Feminismos
Radicalmente feministas

El movimiento feminista autónomo de Euskal Herria tiene una gran certeza: “Tenemos que evitar ser instrumentalizadas por el sistema”. Un feminismo anticapitalista y antirracista son los ejes que han obtenido el consenso de las 3.000 mujeres que han participado en este encuentro histórico.

Jornadas Feministas Euskal Herria
Tres de las ponentes de la mesa destinada a poner las vidas en el centro ante el auditorio abarrotado por 3.000 asistentes. Teresa Villaverde

Hay temas de debate (prostitución, autodefensa, maternidad), pero si los decibelios y fruición de los aplausos pueden usarse como medidor de consensos en el movimiento feminista autónomo de Euskal Herria, el más relevante es este: “Debemos evitar ser instrumentalizadas por el sistema. Hay que estar atentas y seguir tejiendo un discurso subversivo desde los márgenes”, resumió Josebe Martínez, de la Asamblea de Mujeres de Bizkaia, en la mesa que llevaba por título Observando las entrañas del movimiento feminista.

El movimiento feminista se reunió durante el puente del primero de noviembre en Durango. Tres mil mujeres acudieron a la cita cargadas de mochilas, esterillas, ilusiones y expectativas. El encuentro de Euskal Herria se celebra aproximadamente cada diez años desde 1977 y establece la agenda política para la próxima década. También sirve como sondeo y aproximación en colectivos de otras latitudes, dado que se celebra antes que el de Catalunya y el estatal.

Durante las tres jornadas de trabajo se habló largo y tendido sobre feminismo, anticapitalismo y antirracismo. Feminismo, anticapitalismo y antirracismo. Todo tiene que ir junto. De lo contrario, viraría al “feminismo simpático, el de la igualdad y el del yo”, señalaba Amaia Zufia, del Bilgune Feminista. “Nosotras no somos eso y ese es el reto: seguir siendo las revolucionarias. Nuestro feminismo no es espectáculo ni producto de consumo”.

Pero a pesar de la supuesta imbricación entre las tres luchas, el primer día destacó por la interpelación de las feministas racializadas a las blancas y por la agresión racista a ponentes por parte de varias asistentes, “tanto verbal como invadiendo su espacio y cuerpo”, señala el comunicado de la organización. Esa misma noche, la del viernes, hubo otra agresión a varias mujeres en el parking de furgonetas. En este caso, la agresión fue sexista. Para ambos casos la organización activó el protocolo interno de agresiones y redactó sendos comunicados de apoyo que leyeron públicamente antes de dar comienzo a las jornadas de trabajo.

En el encuentro tuvieron la palabra las baserritarras, las trabajadoras del hogar, las pensionistas, las trans, las bolleras, las feministas de Hegoalde y las de Iparralde, las racializadas, las marxistas, las libertarias y las abertzales, las jóvenes y las históricas, pero hubo una ausencia susurrada por la generación del medio: la maternidad. En la mesa de Cuerpos y sexualidades no hubo una ponencia sobre violencia obstétrica y el taller Café para madres fue organizado un día antes. ¿Qué le pasa al feminismo con la maternidad? “La maternidad nos quita puntos en el carné de feminista”, exclamó una mujer con hijos pequeños en el Café para madres. “¡Pero si la maternidad es una elección personal!”, adujo una feminista mayor durante la micro asamblea que puso fin a las jornadas. “¿Pero lo personal no era político?”, le respondió una mujer racializada.

La diversidad es la palabra que quizá más se ha repetido durante las jornadas. El último día, la portavoz de EHko Emakumeen Mundu Martxa, Itziar Gandarias, se atrevió a nombrarla desde la sinceridad: “Somos diversas y la gestión de la diversidad es muy compleja porque genera tensiones”. Esa tensión fue quizá la que planeó en la sala cuando desde el Bilgune insistieron en que este año no hay que llamar a la huelga el próximo 8M. “Ya estamos cansadas de huelgas y, además, en enero habrá una huelga general en Euskal Herria con motivo de la Carta de los Derechos”, indicaron. La Coordinadora del 8M aún no ha tomado una decisión y los colectivos siguen reflexionado sobre qué formato de protesta resultaría más conveniente en 2020.

Diversidad

La diversidad cruzó tanto la mesa de Decolonialidad como la de Cuerpos y sexualidades. Mientras las feministas racializadas se centraron en la necesidad de espacios no mixtos donde construir su propio discurso y que este sea respetado por las blancas, las feministas trans hicieron un llamamiento a “dejar de poner el foco en los genitales y que los espacios feministas sean más inclusivos y seguros con todas las mujeres. Todas, sin asterisco”. Consideran que el asterisco “recalca que hay mujeres y otras mujeres. Basta con escribir la palabra mujeres y que pensemos que hay mujeres y mujeres alineadas con ser mujer”, insistieron Katrina Guiérrez y Bryn Hounsell, del colectivo Ozen.

La mesa terminó con un turno de preguntas muy emotivo en el que hubo un empático cruce de intervenciones entre una de las ponentes, mujer trans, y una de las asistentes, una persona transgénero masculina feminista. “A ti no te dejan entrar y a mí me quieren echar, cuando el movimiento feminista debería ser la casa de todos los cuerpos violentados por el patriarcado”, resumió la asistente sobre la transfobia y la transmisoginia. “El género es un pifostio”, añadió desde la mesa Bryn Hounsell, arrancando una cariñosa carcajada del público.

Otro de los temas que se esperaban calientes era la prostitución. El movimiento abolicionista de Euskal Herria organizó un taller, pero no fue ese taller el que concitó expectativas, sino el debate sobre prostitución moderado por la periodista Maite Asensio, del periódico Berria. En la conversación destacaron la exposición de ideas desde el respeto, tanto por parte de las abolicionistas como, por ejemplo, las posturas de Medeak y Feministalde. Ambos colectivos se mostraron críticos con el abolicionismo y el regulacionismo, y situaron el debate en la necesidad de “ser capaces de identificar acuerdos y abordar la prostitución desde una perspectiva histórica y siendo conscientes de que es un fenómeno complejo”.

El momento más tenso de la mesa Construyendo vidas libres de violencia llegó con la autodefensa. El colectivo Farrukas es el que organizó en Iruñea las manifestaciones nocturnas con antorchas para denunciar las agresiones sexistas ocurridas en espacios festivos. ¿Por qué esa liturgia de vestirse de negro y salir de noche con antorchas? “Porque queremos que los tíos sientan miedo”. Fueron claras, fueron incisivas y fueron más allá: “Nos han criticado muchísimo. Así que nos reunimos colectivamente para reflexionar y nos reafirmamos en nuestros pensamientos. Socialmente no está aceptado que las mujeres mostremos rabia, ¿pero cuándo los tíos se van a responsabilizar de la violencia que ejercen?”.

Y destacaron que el ex alcalde de la ciudad se apropió de buena parte de la lucha del movimiento feminista con el caso de los cinco violadores de Sevilla, conocidos como la Manada. “Si un alcalde quiere salir en la foto, que el próximo 25 de noviembre done 25 pisos para mujeres maltratadas”. Les aplaudieron muy alto y muy fuerte.

El colectivo de feminismo gitano Amuge cerró la última mesa y dedicó su palabra al agradecimiento y a hacer un pequeño resumen que volvió a unir a las asistentes en un feliz aplauso: “Qué paso tan importante que esta mesa de feminismos de Euskal Herria la cierre una gitana. Cuando nos habéis preguntado con quién debemos luchar, os digo que con vosotras. Cuando me preguntáis que cómo, os digo que juntas. ¿Y dónde? En los barrios. ¡Mira qué fácil!”.

Micro asambleas

Tras la mesa del domingo, la organización dividió a las participantes en micro asambleas de 35 mujeres a las que invitó a responder a las preguntas de qué objetivos y tareas tiene el movimiento durante los próximos diez años, tanto interna como externamente. Cuidados en los colectivos, tejer redes, formar alianzas, liderar la comunicación en las redes sociales, abolir la Ley de Extranjería y apostar por una renta básica universal o de las iguales fueron algunos de los retos que aparecieron en uno de los grupos.

La tarde terminó con una manifestación por Durango y un acto final en Landako Gunea para despedir a las asistentes. De entre las 3.000 mujeres que acudieron a la cita, 900 pernoctaron en la escuela del pueblo, otras en furgonetas en un parking habilitado para la ocasión por el municipio. El primer día se sirvieron 199 kilos de lentejas, y 180 de alubias el segundo. El bar de delante del pabellón donde se realizaron las jornadas habilitó la primera planta como taquilla para las cientos de mochilas y esterillas, divididas pulcramente por unas cartulinas que indicaban la provincia de procedencia de sus dueñas. Y 600 mujeres participaron en algún momento como voluntarias en las tareas de organización del encuentro: atender la puerta, el dispensario de los auriculares para la traducción, recoger sillas y mesas, volver a ponerlas, cocinar, atender, cuidarnos entre todas.

“Estas jornadas han marcado un punto y aparte para visibilizar la fuerza del movimiento feminista. Hemos visto que hay pulmón. Un pulmón fuerte y diverso”, destacaron las organizadoras de Salda Badago tras cerrar el encuentro.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Elecciones autonómicas Hauteskundeen irabazleak, galtzaileak eta umezurtzak
Aldaketa giroko hauteskundeetan, ia guztiak irabazle Ezker Konfederalaren espazioa salbu. Galtzaileak betikoak, umezurtz politikoak, abstentzionistak, zalantzatiak edo eskola segregazioa jasaten dutenak.
Elecciones
Elecciones Euskadi Sumar araña un escaño, pero la izquierda confederal se hunde en Euskadi
Elkarrekin Podemos desaparece del Parlamento Vasco tras perder seis escaños y casi 50.000 votos que Sumar no recoge al completo, pero que le permiten acceder a un acta de diputado por Araba.
#45463
4/1/2020 12:19

¿Maternidad? Si ya tenéis de 'madrinas' a LAS FISCALES DEL ESTADO con su 'intimidación ambiental', sus 'umbrales de pánico' y un par de escandalizadas 'santas' madres como símbolo de la nueva ola feminista.

0
0
#42621
6/11/2019 19:34

https://www.pikaramagazine.com/2018/12/ultraderecha-feminismo-marxista/

1
0
#42597
6/11/2019 14:09

Si no sos anticapitalista no sos feminista. PATRIARCADO Y ACUMULACION A ESCALA MUNDIAL DE MARIA MIES

1
3
Anónimamente
5/11/2019 17:53

Queremos que sientan miedo??
Intimidacion, violencia subyacente.

19
45
🏴‍☠️ #1312
5/11/2019 12:57

Hermoso e imparable.
Aupa Neskak !

65
77
#42506
5/11/2019 10:39

Puedo ser mujer y defender que un sistema capitalista bien aplicado para mi es bueno o vendrá la polichia feminista a oprimir mis ideas por ser mujer y pensar lo que pienso que es bueno para mi?

76
66
#42512
5/11/2019 11:30

Puedo ser hombre y defender que un sistema anticapitalista bien aplicado para mi es bueno o vendrá la polichia capitalista a oprimir mis ideas por ser hombre y pensar lo que pienso que es bueno para mi? Ah, no, que ya lo hacen.

42
60
#42526
5/11/2019 14:03

Precisamente lo que tu describes es lo que pretende el feminismo radical, imponer las ideas a mujeres que no piensan como vosotras, eso tiene un nombre que no es otro que FACISMO

49
40
#42530
5/11/2019 15:32

Somos suoermega fascistas. Marchando un gulag, por favor!

27
41
Genocidio
Genocidio Los Gobiernos europeos reprimen las muestras de apoyo a Palestina ante la inminente masacre de Rafah
Estados Unidos suspende por el momento la entrega de bombas a Israel ante la perspectiva del arrasamiento de Rafah. La UE organiza un seminario con el ministro de Exteriores y sus gobiernos reprimen las muestras de apoyo a Palestina.
Universidad pública
Acampadas propalestinas “Es nuestro deber señalar la complicidad de nuestras universidades con el genocidio”
Arrancan las acampadas universitarias en Madrid para exigir el fin de las relaciones con Israel y el apoyo a las víctimas del genocidio. Las acciones de protesta están ubicadas en Ciudad Universitaria, centro simbólico de la lucha universitaria.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.
Palestina
Universidades Estudiantes de la Universidad de Alicante acampan para pedir el final del genocidio
Comienzan la acampada con una jornada en la que han realizado charlas, asambleas y un taller de pancartas en el campus de San Vicent del Raspeig.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Educación pública
Huelga de profesorado La Marea Verde vuelve a vaciar las aulas para tomar las calles de Madrid
Con un seguimiento que supera el 65% la primera jornada de huelga del profesorado madrileño transcurre entre piquetes y marchas por todos los puntos de la Comunidad de Madrid para exigir que se reviertan los recortes.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.
Energía nuclear
Cerrar Almaraz Una primavera para empezar a cerrar Almaraz
Unas palabras para explicar la urgencia del necesario cierre de la contestada central nuclear de Almaraz y sus argumentos.
Más noticias
Ecología
¿RENOVABLES? La lucha contra los megaproyectos eólicos en Euskal Herria
Dicen querer luchar contra el cambio climático, pero el despliegue renovable no va acompañado por medidas reales para reducir el consumo fósil.
Aborto
"Mi voz, mi decisión" Madrid se llena de estatuas masculinas en favor del aborto
Una acción del colectivo Violetas(N) viste al famoso Oso y el Madroño o al exministro Alonso Martínez con el pañuelo verde en defensa del derecho al aborto, dentro de la campaña “Mi voz, mi decisión” para combatir el auge de la extrema derecha.
Palestina
Opinión Israel deja a la humanidad sin refugio
Otra vez Israel nos demuestra que puede hacer lo que quiera. Sus tentáculos de intereses económicos y sus sofisticadas bombas son capaces de asesinar a la justicia misma.
Sanidad pública
Sanidad Pública Aumenta el gasto en conciertos sanitarios mientras el Ministerio crea un observatorio de la corrupción
Organizaciones como Mareas Blancas piden la derogación de la ley 15/97, al tiempo que esperan el borrador de una nueva ley de gestión pública que el Ministerio de Sanidad estaría ultimando con los diferentes grupos parlamentarios.

Recomendadas

Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.