Justicia
¿Confiar en la Justicia? ¡Ni en la divina!

Crónica de la decepción compartida, una de tantas, en una Justicia poco justa, sesgada, partidaria y cualquier cosa menos ciega.
Tribunal Constitucional
6 feb 2023 14:40

Lo de la Justicia es un grano molesto, tantas veces insoportable, que nos afecta a buen número de españoles y españolas poniéndonos de pésimo humor cuando hemos de pasar por ella, y hasta de mala leche cuando observamos cuántos, entre sus administradores, jueces y fiscales, o no cumplen bien con sus obligaciones o se apartan expresamente de las normas que los rigen, riéndose de todos nosotros y dando el espectáculo.

Porque de espectáculo, descarado y reticente, hay que calificar la saga de la renovación de los máximos órganos judiciales del Estado, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC), nada menos. Ya que una buena porción de jueces de esos órganos, carentes de rubor y profesionalidad, sediciosos ante la ley que los gobierna y lacayos del partido que los postula, nos han tenido entretenidos e indignados durante años. Vaya, vaya, así que, ¿hay que confiar en la Justicia? Pues, no, sino que hay que desconfiar de una Justicia politizada, mangoneada por los partidos mayoritarios y con la complacencia de la institución judicial, convertida en algo parecido a una instancia de premios y regalías de índole ideológica (¡qué escándalo, descubrimos que la Justicia no es tal!).

Tribunal Constitucional
Renovación del Poder Judicial El sector progresista del CGPJ cede y nombra a los candidatos de los conservadores para el TC
El sector conservador del CGPJ había propuesto a César Tolosa, pero también a María Luisa Segoviano como progresista para evitar a José Manuel Bandrés.

Decía el presidente del Tribunal Constitucional, en su retardada despedida, que no compartía “la falsaria dicotomía entre jueces conservadores y progresistas… un magistrado no representa a nadie, está a solas con su conciencia y sólo de ella depende”, rematando con el emotivo apunte de que “en España solo hay una soberanía, la del pueblo español”, quedándose tan pancho. No descarto que, lo que en realidad quería decir, o al menos pensar, era, más bien que “aquí somos todos conservadores, menos algún compañero raro, y por eso nos mantenemos conservando, cuanto podemos, nuestros privilegiados puestos”, sin reconocer del todo la pelea entre PP y PSOE, que son los que designan el adjetivo, el cargo y, en consecuencia, el escándalo.

Hay que desconfiar de una Justicia politizada, mangoneada por los partidos mayoritarios y con la complacencia de la institución judicial, convertida en algo parecido a una instancia de premios y regalías de índole ideológica

El lema de “confiar en la Justicia” tiene un origen indudablemente pernicioso, de miedo ante ella y sus administradores, jueces y fiscales; y eso, que es un hecho secular, no está nada bien, ni ha mejorado gran cosa. De ahí que, en las encuestas, la gente suela señalar a la Justicia a la cabeza de las instituciones en las que menos confía. Y no son menores las quejas contra una burocracia sobradamente demostrada como de las más incompetentes y desesperantes de nuestra “sociedad organizada”, de la que se desprende el frecuente caso de fiscales y jueces y que dejan pasar los plazos establecidos por los procedimientos para que queden sin efecto las denuncias o exculpados sus presuntos culpables. O esos traslados, que tantas veces consisten en o parecen equivaler a huidas de la quema, cuando los asuntos resultan excesivamente molestos, arduos o peligrosos; con el mismo resultado, que es que todo se retrasa y la justicia se hace lenta y tardía, dejando de ser verdadera justicia.

El palo te lo llevas cuando, metido en harina y frecuentando el proceloso mundo de las denuncias y querellas, con sus sentencias y otras reacciones de los jueces, has de afrontar lo inexplicable, la arbitrariedad o la desvergüenza, que en no pocos casos van acompañadas de cohesión corporativa. O compruebes que, sobre un hecho concreto, escrito, fijado, referencial, las sentencias puedan ser distintas y hasta contradictorias, dada la potestad (inevitable, que puede ser meramente ideológica) de la interpretación personal; lo que lleva a salvar o hundir a una persona, tanto si es inocente como si es culpable (dos resultados para dos situaciones, total, cuatro posibilidades: demasiado riesgo). Más grave todavía, claro, es que, desde el ciudadano, la verdad no se asocie con la Justicia en numerosos casos, lo que niega la esencia de la misma como institución y también como poder, paradigma o valor. O que tiemble cuando, por la fuerza de las circunstancias, se ve en la necesidad de visitar los juzgados. De ahí ese eslogan, popular y sabio (pero catastrófico) de que “más vale un mal acuerdo que un buen juicio”.

El caso es que tener experiencias con la justicia es, por lo común, de lo más alienante y demoledor de esta vida. Carente de emoción, colgada en unas alturas tan inaccesibles como temibles, cuajada de cinismo, sorpresa y castigo… La justicia recibida, es decir, aplicada en propia carne, produce como un pavor seco y sordo, un desasosiego íntimo y radical, una dependencia fatalista hacia algo ignoto y amenazante, un aborrecimiento seguro, aunque se gane o se salga ileso, con la convicción profunda de que, incluso ganando, uno es víctima de alguna injusticia que sobrevuela y nunca deja de amenazar, como algo ajeno e incontrolable...

El caso es que tener experiencias con la justicia es, por lo común, de lo más alienante y demoledor de esta vida. Carente de emoción, colgada en unas alturas tan inaccesibles como temibles, cuajada de cinismo, sorpresa y castigo…

Este cronista ya se estrenó en ese desasosegante mundo cuando a una edad tierna (por la ingenuidad que conllevaba) hubo de enfrentarse a esos pavores, debido a que se movía a tope en la defensa del litoral murciano-almeriense y, por el atrevimiento de interponerse en la construcción de un (abusivo) puerto deportivo sufrió en sus carnes el azote a su osadía a manos de un fiscal demasiado próximo a los promotores de esa obra y a unos jueces que le siguieron en su aborrecimiento a los ecologistas, que parecía que les producían sarpullido.

Pero, más o menos, creía (este escribidor) en que si no en la primera instancia, en la segunda o la tercera se salvaría de las inclemencias del poder judicial, suelto y flamígero. Tras las decepciones propias, su ingenuidad fue desapareciendo cuando lo recuerda muy bien se puso en evidencia que el juez catalán Lluis Estevill, redactaba sentencias según se las pagaban, y luego empezaron a menudear los ejemplos terribles de jueces y fiscales indecentes, que acababan condenados por la misma Justicia a la que decían servir. Desde aquel ejemplo inmemorable el chorreo no ha decaído, siendo los más recientes casos el del juez de Canarias que perseguía a la jueza Rosell, con el fabuloso resultado de que irá a la cárcel o el espectacular atropello del empresario Cursach, en Mallorca. La Justicia recorre un camino jalonado por (demasiados) tipejos que han contribuido, con rotundidad, a la demolición de la idea de justicia, poniendo muy difícil creer en ella.

Vaya, vaya. Así que tenemos que creer en la justicia. A mí me admiraba escuchar a mi amigo Nelson, cubano hijo de leonés, contando que él, periodista de profesión, era miembro de los tribunales de Trabajo del régimen cubano. Porque me hacía pensar y decirme: por supuesto, es correcto y ético que un tipo normal, en uso de sus facultades intelectuales (las morales no deben contar en esto, que sería peligrosísimo) aplique su sensatez, más que el conocimiento literal de las leyes, para que la dignidad (humana) del trabajo sea respetada por las instituciones, públicas o privadas; y deduje que en esa isla el pueblo pasa de las togas solemnes, los ritos engañosos y el juecerío insoportable.

Bastante riesgo conlleva que los jueces juren o prometan por su honor, o su conciencia, como para dejarlos que juren por Dios, como si el cinismo ambiente no acechara en cada proclamación de justicieros

Mi alusión a la justicia divina que traigo aquí, no es por los pelos sino como un mero recordatorio de que, cuando los jueces “juran por Dios” cumplir fielmente su obligación están, cuando menos, contribuyendo a un rito poco serio. Prohibido tenía que estar, ya que vivimos en un Estado laico y, además, procede evitar a estos juradores exhibicionistas cualquier perjurio (que al ser formalista no es perseguible, quedando en algo superfluo). Bastante riesgo conlleva que los jueces juren o prometan por su honor, o su conciencia, como para dejarlos que juren por Dios, como si el cinismo ambiente no acechara en cada proclamación de justicieros. Además, sobre Dios, que es paradigma de equidad, probidad y compasión, tampoco se oculta su terrible, llameante carácter justiciero, es decir, implacable para con ciertos, y desgraciados, humanos crédulos o creyentes. O sea, que es tan compasivo como implacable, según, sin que quede del todo claro cuando hemos de esperar, de su infinito poder, su benevolencia o su venganza, así que hemos de mantenernos en vilo y angustiados toda la vida... O sea, que jurar por Dios ya es empezar más bien mal: por las nubes, con solemnidad barata y gran teatro.

Y resulta que, cuando se examina al CGPJ, rebelde a la renovación obligada, nos encontramos con el nada sorprendente hecho de que carece de código ético propio, que le permita quedar al margen de la manipulación política y de la implicación en asuntos privados relacionados con la justicia; pero que tiene sobre la mesa un documento, elaborado por los Consejos del Poder Judicial europeos, que debiera aprobar y aplicarse, aunque en la actual situación de flagrante intromisión del poder político, su aprobación resultaría grotesca. A buenas  horas, mangas verdes (en este caso, negras, blancas y puñeteras).

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Extrema derecha
Joaquim Bosch “Si tenemos menos Estado social, tendremos más Estado Penal”
La deriva autoritaria mundial ha ido creciendo en los últimos años hasta llegar a las puertas de democracias liberales consolidadas como España. El jurista progresista Joaquim Bosch analiza este fenómeno y propone soluciones en su último libro.
Comunidad de Madrid
Justicia El Supremo investiga al Fiscal General por salir a desmontar al equipo de Díaz Ayuso
La sala segunda del alto tribunal investigará por un presunto delito de revelación de secretos a Álvaro García Ortiz. El fiscal dice que no dimitirá y seguirá defendiendo que su notificación sobre la pareja de Ayuso no aportaba información relevante.
El Salto n.76
Revista 76 Los jueces-soldado y otros problemas en el sistema judicial español
El número de otoño se mete en algo tan profundo como la rebelión de las togas o cómo una serie de jueces se han reivindicado como poder político durante la crisis de las instituciones.
LIBERTAD, VERDAD, DEMOCRACIA
9/2/2023 17:17

Muy bien, sí, lo importante es que no haya riñas entre aquellos que administran la "justicia" que emana del "derecho de pernada propio de gorilas y chimpancés en celo por seguir manteniendo sus megacriminales corruptelas, expolios, opacidades, usurpaciones, nepotismos, impunidades, etc., etc.".

Eso es lo importante, esa "justicia" que emana de ese tipo de "derecho".

0
0
Acaido
7/2/2023 23:43

Por norma las leyes las dictan a su favor los más fuertes del mercado y los jueces son los encargados de corregir y

y quebrantar las leyes cuando se saltan el fin de dicha norma. Así se consagran la desigualdad y la injusticia dominantes.

0
0
Valencia
Valencia Directo | Se eleva a 158 el número de personas fallecidas por la DANA
Minuto a minuto del segundo día tras la DANA que impactó en València el 29 de octubre. Un total de 155 personas han perdido la vida en la provincia de València y otras tres en Castilla La Mancha y en Andalucía.
Valencia
DANA De 28 unidades de bomberos forestales la Generalitat solo ha movilizado dos para paliar los efectos de la DANA
Desde CC OO denuncian la infrautilización de los equipos de emergencias, derivada de la descoordinación. Recuerdan que una de las primeras medidas de Mazón fue eliminar la unidad de emergencias que nació para coordinar estos servicios.
Opinión
DANA Crónica desde la distancia de un pueblo destrozado, el mío: Benetússer
Desde la distancia y desde la impotencia de ver y escuchar a tus seres queridos narrar cómo lo han perdido todo con la DANA en un pueblo de València.
Opinión
Opinión Qué hacer ante una catástrofe (todo lo contrario de lo que ha hecho Carlos Mazón)
La comunidad científica y la propia historia de València señalan que los fenómenos naturales extremos amenazaban con repetir tragedias como las que tuvieron lugar en el siglo XX. Es hora de señalar a los responsables políticos de la inacción.
Valencia
Apoyo mutuo ¿Qué hacer si quieres ayudar a las víctimas de la DANA desde València?
El tejido social valenciano crea varias iniciativas vecinales para hacer más eficiente y canalizar la solidaridad colectiva.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el abismo Hazte socia de El Salto y te regalamos la primera novela de Sarah Babiker
La responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto ha escrito una novela donde gente corriente imagina escaramuzas frente a un presente en ruinas y reivindica otros futuros. Suscríbete y te la enviamos de regalo y dedicada por la autora.
Valencia
DANA Mazón: de presumir de acabar con el “chiringuito” de la Unidad de Emergencias a tener que dar explicaciones
El Gobierno valenciano de Vox y PP eliminó la UVE nada más entrar en el poder. Tanto por los desastres de la DANA como por el terrible incendio de un edificio en febrero la ciudadanía pide explicaciones.
Biodiversidad
Cumbre de Biodiversidad Enroque de las partes en la COP16 con apenas un día para su clausura
La XVI Conferencia de las Partes en el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica encara su segunda semana con muchas dudas sobre la posibilidad de adoptar acuerdos efectivos para frenar la pérdida de especies y ecosistemas.
El Salto Radio
El Salto Radio Paraules de dona i exili
Repassem l’experiència de les principals autores de preguererra balears, catalanes i valencianes més enllà de la frontera.
Más noticias
Catalunya
Derecho a la vivienda Sindicat de Llogateres: “La regulación baja los precios, pero tiene una puerta para quien quiera saltársela”
Un nuevo estudio del Sindicato de Inquilinas de Catalunya constata la eficacia de los topes al alquiler, pero advierte del descontrol de los contratos de temporada y por habitaciones.

Recomendadas

Fronteras
Fronteras Cientos de personas refugiadas, incluidas menores, duermen al raso en la isla griega de Rodas
Organizaciones humanitarias denuncian que unas 350 personas refugiadas, algunas de ellas procedentes de Líbano, están durmiendo a la intemperie sin comida, sin agua, sin baños y sufriendo la violencia de las fuerzas de seguridad en Rodas.
Análisis
Análisis Mozambique: la democracia que Occidente prefiere olvidar
Cuando los intereses están mejor asegurados con un gobierno corrupto, las críticas al fraude electoral se limitan a una retórica superficial que no va más allá de gestos simbólicos.
Feminismos
Política De Nevenka al caso Errejón: cuando el feminismo exige de derecha a izquierda
Denunciar en comisaría, anónimamente, individual o colectivamente genera la misma reacción: odio contra las mujeres, independientemente del signo político donde ocurre la violencia.