información, hay otra realidad bien distinta.

“Níger no tiene nada que ver con todas las noticias que llegan fuera. No hay inseguridad todos los días, y nosotras nunca hemos sufrido ataques terroristas. Al contrario, la mayoría de nigerinos son libres de circular por el país sin ningún problema. Estos puntos de vista son una manipulación de los medios de comunicación de Europa para disuadir a la gente de venir a Níger”, asegura la cantante y guitarrista tuareg Fatou Seidi Ghali, líder de la banda de mujeres nigerinas Les Filles de Illighadad.


Ghali añade que cree que “todo esto sirve para proteger a los intereses financieros de Francia, como por ejemplo la explotación de minas de uranio de Areva. Mientras que Níger es un país ‘pobre’ económicamente, las multinacionales, con la complicidad de nuestros políticos, están explotando desde fuera las riquezas de nuestra tierra. El foco de las migraciones desde Níger se da en primer lugar, porque somos un país sin salida al mar que es geográficamente enlace entre el África subsahariana y los países del Magreb y Europa. Pero el aumento del tráfico de migrantes en Níger está relacionado en gran medida con la destrucción planificada del estado libio y la caída de Gadafi”.

Puede que Fatou, como tantas otras mujeres de Níger, no haya cursado el mínimo obligatorio de estudios que se considerarían básicos en la mayoría de países occidentales; sin embargo, su capacidad de análisis no parece, para nada, de una persona inculta o analfabeta. “La cuestión de la educación de las niñas en escuelas ‘normales’ no me parece esencial”, afirma.

Además, defiende que las niñas vayan a la escuela coránica y sean educadas en el marco de la religión. Un derecho a decidir que ya nos advertía otra africana, la mozambiqueña Julia Mpfumo de Fórum Mulher, al decir que “hay muchísimas feministas ejerciendo tareas domésticas desde detrás de los fogones” y que no eres más feminista por llevar un delantal. Por eso, Fatou Seidi Ghali se muestra crítica con los índices de desarrollo y alfabetización.

Les Filles de Illighadad: entre las cuerdas de la guitarra

Fatou Seidi es una pionera de la guitarra en el oeste de África y una singular excepción entre las mujeres tuareg. Empezó casi por casualidad a tocarla, porque aunque la guitarra es un elemento fundamental en la música Tuareg contemporánea, tradicionalmente siempre ha sido reservada a los hombres. “Comencé a aprender música tocando el takamba, un instrumento tradicional de tres cuerdas, con mis amigos Fulani mientras pasturábamos el ganado. Más tarde, un amigo de mi hermano mayor regresó a la aldea proveniente de Libia, y se trajo consigo una guitarra acústica. Como temía que sus padres vieran la guitarra, se la confió a mi hermano, que la guardaba en nuestra casa. Siempre los escuchaba tocar, y un día, la pedí prestada y empecé a practicar, imitando lo que veía que hacían ellos”.

Poco a poco se fue familiarizando con el instrumento hasta que durante una celebración, el guitarrista Ahmoudou Madassane la grabó en vídeo. “Christopher Kirkley, del sello Sahel Sounds, que siempre ha estado en contacto con artistas de la región del Sahel, vio este vídeo y quiso conocerme para grabar un disco”. El melómano y archivista norteamericano quedó tan prendado de esa rareza sonora —era la primera vez que veía a una mujer tuareg tocando la guitarra— que decidió trasladarse desde Oregón hasta el pueblo de Illighadad, para conocer a Fatou y las demás chicas que la acompañaban en ese vídeo. “Así nació Les Filles de Illighadad”, cuenta la joven.

En 2017, la banda lanza su primer LP con Sahel Sounds y empieza un periplo internacional que las lleva a girar por toda Europa, incluidos varios escenarios españoles. Mientras en el pueblo de Illighadad, los aldeanos no saben muy bien cómo reaccionar a los hechos. “Las percepciones son diversas, a algunas personas no les gusta ver a una mujer tocar la guitarra o viajar haciendo música, sin duda por razones religiosas. Otros aceptan esta idea y están felices de ver a mujeres promoviendo la cultura Tuareg. Pero nuestras familias se dieron cuenta a lo largo del tiempo de que no hay nada malo en dejar que sus hijas vayan a Europa a hacer música, y se han percatado que su situación mejora también gracias a eso”, reconoce Fatou.

Sin embargo, Les Filles de Illighadad no están de gira todo el tiempo. Y cuando vuelven a sus hogares, reanudan sus actividades diarias. “Cuidamos de los animales, vamos a buscar el agua, ayudamos a nuestros ancianos, a nuestros hermanos y a nuestras hermanas, a mantener la casa, a hacer la comida...”, cuenta la joven subrayando la importancia que tiene para ellas poder seguir ejerciendo su rol dentro de la familia.

Pero su actividad musical también aporta un apoyo a la familia, aunque como bien reconoce la artista: “Todavía es algo frágil, porque en nuestra visión de la religión, una mujer no puede pasar su tiempo fuera de su casa haciendo música y ganando dinero. Un día deberé casarme y dejar la guitarra para cuidar de mi casa. Así es como funcionan las cosas en mi cultura. Pero no creo que me arrepienta de haber dejado la música porque no es algo ‘natural’ para la mujer tuareg”.

Lo que sí lo es, según nos cuentan las integrantes de esta banda femenina, es la música tende, que es cantada por mujeres acompañadas por músicos hombres. Es un estilo esencial de la música de esta sociedad semi-nómada que incluye instrumentos como el əkänzam y donde se alaba al amor. “Es un estilo tradicionalmente interpretado por mujeres en casa. Crecí con esta música como todas las chicas de la aldea, así que naturalmente la transpuse en mi música y en el escenario. Sobre todo la tocamos en nuestros pueblos durante la temporada de lluvias porque es en este momento cuando todos nuestros amigos y familiares que han ido a buscar pastos para los animales, regresan. Es un momento de alegría y felicidad para todos, y cada noche se toca en las casas de las familias hasta la punta del alba, para celebrar la alegría de estar juntos”, cuenta Fatou.

Puede que el mundo se quede, dentro de poco, huérfano de mujeres tuareg que se atreven a empuñar las guitarras y a viajar a miles de kilómetros de sus familias para mostrarnos su creatividad. Sin embargo, la música es algo connatural en la vida de este pueblo nómada, y lo que es seguro es que en Illighadad no les van a faltar canciones cuando decidan dejar de pisar escenarios internacionales.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Música
Música y política Israel gana Eurovisión 2024 antes de la final
Tímidos gestos de protesta de los artistas, actos de censura por parte de la organización y llamamientos al boicot en la semana grande de Eurovisión, un evento que se dice apolítico para justificar la participación de Israel.
Música
La revuelta La fiesta y la revuelta
Del Congo Square de las comunidades negras de Nueva Orleans a los carnavales del Movimiento de los sublevados de la tierra, la música y la fiesta han ido de la mano de la subversión política y social.
#22388
3/9/2018 0:22

O sea que las gitanas quieren que les metan el pañuelo.

0
0
#22360
1/9/2018 21:43

Reconociendo que no todo es tan sencillo como parece, si la idea es que es una cuestión de tiempo, el título del artículo es engañoso, incorrecto o ambas cosas. Que las mujeres no quieran renunciar a sus costumbres o que sea cuestión de tiempo que encuentren el camino que las librere no son la misma cosa.

0
0
#22356
1/9/2018 16:02

Veo muchos comentaristas que viajan en el tiempo, pero solo hacia adelante ... Ni siquiera viven en el presente de sus lugares - esta mujer lo único que está diciendo es que no es tiempo para que sucedan en su cultura las cosas que empezaron a pasar en la vuestra hace cuatro días ... Pero vivir con la visión que te ofrecen las redes de información hegemónica es más amigable con la visión que tenemos de nosotros mismos ... por ponerle un botón a esa camisa, hay 400 mil esclavas sexuales en el reino de SP ... gracias y de nada ...

0
0
#22318
31/8/2018 11:37

Dejemos pues que las personas explotadas que no lo ven así y que viven encantadas con que sus explotadores les paguen un sueldo a fin de mes sigan como están. Luchas por mejorar? para qué? Naturalmente no todo es blanco o negro, pero mujeres como Wassyla Tamzali lo tienen claro y la religión no salva a nadie. a ver si años de luchar contra que el catolicismo imperante marque nuestro modo de vida van a verse frenados por el miedo a luchar contra que el islamismo imperante marque su modo de vida.

0
0
Suscriptora flipando
30/8/2018 16:29

La autora de este artículo debería leer a Fatema Mernissi. De nada.

1
0
AMJ
30/8/2018 14:16

Es terrible que tratéis de mostrar una vida que apenas sale de la normalidad como si fuera algo ¿reivindicable?. Habéis hecho un reportaje de una mujer que quiere continuar con la forma de vida impuesta, que no ve necesaria la alfabetización ni la escolarización (excepto si está basada en el Corán), que cuando acabe de hacer música se casará y cocinará para su marido "porque así es su cultura".
Terrible de verdad, ¿Qué tiene esto de compromiso social?

6
3
#22289
30/8/2018 12:15

¿Por qué aparece "Fulani" con muyúscula y, en ocasiones, "Tuareg"?

0
0
E.
30/8/2018 10:06

¿Y si lxs esclavxs no quieren renunciar a seguir construyendo las pirámides?

Por supuesto no es tan sencillo, pero cuidado con las lógicas perversas.

7
1
Biodiversidad
Biodiversidad Natura 2000: una red de protección medioambiental amenazada por la agricultura
La pieza central de las políticas de protección medioambiental ha sido incapaz de frenar el avance de la agricultura intensiva en zonas sensibles. Visitamos tres ecosistemas protegidos en España, Portugal y Alemania para comprobar su impacto
Alemania
Extrema derecha “Es imposible confiar en el Estado alemán y su policía en la lucha contra los neonazis”
En Alemania, el movimiento antifascista se enfrenta a una oleada de represión, mientras que las elecciones de septiembre auguran la victoria del partido de extremaderecha Alternativa para Alemania en diferentes estados.
Feminismos
Feminismos Ana Requena y June Fernández: periodistas, feministas… e intensas
Estas dos comunicadoras comparten amistad, oficio y edad: cumplirán este año los temidos cuarenta. Por fortuna, en las presentaciones del último libro de Ana Requena, ‘Intensas’, las señoras suelen contar que una se libera con los años.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Turismo
Turismo Venecia experimenta el capitalismo de la vigilancia
A pesar de que el sistema de vigilancia construido por el Ayuntamiento de Venecia se parezca más a un panóptico que a otra cosa, sus representantes han insistido en los beneficios que ofrecerá a una de las ciudades más turistificadas del planeta.
Carta desde Europa
Carta desde Europa Notas sobre la actual economía política de guerra
La propaganda de guerra tiene como objetivo disfrazar un conflicto de intereses que podría resolverse por la diplomacia como un conflicto de vida o muerte entre formas de existencia incompatibles.
La mirada rosa
La mirada rosa Faltan activistas
Nos faltan activistas; nos sobran fascistas. El amor que defendía Roberta en su última nota —“I love you all”— corre un serio peligro, aunque aún no queramos admitirlo.

Últimas

Privatizaciones
PRIVATIZACIÓN SANITARIA Osakidetza adjudica 5 millones a una consultora sancionada por prácticas colusorias
Según el Gobierno Vasco, “no se dispone de personal suficiente” y solamente Deloitte “puede garantizar la experiencia en los servicios solicitados y tiene capacidad para proveer perfiles expertos para abordar el desarrollo requerido".
Medio ambiente
Contra la planta de biogás La Coronada vuelve a movilizarse contra la planta de biogás
La Coronada (Badajoz) alberga ya un macrovertedero y sería la principal perjudicada por la planta de biogás proyectada en la vecina localidad de Villanueva de la Serena.
Irán
Irán La muerte del presidente de Irán sacude un escenario internacional convulso
Teherán comunica la muerte de su jefe de Gobierno, Ebrahim Raisi, y su ministro de exteriores, Hossein Amirabdollahian, después de que su helicóptero se estrellara en la tarde del domingo.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Genocidio
Genocidio El Gobierno de Israel compara al TPI con los nazis tras la solicitud de orden de detención contra Netanyahu
Reacciones a la decisión de investigar por crímenes de guerra al primer ministro y el ministro de Defensa de Israel. Hamás y la OLP denuncian que el Tribunal de La Haya equipara a víctimas y verdugos.
Más noticias
Crisis climática
Overshoot Day España entra en déficit ecológico
Este 20 de mayo se cumple el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra en España, lo que significa que el país ya ha consumido el límite de recursos naturales por año que permitiría al planeta regenerarse.
En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Tamujas
Lo que ocurrió fue que nos limitamos a escribir sobre una página en blanco la fecha del día, el nombre de la asignatura y las palabras que el profesor había escrito en el encerado. Eso fue todo.
Industria
Transición ecosocial El sindicato ELA se prepara para demandar a la multinacional Stellantis por el cierre de la fábrica Mecaner
Considera que Stellantis ha podido vulnerar derechos básicos como la tutela judicial efectiva y la libertad sindical al empujar a los trabajadores a elegir una indemnización que triplica el mínimo y que implica renunciar a una demanda colectiva.

Recomendadas

Unión Europea
Unión Europea Derechos humanos frente a militarización: 600 entidades interpelan a los partidos ante las elecciones europeas
A tres semanas de las elecciones para el Parlamento de Europa, seiscientas organizaciones no gubernamentales se han unido para exigir una Europa que blinde los derechos humanos ante la escalada en las políticas belicistas.
Migración
Migraciones Patera vacía: navegando en la necropolítica migratoria
Seguimos a un grupo de gente que se resiste a aceptar el designio de la suerte y del azar que hace que haya víctimas o supervivientes de manera injustamente aleatoria.
Periodismo
Jesús Cintora “Nunca había estado tanto tiempo fuera de la televisión o la radio... no sé por qué será”
El expresentador de Las mañanas de Cuatro publica ‘El precio de la verdad’ (Editorial B, 2024), un ensayo sobre el estado actual del periodismo español.
Migración
Migración y Asilo La Europa Fortaleza ya está en marcha en Líbano
Líbano devuelve 200 refugiados a Siria en el primer retorno supuestamente voluntario desde que Von der Leyen anunciara el pacto anti-inmigración con Beirut.