LGTBIfobia
A pie de calle, con sindicatos o programas de inserción: cómo superar la transfobia en el trabajo

El 34 % de las personas trans ha sufrido discriminación en el empleo. Diferentes personas y organizaciones tienen vías diferentes para luchar contra esta lacra: desde la presión en la calle o la lucha sindical hasta los programas de inserción.
Visibilidad Trans 2021 en Sol - 8
Concentración por la visibilidad trans en Sol, en marzo de 2021. Atenea García

Con septiembre, empieza el segundo año de máster de acceso a la abogacía de Alicia. Para conseguir la titulación es necesario superar una asignatura de prácticas en empresas, pero esta chica se encuentra con una barrera que sufren muchas como ella: la transfobia.

La situación se le hace insufrible muy pronto: “Desde el comienzo de mis prácticas he tenido que soportar reiteradas vejaciones y proscripciones dirigidas contra cualquier manifestación estética de mi identidad de género por parte de mis compañeros y superiores en el despacho”, asegura Alicia.

Según ella, no es el primer caso de discriminación tránsfoba en la empresa donde cursa las prácticas. La estudiante declara que el bufete de abogacía incurrió anteriormente en otros actos discriminatorios contra una excompañera trans también en prácticas.

Alicia, trabajadora en prácticas, relata que se le ha prohibido maquillarse o vestir prendas femeninas “por no espantar o incomodar a los clientes”. También se la ha enviado al archivo para ocultarla de la vista del público.

Alicia relata que se le ha prohibido maquillarse o vestir prendas femeninas “por no espantar o incomodar a los clientes”. Asimismo, se le ha enviado a colocar expedientes en el archivo a pesar de que esas no son sus atribuciones “con la declarada intención de ocultarme de la vista del público”, afirma.

Sobre ella pende la amenaza del despido, y eso ha afectado a su bienestar psicológico. Cabe destacar que solo un 43,6 % de la población LGTBIAQ+ considera su salud mental como buena o muy buena, en contraste con el 62,5 % del resto de la población, según un estudio de la Confederación Salud Mental España.

La estudiante valora su situación en el bufete como extrema: “No puedo aguantar mucho tiempo utilizando prendas masculinas y estoy segura de que, si reniego de hacerlo, lo interpretarán como un desafío y rescindirán mi contrato”.

Ahora, la prioridad de la aspirante a abogada es evitar el despido. La rescisión de su contrato implicaría suspender la asignatura de prácticas del máster de abogacía. Esto paralizaría su acceso al mundo laboral en año y medio, hecho que no se puede permitir por motivos económicos.

Violencia tras violencia en el acceso al empleo

A Alicia la mandan al archivo, pero en otras profesiones no es posible que tus superiores te escondan. Una mujer trans no binaria, Ama, llevaba una larga trayectoria en el sector hostelero cuando decidió vivir abiertamente su disidencia del binarismo de género. Y no encontró forma de evitar la transfobia.

Ama relata una de sus experiencias buscando empleo así: “Un proceso de selección para un restaurante iba muy bien, y comenté al final de la entrevista que mi expresión de género iba a cambiar. Y que, siendo no binaria, iba a fluctuar. En principio no tenía ningún problema, pero cuando le dije que entonces el uniforme sería femenino, se quedó parado y acabó diciendo ‘pero ¿esta cosa no la puedes guardar para hacerla en tu casa?’”.

Un proceso de selección para un restaurante iba muy bien. Entonces, Ama avisó de que llevaría uniforme femenino. La respuesta fue: “¿Esta cosa no la puedes guardar para hacerla en tu casa?”

Tras postularse a varios puestos de trabajo, Ama cuenta que la impresión que recibe es que siempre se la dejaba de lado porque la clientela se podía sentir incómoda siento atendida por una camarera trans. “Cualquier cosa que violente la ideología de los clientes o dueños del negocio recibe un bloqueo desde el principio”, asegura.

Haciendo frente a la transfobia laboral

Después de tanta discriminación en el acceso al empleo, Ama acudió a un programa de inserción laboral que gestiona la FELGTBI+: Yes We Trans.  “Esta iniciativa persigue generar oportunidades de trabajo para las personas trans partiendo de la sensibilización y formación a empresas y la promoción de planes de acción para alcanzar un cambio cultural y social”, según cuenta Carmen Sánchez-Cogolludo, responsable de inserción sociolaboral de la federación en una nota de prensa.

Tras formar parte del programa, Ama cambió de sector y ahora trabaja como analista de ciberseguridad en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). “El programa me dio mucha fuerza. Ha sido un cambio brutal de una vida súper anodina, aburrida y oscura a una vida súper luminosa”, afirma.

El cambio de sector le sentó bien a Ama. Los programas de inserción pueden ser una vía de superar la transfobia laboral para quienes prefieren dejar el empleo donde se les discrimina o se encuentran con muchas barreras para acceder al mundo laboral.

En otros casos, como no querer abandonar un puesto de trabajo o haber recibido un despido improcedente, la lucha sindical puede ser una opción. Así lo subraya Toño Abad, coordinador de Acción LGTBI+ de UGT: “Cuando interviene la clase trabajadora organizada a través de los sindicatos, las situaciones de desprotección se minimizan”.

UGT, acompañando a personas trans en sus denuncias, ha conseguido sentencias de nulidad de despidos, o garantizar su derecho a prestaciones tras la rescisión del contrato

El sindicalista destaca que, acompañando a personas trans, han conseguido sentencias de nulidad de despidos o “que no se vayan con una mano delante y otra detrás, que tengan garantizadas sus prestaciones y sus derechos”.

Abad explica el proceso que seguiría una persona trans que acuda, en este caso, a UGT, resumido en denuncia y acompañamiento. Se explaya: “Hay que denunciar a la Inspección de Trabajo y los tribunales de lo social. En caso de violencia, también a la Fiscalía y la Policía. En el sindicato acompañaremos a la persona y la tranquilizaremos porque tenemos herramientas para llevar a efecto la denuncia o la demanda”.

Para otras situaciones queda la presión a pie de calle. Esta forma de protesta no tiene protocolos ni ortodoxias, y cómo ejercerla dependerá de la persona denunciante y de los colectivos implicados, en caso de que los haya.

Esta última opción es la que ha elegido Alicia. Considera que su única defensa es utilizar la visibilidad en la calle para atraer atención mediática sobre la empresa y así evitar su despido, y por eso un grupo de personas protagonizó una concentración en su apoyo a las puertas de la empresa, el pasado 18 de septiembre. A fecha de publicación de este reportaje, la situación de discriminación que sufre la estudiante trans se mantiene.

Los números de la discriminación

Testimonios como el de Alicia o Ama son unos de tantos. Violencia tras violencia sufrida en las propias carnes se recoge en encuestas, se anonimiza y acaba formando parte de un clúster enorme: las estadísticas de la transfobia laboral.

Según una encuesta de la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, el 77 % de las mujeres trans ha sufrido discriminación a la hora de buscar empleo en España. Además, señala que de las personas trans que están trabajando, un 34% ha sufrido discriminación en el entorno laboral.

Otro estudio, encargado por la Federación Estatal LGTBI+ y publicado este año, cifra en un 24 % el número de personas del colectivo visible entre sus iguales en el entorno laboral. Este porcentaje se reduce al 6,6 % en caso de visibilidad ante la clientela o empresas proveedoras.

El número disminuye aún más en el caso de las personas trans, ya que solo un 12,5 % sería visible en el lugar de trabajo. Ante superiores y empresas de suministros, esta cifra cae al 4,2 %, según sigue señalando la encuesta “Estado LGTBI+ 2023” de la FELGTBI+.

Transfobia
Opinión No abordar la transfobia es abrir las puertas al fascismo
Trivializar o maquillar la transfobia es ser cómplice del aumento de la violencia hacia las personas trans que se ha demostrado directamente proporcional al auge de estos discursos.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

LGTBIfobia
Lesbicidio Cientos de personas en vigilia ante la embajada argentina: “Fue lesbicidio”
Una vigilia en el centro de Madrid señala la responsabilidad del gobierno de Milei en el asesinato de tres mujeres lesbianas en Buenos Aires que fueron quemadas vivas el pasado 6 de mayo: “Es el responsable”.
LGTBIAQ+
Lgtbifobia En España se han denunciado 57.000 agresiones a personas LGTBIQA+, solo el 0,57% se registró como acto de odio
Desde 2019, según la FELGTBI+, se han denunciado en el Estado español 57.000 agresiones a personas LGTBIQA+, solo el 0,57% es reconocido por la Administración como acto de odio.
Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial Las mujeres nunca son menores
Se observa que en Guinea Ecuatorial existe una tendencia preocupante: muchos hombres buscan relaciones con niñas menores de 18 años.
Movimiento BDS
Palestina La Universidad Autónoma de Barcelona y la ciencia europea al servicio de Israel
Una investigación destapa los lazos entre la universidad catalana y el entramado universitario israelí, así como sus vínculos con tecnologías armamentísticas.
Migración
Migraciones Patera vacía: navegando en la necropolítica migratoria
Seguimos a un grupo de gente que se resiste a aceptar el designio de la suerte y del azar que hace que haya víctimas o supervivientes de manera injustamente aleatoria.
Periodismo
Jesús Cintora “Nunca había estado tanto tiempo fuera de la televisión o la radio... no sé por qué será”
El expresentador de Las mañanas de Cuatro publica ‘El precio de la verdad’ (Editorial B, 2024), un ensayo sobre el estado actual del periodismo español.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De infiltrados y organizaciones humanitarias
VV.AA.
Destacamos un nuevo caso de agentes policiales infiltrados en movimientos sociales y recordamos que Israel ya lleva 8 ataques a entidades de ayuda humanitaria
La vida y ya
La vida y ya Acampadas
Alguien anuncia el comienzo del taller y se acerca un montón de gente. Practican cómo resistir de forma activa y no violenta ante la policía.

Últimas

Deportes
Deportes Ilegales de Vallecas: rugby de barrio y deporte feminista
Este sábado 18 de mayo tuvo lugar el I Torneo Ilegales en Vallecas, una propuesta para fomentar el tejido social y los lazos entre mujeres de diversas generaciones.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sumar pisa el acelerador y se anima al choque con Sánchez
En el grupo parlamentario están decididos a aprovechar la crisis de los “días de reflexión” para marcar perfil propio y recobrar iniciativa con medidas de agenda “social y democratizadora”.
Más noticias
Cómic
Cómic ‘Grandville’, de ucronías antropomórficas y viñetas ‘steampunk’ victorianas
‘Grandville’, el cómic creado por Bryan Talbot, situó París en una realidad alternativa donde es la ciudad más grande de un mundo poblado por animales, y advirtió del riesgo de creer que los horrores pasados no se repetirán.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De infiltrados y organizaciones humanitarias
VV.AA.
Destacamos un nuevo caso de agentes policiales infiltrados en movimientos sociales y recordamos que Israel ya lleva 8 ataques a entidades de ayuda humanitaria
Opinión
Geopolítica El efecto mariposa en la geopolítica de nuestro tiempo
El planeta se encuentra inmerso en cuatro encrucijadas, cada una de las cuales por sí misma, tiene la potencia para dislocar el mundo que conocimos.
LGTBIfobia
Lesbicidio Cientos de personas en vigilia ante la embajada argentina: “Fue lesbicidio”
Una vigilia en el centro de Madrid señala la responsabilidad del gobierno de Milei en el asesinato de tres mujeres lesbianas en Buenos Aires que fueron quemadas vivas el pasado 6 de mayo: “Es el responsable”.

Recomendadas

Migración
Migración y Asilo La Europa Fortaleza ya está en marcha en Líbano
Líbano devuelve 200 refugiados a Siria en el primer retorno supuestamente voluntario desde que Von der Leyen anunciara el pacto anti-inmigración con Beirut.
Entrevista La Poderío
Cristina Consuegra “La cultura es aquello que te posiciona contra la barbarie”
A Cristina Consuegra es difícil encajarla en una cosa. Consuegra es un torbellino de colores que lo lleva to' palante. Lo mismo organiza un festival de cine de índole nacional en los barrios, que la escuchas en la radio, por citar algo. Consuegra es mucha Cristina y Cristina es demasiada Consuegra.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.