3.
En esta imagen panorámica de la fábrica pueden verse distintos museos vivos del capitalismo vasco: la consultora Idom, la Torre Iberdrola, el puente Frank Gehry que conecta Deusto con Zorrotzaurre, así como la promoción inmobiliaria de Amenabar en la zona, entre otros. Ekaitz Cancela

Medio ambiente
Sader, la última fábrica altamente contaminante de Bilbao se resiste a echar el cierre

La planta de fertilizante y residuos, situada al lado de dos colegios de educación primaria, abrió en 1986. Debería llevar varios años cerrada, pero una rocambolesca concesión de la Autoridad Portuaria de Bilbao y una larga ristra de intereses corporativos lo ha demorado. Las vecinas cargan contra el capital fósil.

Los habitantes de Burtzeña se han acostumbrado a soportar el tufo inaguantable que desprende cada noche el último bastión del capitalismo fósil en la metrópoli: la fábrica de la planta de Sader. Una vez caído el sol, sus turbinas siguen rotando a todo trapo y haciendo sentir su hedor entre los vecinos de la zona, desde Zorroza hasta la lindes de Barakaldo, pasando por Lutxana y Gurutzeta-Cruces. El nauseabundo olor, coinciden las vecinas, emula el de la comida podrida o en mal estado: “Esto es como la lotería, cada mañana salimos a la calle pensando en si nuestras narices olerán la mierda procedente del último vestigio industrial”. Y sobre todo, lo preocupante es el dolor de cabeza que despierta. “Si dejas las ventanas abiertas es fácil inhalarlo. Entonces se te mete en el cráneo y marea, impide concentrarse”. Los responsables de la planta niegan la mayor y declaran que las chimeneas expulsan un “vapor generado en el proceso de secado para la producción de fertilizantes”. Es inofensivo, dicen.

La empresa Sociedad Anónima de Descontaminación y Eliminación de Residuos, Sader, trata cada año unas 100.000 toneladas de residuos altamente contaminantes. Esto se traduce en entre 7.000 y 8.000 camiones atravesando Zorroza cargados con despojos y desechos de fertilizantes. Puesto que en la mayoría de ocasiones cortan el bidegorri para maniobrar, no es difícil sentir en las propias carnes el polvo de los tubos de escape cuando se pasea por la zona. En realidad, da igual la hora del día o la distancia a la que uno se encuentra, o la distancia respecto a las instalaciones: en algunas noches, y en función de la dirección a la que sople el viente, el aire cargado de residuos puede percibirse incluso desde el Teatro Arriaga. 

Sader trata cada año unas 100.000 toneladas de residuos altamente contaminantes, lo que se traduce en 8.000 camiones atravesando Zorroza, Cruces y Burtzeña cargados con despojos y desechos de fertilizantes.

Una madre se queja de los efectos de esta fábrica sobre su hijo asmático, como les sucede a otros menores, pues Sader se ubica a escasos metros de dos colegios de educación primaria de la zona. También relata cómo en alguna ocasión policías municipales que recorrían la zona han terminado vomitando por el hedor que desprenden las chimeneas de Sader. “Somos un barrio que aportó la hostia al enriquecimiento de Bilbao y al que ahora se ha abandonado”. El capitalismo fósil vasco en estado puro: las consecuencias de las elevadas cotas de emisiones se incorporando a la vida urbana de las vecinas de la zona, quienes pueden observar también desde sus viviendas cómo avanza la construcción del mayor pelotazo urbanístico vizcaíno —la isla de Zorrozaurre, con sus decenas de pisos de lujo— mientras sufren la expresión más antigua del languideciente potencial industrial.

La fábrica de Sader es la última con un potencial altamente contaminante que queda dentro del casco urbano de Bilbao. A pesar de ello, las chimeneas de la planta de fertilizante y tratamiento de residuos de Zorroza, que requiere de una Autorización Ambiental Integrada, no están ni a cien metros de las viviendas. Sader, junto a Zabalgarbi, posee la exención ambiental. Y son las únicas dos plantas en toda la capital vizcaína.

Los partidos políticos han denunciado que proyectos como este son los que se podrán imponer gracias a la llamada Ley Tapia sin consultar a los municipios o crear comisiones para garantizar que su opinión se respete, como exigió EH Bildu en 2015 sobre la fábrica. Aprobada conjuntamente por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el PSE-EE, pero rechazada por toda la oposición, la portavoz de Elkarrekin Podemos en el Ayuntamiento de Bilbao, Ana Viñals, considera que esta medida permitirá al Gobierno Vasco “blindar Sader en Zorroza 100 años más o poner un crematorio en el Pagasarri".

Un cese que se ha demorado

Más de 20 años de protestas que no parecen llegar a su fin. Sader sigue gestionando los residuos y a su vez emite otros muchos. Así ha sido desde que entró en las listas del Plan de Acción de calidad del Aire de la comarca del Bajo Nervión en 2002. Pero el vecindario está harto. Reconocen vivir en un interregno desde hace años debido a que la fábrica no termina de irse. A pesar de las promesas políticas, Sader sigue ahogando el barrio y los colectivos vecinales no han parado de cargar contra las instituciones que lo toleran.

El 31 de enero, la Coordinadora de grupos de Zorrotza convocó la última de una larga ristra de movilizaciones junto a la fábrica. Hace tiempo incluso abrieron la puerta de salida a la empresa a cacerolazos, pero cuando parecían haberlos ahuyentado, la situación volvió a enquistarse. “En 2015, cuando el Ayuntamiento y la empresa llegaron al acuerdo, todas las partes nos trasladaron que esto se acabaría en 2018”, lamentaba en aquel año Ismael Redondo, presidente de la asociación El Canal, que agrupa a los residentes en la zona de San Ignacio. Camino de un lustro después, la pestilencia sigue aquí y las chimeneas continúan expulsando residuos.

Las vecinas llevan varios años esperando que Sader haga las maletas y se vaya de, casi literalmente, sus casas. El Ayuntamiento de Bilbao aprobó en septiembre de 2015 en Junta de Gobierno de forma definitiva el convenio urbanístico para adelantar su salida de Punta Zorroza, cesando la actividad de la factoría. Pese a la indemnización prevista de 2,7 millones de euros, parecía una victoria vecinal. De hecho, a partir de la entrada en vigor de la modificación del Plan General en esta zona, prevista para el segundo semestre de 2016, tendría dos años más para abandonar definitivamente el lugar, tras tres décadas de motores y humos, y cuatro para finalizar el Proyecto de Recuperación trazado conjuntamente con el Consistorio. EH Bildu reclamó entonces “acelerar el cese definitivo” de la empresa Sader en Bilbao ya que el plazo previsto para ello, el segundo semestre de 2018, supone que las actividades contaminantes de esta compañía “seguirán produciéndose al menos tres años más”.

Las vecinas llevan varios años esperando que Sader haga las maletas y se vaya de, casi literalmente, sus casas.

No obstante, a día de hoy, y tras una demora de cuatro años, no hay fechas en el horizonte para la bajada de la persiana de Sader. La razón es que, según la empresa, el Ayuntamiento ha incumplido el convenio al no haber sacado adelante el plan de regeneración de la zona. Entre las medidas del plan estaba el soterramiento de la vía férrea de Renfe a su paso por Zorroza, antiguo nido de abandono social y marginalidad, pero el coste de las obras es tan alto que su principal propietario —la Autoridad Portuaria de Bilbao, involucrada en una trama de manipulación de contratos— argumenta que es una carga económica a la que es imposible hacer frente.

Entre el vecindario existen trabajadores de esta institución pública que sienten estupor. “Cómo va a ser un problema de dinero, el Puerto tiene capacidad suficiente, pero quieren seguir ganando dinero a costa de nuestra salud”. Mientras que otros muchos se preguntan por qué una empresa cuya contaminación “se te mete hasta la tráquea” sigue recibiendo dinero público para sanear zonas cuando debería echar la persiana.

Ortuella, próxima parada

De un lado, el Ayuntamiento llevaba años diciendo que está buscando vías alternativas de financiación, pero su única esperanza era que el Gobierno central, gestor de la infraestructura ferroviaria, solucionara el embrollo y termine aportando los fondos para excavar el túnel. Una situación que beneficiaba tanto a Sader como al Consistorio bilbaíno. En un principio, la planta hizo amago con recalar en Legutio (Araba), concretamente en un espacio que, tras la movilización y protesta vecinal, terminó comprando una tercera empresa dedicada a la madera. “Instalar Sader en Legutio, junto a Goiain y Urrunaga, es una aberración”, indicaron desde Ezker Anitza IU Araba. “Esta empresa es altamente contaminante, por algo requiere autorización ambiental”, exponía el juntero José Damián García, ahora procurador de Elkarrekin Podemos Araba. Nadie quiere cerca a Sader. 

La última promesa de la considerada como la única fábrica de potencial altamente contaminante del casco urbano de Bilbao es que dejará de tratar residuos peligrosos en 2024 y que serán enviados a una planta en Ortuella. El Correo lo ha denominado “economía circular” y ha informado a los vecinos del municipio que la factoría afrontará una renovación estratégica para modernizar sus sistemas energéticos, que la maquinaria será nueva y habrá una digitalización, así como un cambio profundo en los procesos para hacer la vida “mucho más respetuosa” y que contará con un acceso directo por autopista. 

Esta planta, según Sader, la abrirá Agaelus, grupo empresarial al que pertenece la propia factoría de tratamiento de residuos. En el mejor de los casos, si se cumpliera esta promesa, el retraso sería de seis años. Por ese motivo, pese a la retórica tecno-utópico, la victoria de los movimientos sociales es parcial: Sader no cierra, desplaza su actividad a unos de los pueblos más periféricos de la margen izquierda. Concretamente, a un territorio que ya ha movilizado –junto con Trapagaran– a más de medio millar de participantes en los últimos años para denunciar los malos olores frente a la planta de la sebería García Mendoza.

Servicios medioambientales S.A.

A pesar del gran alivio que supondrá su salida del núcleo urbano de Bilbao para los vecinos de Zorroza y Olabeaga —y los miles que se instalarán en la isla de Zorrotzaurre— lo cierto es que Sader no se irá a ninguna parte. La sociedad cuenta con un gran volumen de facturación en diversos rubros, algunos de los cuales la mantienen embridada a la administración vasca. Por ejemplo, Sader es una de las empresas que, mediante una Unión Temporal de Empresas (UTE), posee la responsabilidad del servicio de gestión de residuos producidos en diversos centros del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia. Uno de ellos, a escasos kilómetros de la fábrica, se encuentra en lo alto de Basatxu (Barakaldo). Sader, irónicamente, también ha ganado un concurso del Consorcio para el saneamiento de suelos por el que se embolsó 305.000 euros.

Sin embargo, esta no es la principal relación que la empresa para el tratamiento y eliminación de residuos peligrosos tiene con la administración, ni la más nociva. Su relación con el Puerto de Bilbao va mucho más allá de acuerdos para ocupar el suelo y ha sido bien lubricada por la industria petrolífera. De acuerdo a cinco bases de datos que recaban información del registro mercantil que ha cruzado Hordago-El Salto, la empresa “DBA Bilbao Port S.L.” es el nuevo nombre bajo el que opera la antigua “Sader Servicios Medioambientales S.L”, y cuenta como administrador único al Grupo Hafesa, holding que se dedica al trading de petróleo, comercialización, almacenamiento y logística. La estructura de filiales y la denominación de los organismos corporativos entorpecen comprender cómo opera, pero este medio ha podido corroborar que la comercializadora de toda clase de carburantes está administrada por Hafesa, pese a tener distinta identificación fiscal.

Las alarmas saltaron cuando el medio especializado en transporte y logística, Transporte XXI, informaba en 2016 de la compra por parte de DBA Terminales y Logística de una terminal marítima de Sader. Se trataba de la antigua Biocombustibles de Zierbana. Poco después, El País se refería a esta adquisición señalando que el grupo de servicios petrolíferos Hafesa, a través de su filial DBA, pondría en marcha una terminal de almacenamiento y distribución de productos petrolíferos en el Puerto de Bilbao.

Ambos diarios se hacían eco de un proyecto de 40 millones de euros que pretendía construir, en una parcela de 46.000 metros cuadrados situada en Punta Sollana (Zierbena), un nuevo enclave portuaria para el almacenamiento de hidrocarburos ampliando así la capacidad de almacenamiento en el Puerto de Bilbao. Este acuerdo vio la luz verde cuando el gigante Hafesa adquirió la empresa de Agaleus Investment Logistic (AIL). El grupo energético invirtió 4,7 millones en la adquisición y más tarde desembolsaría 7 millones más para remodelar la terminal con el fin de convertirse “en un referente en el mercado nacional de hidrocarburos”.

Consultoras
El grave rol del puerto de Bilbao en la trama de las consultoras
Prácticas contra la competencia, confianza ilegítima, manipulación de contratos y puertas giratorias en la Autoridad Portuaria

La logística energética contra el fisco

Recientemente, esta operación ha vuelto a ser noticia porque la Audiencia Nacional propuso investigar a Hafesa por integrar una “organización criminal” en junio de 2021. De acuerdo con el auto, el holding energético hizo uso de la ingeniería fiscal para llevar a cabo la operación en Zierbena y habría cometido un fraude fiscal en concepto de IVA de hidrocarburos superior a los 154 millones de euros entre 2016 y 2019.

Este mismo documento de la Audiencia Nacional apunta que la organización había “adquirido en propiedad” la sociedad DBA Bilbao Port “para propósitos delictivos”. Por último, el informe judicial señala que “en esta operativa” ha “cumplido un papel potenciador” la mercantil DBA Bilbao Port, que actuaba “como depósito fiscal” y “vendía a las operadoras instrumentales no solo con un plus de opacidad” sino que, además, “podía financiar los impuestos especiales que constituyen una importante parte del precio de adquisición del hidrocarburo”. 

Esta presunta “organización criminal” acumula varios casos judiciales a sus espaldas. Unos años antes, una investigación sobre Hafesa relacionada con el Puerto de Motril desveló el papel en la trama de otra compañía vasca: Elcano Energía. Esta otra debe cerca de 15 millones de euros a la Hacienda española. La estructura organizativa de Hafesa no solo es compleja, sino que la propia Audiencia Nacional ha denunciado la opacidad de la misma a la hora de llevar a cabo sus operaciones comerciales.

¿Cuál es el hilo conductor que vincula un holding acusado de “organización criminal” a las nefastas consecuencias para la salud que han sufrido las vecinas de Burtzeña? La respuesta es la Autoridad Portuaria de Bilbao, propietaria de los terrenos para seguir comercializando toda suerte de carburantes. Existen demasiadas relaciones políticas e intereses privados de fondo que explican por qué Sader nunca se cerrará: las empresas que están detrás de la fábrica son una pieza importante para el despliegue logístico del capitalismo fósil en la ecúmene vizcaína. Desde luego, allí a nadie le importa la contaminación o el bienestar público mientras existan algunas posibilidades para mantener intactos los beneficios del capital.

De fondo, puertas giratorias y caciquismo vasco

Existen algunos grandes nombres para comprender mejor este asunto. Bajo la presidencia del exburukide Asier Atutxa en la Autoridad Portuaria de Bilbao, puesto que ocupó antes de cruzar la puerta giratoria que le llevó a  Pricewaterhousecoopers, DBA Bilbao Port se comprometió a invertir varios millones de euros en una nueva planta que ampliará su capacidad de almacenamiento. Las promesas las hacía Enrique Guzmán, conocido jocosamente como el “Florentino Pérez vasco”.

El presidente de DBA Bilbao Port, a su vez principal patrocinador del maillot del equipo ciclista Fundación Euskadi, ha sido una de las personas importantes en toda esta trama. Como contexto, cabe señalar que montó múltiples sociedades en Panamá durante los años 90, y que lo hizo en estrecha relación con un empresario vinculado al caso Filesa, recientemente asociada al escándalo de financiación ilegal en el PSOE.

Por último, ¿recuerdan que a través de dicha filial, Hafesa compró Agaleus Investment Logistic para iniciar un mega proyecto en el Puerto? Pues estas relaciones se remontan hasta finales de la década de los ochenta, cuando el jeltzale Néstor Goikoetxea participó activamente en la creación y desarrollo de dicho grupo de energía y medio ambiente. Diez años antes de promover Agaleus, Goikoetxea tuvo una carrera política prominente.

En 1979 se integró en el Consejo General Vasco, ejerciendo sus funciones en la Dirección de Energía en la Consejería de Industria, Energía y Pesca del Gobierno Vasco; un año después, se convirtió en el director del departamento de Política Territorial y Obras Públicas, y solo dos años más tarde fue nombrado Consejero del CADEM (Centro para el Ahorro y Desarrollo Energético) y en 1983 consejero del EVE (Ente Vasco de la Energía). Además, ese mismo año pasó a ser director general de Urbanismo y Medio Ambiente de la Diputación de Bizkaia y en 1984 se convirtió en viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno.
1.
Ampliar
Un par de veces a la semana, la fábrica incrementa notablemente la producción y ello se deja ver en el paisaje urbano.
Un par de veces a la semana, la fábrica incrementa notablemente la producción y ello se deja ver en el paisaje urbano.
2.
Ampliar
Durante los días de sol, en los primeros rayos de la semana, la luz atraviesa el humo y permite vislumbrar mejor la magnitud de las emisiones.
Durante los días de sol, en los primeros rayos de la semana, la luz atraviesa el humo y permite vislumbrar mejor la magnitud de las emisiones.
3.
Ampliar
En esta imagen panorámica de la fábrica pueden verse distintos museos vivos del capitalismo vasco: la consultora Idom, la Torre Iberdrola, el puente Frank Gehry que conecta Deusto con Zorrotzaurre, así como la promoción inmobiliaria de Amenabar en la zona, entre otros.
En esta imagen panorámica de la fábrica pueden verse distintos museos vivos del capitalismo vasco: la consultora Idom, la Torre Iberdrola, el puente Frank Gehry que conecta Deusto con Zorrotzaurre, así como la promoción inmobiliaria de Amenabar en la zona, entre otros.
4.
Ampliar
La fábrica de Sader, entre el embarcadero del amor en Zorrotzaurre y la antigua Harinera Grandes Molinos Vascos S. A.
La fábrica de Sader, entre el embarcadero del amor en Zorrotzaurre y la antigua Harinera Grandes Molinos Vascos S. A.
Los currelas de la fábrica en un descanso.
6.
Ampliar
La fábrica se encuentra situada al final del paseo de la ría, en una zona completamente abandonada y nada rehabilitada.
La fábrica se encuentra situada al final del paseo de la ría, en una zona completamente abandonada y nada rehabilitada.
7.
Ampliar
Una muestra de la contaminación visual en este atardecer fotografiado desde lo alto de Gurutzeta.
Una muestra de la contaminación visual en este atardecer fotografiado desde lo alto de Gurutzeta.
8.
Ampliar
Durante la noche, el incremento de las emisiones puede verse en Sader.
Durante la noche, el incremento de las emisiones puede verse en Sader.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Laboral
Derechos Laborales Las limpiadoras de la fábrica de San Miguel en Málaga, en huelga: “Eulen nos deja en la pobreza”
Las trabajadoras de limpieza industrial contratadas por Eulen en la fábrica de San Miguel en Málaga llevan varios días en Huelga ante una situación vulneración de sus derechos laborales.
Medio ambiente
Medio Ambiente Colectivos ecologistas y vecinas se movilizan contra la planta de biogás en La Calahorra, Granada
Esta semana ha comenzado la construcción de la primera planta de biogás en Andalucía en Calahorra (Granada), a pesar de las movilizaciones de vecinas y colectivos ecologistas
Crisis climática
Crisis climática ¿Cómo sería una transición ecosocial en la industria española?
El sector industrial es el segundo consumidor de energía, solo por detrás del de transporte. La transición ecosocial debe pasar obligatoriamente por la transformación de este sector de la economía.
Mikelin97
2/7/2022 14:27

Dejan mucho que desear los articulistas con estas mentiras. Ya solo bajo el titular ya la intentan colar. No está junto a dos colegios de primaria ni por asomo. Esos colegios están en el mismo barrio pero están uno a tomar por saco (Fray Juan) y otro más a tomar por saco (Zazpilanda). Y si os referís a Salesianos y Nuestra señora del rosario, siguen estando a tomar por saco (a parte que el viento sopla hacia el lado contrario). No intentéis colársela a la gente con mentiras

0
0
ERRE
7/2/2022 19:58

No olvidéis que a 3 kms. escasos en linea recta de Bilbao se levanta desde hace más de una década la incineradora de residuos y productora masiva de dioxinas y furanos cancerigenos, con el engañoso nombre de Zabalgarbi. Los perjuicios en la salud de los bilbainos y la desincentivación del reciclaje en el territorio son efectos directos de quemar todo tipo de residuos.

0
0
Genocidio
Genocidio Los Gobiernos europeos reprimen las muestras de apoyo a Palestina ante la inminente masacre de Rafah
Estados Unidos suspende por el momento la entrega de bombas a Israel ante la perspectiva del arrasamiento de Rafah. La UE organiza un seminario con el ministro de Exteriores y sus gobiernos reprimen las muestras de apoyo a Palestina.
Universidad pública
Acampadas propalestinas “Es nuestro deber señalar la complicidad de nuestras universidades con el genocidio”
Arrancan las acampadas universitarias en Madrid para exigir el fin de las relaciones con Israel y el apoyo a las víctimas del genocidio. Las acciones de protesta están ubicadas en Ciudad Universitaria, centro simbólico de la lucha universitaria.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.
Palestina
Universidades Estudiantes de la Universidad de Alicante acampan para pedir el final del genocidio
Comienzan la acampada con una jornada en la que han realizado charlas, asambleas y un taller de pancartas en el campus de San Vicent del Raspeig.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Educación pública
Huelga de profesorado La Marea Verde vuelve a vaciar las aulas para tomar las calles de Madrid
Con un seguimiento que supera el 65% la primera jornada de huelga del profesorado madrileño transcurre entre piquetes y marchas por todos los puntos de la Comunidad de Madrid para exigir que se reviertan los recortes.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.
Energía nuclear
Cerrar Almaraz Una primavera para empezar a cerrar Almaraz
Unas palabras para explicar la urgencia del necesario cierre de la contestada central nuclear de Almaraz y sus argumentos.
Ecología
¿RENOVABLES? La lucha contra los megaproyectos eólicos en Euskal Herria
Dicen querer luchar contra el cambio climático, pero el despliegue renovable no va acompañado por medidas reales para reducir el consumo fósil.
Aborto
"Mi voz, mi decisión" Madrid se llena de estatuas masculinas en favor del aborto
Una acción del colectivo Violetas(N) viste al famoso Oso y el Madroño o al exministro Alonso Martínez con el pañuelo verde en defensa del derecho al aborto, dentro de la campaña “Mi voz, mi decisión” para combatir el auge de la extrema derecha.
Palestina
Opinión Israel deja a la humanidad sin refugio
Otra vez Israel nos demuestra que puede hacer lo que quiera. Sus tentáculos de intereses económicos y sus sofisticadas bombas son capaces de asesinar a la justicia misma.

Recomendadas

Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.