Votación Reforma Congreso de los Diputados - 4
Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados. Álvaro Minguito

La semana política
En el ciclo de los nervios

Yolanda Díaz salva con enorme fortuna la votación de su decreto de reforma laboral. El problema de la inestabilidad de las instituciones permanece sin resolver y aumentan los episodios de descrédito de la democracia.
Pablo Elorduy
5 feb 2022 06:00

En lo único en lo que habrá una mayoría de acuerdo es en que la crónica que nos merecemos la debería estar escribiendo el redactor de El Confidencial Carlos Prieto. Nadie como él sabe sacarle punta a la chufla, al sainete, y solo una persona ha dicho weah! con más arte. El reparto de este astracán incluye a dos carlistas más de derechas que un bigote fino, a la presidenta del Congreso buscando un sitio donde meterse, a una ministra cariacontecida mirando de reojo a García Egea celebrando el resultado con más ahínco que el gol de un señor a Malta, y a una estrella invitada de Cáceres que apretó todos los botones equivocados y terminó la sesión mirando a una cámara como diciendo “la que he liao, pollito”. Faltaban la que fuera una tarde máxima autoridad del PSOE, el camarero-coraje del bar Prado, tres señores de Murcia, el alcalde de Vigo prendiendo el Congreso con ocho millones de linternas led, y ya hubiera estado condensado el momento político español. Imposible de explicar a nadie sin reír, llorar, partirse la camisa o invadir el peñón de Perejil a lomos de un cerdo de macrogranja. Weah!

La opción menos guay es optar por la gravedad. Bajar la cabeza y relatar cómo, un inopinado jueves de febrero, se pudo ir al garete el Gobierno de coalición. Enumerar los fallos de ese proyecto, la insuficiencia de los cambios propuestos, el error de confiarlo todo a generar una apariencia de estabilidad que contrasta con la implosión alcanzada en el núcleo del sistema. Para eso sería necesario remontarse a 2008, el momento en el que se derrumbó el castillo de naipes. Cuando todo el modelo basado en la triangulación entre la especulación inmobiliaria, el crédito barato a través de las cajas de ahorro y el poder político se deshizo en el tiempo que tarda en decirse la palabra burbuja. Y cómo esa marea de corrupción alcanzó playas hasta ese momento vírgenes: la cúpula de un partido político, la jefatura del Estado, los servicios secretos, la judicatura. Una prueba del impacto de esa crisis es que, el mismo día en que se aprobaba, por los pelos, la reforma laboral, Gobierno y oposición se ponían de acuerdo para sumar más de 35.000 millones a la deuda pública para tapar el pufo de la Sareb.

El entusiasmo con el que Yolanda Díaz presentó su reforma laboral como “histórica” contrastó con el esperpéntico final del pleno

Era un fenómeno global. No exactamente un drama, sino más bien un culebrón. En todo el mundo caían los gobiernos de lo que Tariq Ali llamó el “extremo centro”. La socialdemocracia —el socioliberalismo— se llevó la peor parte. Borrado del mapa en Grecia, sentenciado en Francia, desaparecido en el combate de Italia. En España no pasó eso. La implosión se llevó por delante la confianza en las instituciones en mayor medida que en los partidos. En el lapsus y el confuso rectificado de Meritxell Batet el pasado jueves —presidenta de la tercera institución en el nivel jerárquico del Estado— se concentran esas dudas de un sistema que derrama inestabilidad a una sociedad que se afana por recuperar la seguridad vital.

Las palabras de Boric

Esta semana, el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, fue entrevistado en el podcast La Base, conducido por Pablo Iglesias. El problema que afrontará Boric a partir de su investidura tiene algunas características similares a las que se dan en España. El poder en Chile no está acostumbrado a tener que ceder, no ante las clases trabajadoras y menos todavía ante los otros pueblos que cohabitan en el territorio. Preguntado por cuáles serán las guías de su acción política bajo la amenaza de ese poder que fue omnímodo, Boric se largó un verso del poeta Vicente Huidobro: “El adjetivo, cuando no da vida, mata”.

A partir del 12 de marzo serán las chilenas y los chilenos quienes tendrán la oportunidad de testar si el mandato de Boric se extravía en los adjetivos o si tiene la capacidad de cambiar los sustantivos. La experiencia del Gobierno de coalición en España dice que los adjetivos están incumpliendo su misión. El entusiasmo con el que Yolanda Díaz presentó su reforma laboral como “histórica” contrastó con el esperpéntico final del pleno. Lo histórico del día fue la bronca que se montó; lo más recordado será el desasosiego que supone que, con cada vez mayor frecuencia, se produzcan episodios en los que la democracia se nos presenta como algo a punto de romperse. Cuando la acción legislativa es, antes que otra cosa, un escenario para el chalaneo. El lunes en Lorca, el jueves en Madrid. Capítulos diferentes de un mismo culebrón.

Reforma laboral
Crónica Yolanda Díaz convalida la reforma laboral con suspense y por el voto equivocado de un diputado del PP
Ha sido un buen día para el Partido Socialista, mejor que el de sus socios. La geometría variable que buscaba desde el comienzo de la legislatura, y aun antes Pedro Sánchez, se ha plasmado en una de las votaciones más emblemáticas del ciclo.


El Partido Popular y Vox ya han anunciado que recurrirán la votación del decreto de la reforma laboral. En condiciones normales, el Tribunal Constitucional no admitirá el recurso. En condiciones normales, el Constitucional no hubiera resuelto en contra de los decretos de estado de alarma. En condiciones normales, el diputado Alberto Rodríguez habría votado ayer en el Congreso.

Estamos en el ciclo de los nervios, continúa el poema de Vicente Huidobro. Próxima estación, las elecciones de Castilla y León, un escenario propicio a priori para que el Partido Popular y la extrema derecha hagan palanca para desalojar al Gobierno de Sánchez. La estación terminal tiene como premio la gestión del grueso de los fondos europeos, verdadero motivo detrás de las prisas por quemar la legislatura.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra, dice el mismo poema. La reforma laboral de Yolanda Díaz no inventa un nuevo mundo, quizá ese fue el problema desde el principio. Era un intento de preservar lo que queda de estabilidad en la política española, el factor predominante: los hombres de negro de la Unión Europea. En un Estado no nervioso hubiera tenido lugar el debate sobre si es suficiente que el decreto recupere la ultraactividad de los convenios, si el hecho de que se persiga el fraude en la contratación temporal o se priorice la contratación indefinida es suficiente para subvertir la precariedad aprendida en 14 años de crisis encadenadas. Se habría resaltado que, como denunciaron en el Congreso los principales apoyos del Gobierno de coalición, se trata de la primera reforma del mercado de trabajo que no toca la indemnización por despido. En fin, algo mejor que lo que pasó.

Ha sido un golpe para la frágil mayoría de investidura y presupuestaria, pero la reforma de Díaz y su capítulo final en el Parlamento es, antes que otra cosa, un indicativo de los problemas para crear una atmósfera de tranquilidad que permita la discusión sobre el futuro dentro de un país desquiciado, que solo encuentra en la carcajada histérica una válvula de escape de lo que está pasando.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Solo para socias
Solo para socias Nueva carta mensual: “Redactor en crisis”, por Pablo Elorduy
Después de La Semana Política, el coordinador de Política de El Salto regresa a un formato periódico.
La semana política
La semana política Lo que pasó, pasó
Hora de algunas despedidas. Ada Colau tiene difícil volver a ser alcaldesa de Barcelona y la izquierda tiene difícil volver a convocar el espíritu de una época en la que pudieron cambiar muchas cosas.
La semana política
La Semana Política La nave del misterio electoral
La compra de votos en Melilla y otros puntos del Estado agita la última semana de campaña y muestra el auge del conspiracionismo.
Investigación
Investigación Diez millones a dedo en cinco años: así pagaron Feijóo y Rueda la lealtad de la prensa afín con dinero público
Desde ‘La Voz de Galicia’ hasta el canal de extrema derecha de Javier Negre, los últimos dos presidentes de la Xunta de Galicia han repartido entre la prensa más acrítica con la gestión de sus gobiernos al menos 3.686 contratos sin concurso previo.
Educación pública
Huelga de profesorado 30.000 profesores de la Escuela Pública madrileña echan un pulso a Ayuso en el primer día de huelga
Cerca de 30.000 profesores y profesoras han marchado la tarde del miércoles como colofón a la primera jornada de huelga, de las dos convocadas para este mes. La próxima cita será el 21 de mayo.
Palestina
Universidades Estudiantes de la Universidad de Alicante acampan para pedir el final del genocidio
Comienzan la acampada con una jornada en la que han realizado charlas, asambleas y un taller de pancartas en el campus de San Vicent del Raspeig.
Análisis
Análisis Del Black Lives Matter a la lucha por Palestina: la internacionalización del antirracismo
No se entiende un posicionamiento tan claro desde el centro del imperialismo como es el de las acampadas, sin ponerle una genealogía de lucha, de construcción de pedagogía, de resistencia y confrontación por parte de las poblaciones racializadas.
Genocidio
Genocidio Boicot a Eurovisión: porque las canciones no tapan genocidios
El próximo 11 de mayo se celebra el clásico Festival de Eurovisión, esta vez en la ciudad sueca de Malmö, en el que participa un país investigado actualmente por genocidio y que desde hace décadas comete crímenes contra la humanidad.
Genocidio
Genocidio Los Gobiernos europeos reprimen las muestras de apoyo a Palestina ante la inminente masacre de Rafah
Estados Unidos suspende por el momento la entrega de bombas a Israel ante la perspectiva del arrasamiento de Rafah. La UE organiza un seminario con el ministro de Exteriores y sus gobiernos reprimen las muestras de apoyo a Palestina.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
El Salto Radio
El Salto Radio Roses amb espines: feministes
Encentem una sèrie radiofònica sobre les pioneres del periodisme en català amb la història de Dolors Monserdà, Carme Karr i Llucieta Canyà.
Más noticias
Universidad pública
Acampadas propalestinas “Es nuestro deber señalar la complicidad de nuestras universidades con el genocidio”
Arrancan las acampadas universitarias en Madrid para exigir el fin de las relaciones con Israel y el apoyo a las víctimas del genocidio. Las acciones de protesta están ubicadas en Ciudad Universitaria, centro simbólico de la lucha universitaria.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Educación pública
Huelga de profesorado La Marea Verde vuelve a vaciar las aulas para tomar las calles de Madrid
Con un seguimiento que supera el 65% la primera jornada de huelga del profesorado madrileño transcurre entre piquetes y marchas por todos los puntos de la Comunidad de Madrid para exigir que se reviertan los recortes.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.

Recomendadas

Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.