Música
#FuckAbelCaballero

Censura, reggeaton y zupita galega: Una noche de perdición en la ría de Vigo.

15 ago 2018 11:45

Domingo de Marisquiño. Estábamos recién llegados pero pronto nos dimos cuenta de la situación. Por un lado, Abel “The First", típico cacique local al que todo el mundo vota y que ha entendido muy bien la máxima de todo político: que lo más importante es lo bien que le caes a la gente para luego poder putearla.

Por otro lado, Bea Pelea, Buseta, Yung Beef y toda la tropa de la Vendición. Listos a tomar la ciudad por asalto desde el otro lado de la ría, la misma que nosotros teníamos que cruzar. Pero no nos podíamos ir de Vigo sin ver la huella dejada por El Sheriff en la ciudad. Nos referimos a la rotonda donde puedes ver los partidos del Celta o el Dinoseto, ese arbusto mal podado rodeado de más cámaras que la sección de priva de un Supercor. No nos faltaron ganas de llevar la cabeza del bicho este al concierto para profanar la obra maestra del alcalde, pero no era el día.

Esa noche quedó clara una cosa, que no necesitamos a los políticos para hacer lo que nos planteemos

Desechado el plan, en Vigo no había mucho que hacer, así que decidimos pillar el primer barco e ir pa Cangas. Ya subidos, el horizonte que veíamos era un poco turbador, la niebla lo entelaba todo, parecía un viaje hacía la nada. Aquella atmosfera sombría nos recordó una frase que decía algo así como: “Nunca fuimos tan lejos como cuando no íbamos a ninguna parte”. Después de esto, nos dimos cuenta que independientemente de que en la otra orilla estuviese el Nuevo Mundo o el infierno, nosotros no íbamos a dudar en vivirlo.

Pero vayamos al fondo de la cuestión. Tras ser censurado, Yung Beef intentó montar su bolo en otra sala de Vigo pero no hubo suerte. “The First” había movido sus hilos, consiguiendo que varios locales rechazasen su actuación. Cuando un artista es expulsado de un evento, lo habitual es que se dedique a aprovechar la situación para darse algo de publicidad y hacer su caso lo más mediático posible. Por suerte, hay otros que deciden apoyarse cuando tocan a uno de los suyos, para así hacer más daño a quienes les joden.

Desde que el cartel del bolo empezó a rularse por redes, quedó claro de qué bando estaba cada persona. Bea Pelea y Buseta decidieron mandar a la mierda su actuación en el Marisquiño y defenderse, conscientes de que mañana podrían ser ellos. Pero no vinieron solos. Hakim, Julián o Brat Star también eligieron estar al lado de su gente, apoyándola. De esta forma, quedó clara otra cosa, que no necesitamos a los políticos para hacer lo que nos planteemos. Nos bastamos teniéndonos cerca y enfrentándonos a la situación juntos. Esta muestra de solidaridad fue lo que convirtió el show de Cangas en algo diferente. Porque lo que se genera cuando la gente desobedece, se organiza y actúa, merece mucho más la pena que toda la comodidad que pueda ofrecerte la simple indignación por redes.

Bea Pelea: "Hacen falta unas Spice Girls en la música urbana"

Las posibilidades que se abren al estar juntas y unidas son infinitas, y si a esto le sumas talento pues te queda un potencial tremendo para reventar el panorama. Esto fue lo que pensamos cuando Bea Pelea nos comentaba que “hacen falta unas Spice Girls en la música urbana”, sobre una eventual unión entre mujeres de la industria. Sí, música urbana, porque como también nos decía Bea, “aburre” que se enmarque a todo el mundo bajo la etiqueta del trap, cuando a poco que te fijas, te das cuenta de que hay un montón de peña haciendo cosas distintas. Esto también pudimos verlo en el concierto, donde el reggaeton de Bea y el ritmo funky de Buseta se juntaron con “Beef Bxy” para darnos con 4 horas de show. Casi ná. Luego que si hacen playback, anda y que os jodan.

El bolo en Cangas no solo fue la contraprogramación del Marisquiño, fue también la evidencia de que el formato típico de concierto en la música urbana ha muerto. No había la típica distinción entre artista principal y teloneros, esto era una movida colectiva en la que todos interactuaban. Mientras, el resto bajaban hasta el piso ante el subidón de la peña que estábamos allí. Acabábamos de presenciar que ser feliz es algo subversivo cuando se hace en colectivo.

Una vez conseguimos llegar a Vigo vimos que quedaba algo en la bolsa, pero nuestros bolsillos estaban ya muy vacíos.

Terminado el concierto y con la perversión que se respiraba en la sala podía pasar cualquier cosa. El único límite era que teníamos que volver a cruzar la ría para seguir con el despropósito. La situación era un poco de guerra sin cuartel para poder subirse a un taxi, y luego pelearte con el conductor para que no te tangara. Para la espera decidimos coger prestada una botella de vino de un bar – ya le mandaremos la edición impresa de El Salto para compensar.Una vez conseguimos llegar a Vigo vimos que quedaba algo en la bolsa, pero nuestros bolsillos estaban ya muy vacíos. Como lo de coger cosas prestadas en los bares iba bien, tuvimos la brillante idea de hacerlo en el de al lado de la discoteca a la que íbamos. Nuestras manos cogieron lo que nuestros ojos deseaban y nos fuimos a comprar la entrada. A la que llegamos a la entrada estaba el puertas con el dueño – que casualmente era el mismo que el del bar, jugada maestra – diciendo que nos pirásemos, que no éramos bienvenidos por esto de prestarnos cosas a nosotros mismos. En ese momento empezó una chapa descomunal por nuestra parte que se saldó con el acuerdo de no entrar hasta el cabo de media hora y portarnos bien dentro, como si fuera el colegio. Gracias dueño por tu comprensión.

Lo que paso después fue una amalgama de sudor y temazos. Y una vez más – pasa mucho últimamente – la gente enloqueció con From darkness with love, será esto del suicidio comercial. Al final terminamos todos desperdigados por la ciudad y con la dirección de la kelly apuntada en la muñeca. Todo se torció cuando ya en la hora del vermut llegaron dos jambos cuarentones, con chandal, riñonera y unos piños de dudosa salud. Nos invitaron a terminar la jornada con ellos, pero eso mejor no lo explicamos que si no nos echan. 

Sobre este blog
Twerkeando en la revuelta

info@elsobresalto.com

Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Música
Música y política Israel gana Eurovisión 2024 antes de la final
Tímidos gestos de protesta de los artistas, actos de censura por parte de la organización y llamamientos al boicot en la semana grande de Eurovisión, un evento que se dice apolítico para justificar la participación de Israel.
Música
La revuelta La fiesta y la revuelta
Del Congo Square de las comunidades negras de Nueva Orleans a los carnavales del Movimiento de los sublevados de la tierra, la música y la fiesta han ido de la mano de la subversión política y social.
#22063
23/8/2018 16:27

Entre mentira y mentira, es verdad que visteis al dueño de una discoteca. Por cierto, decirle a Fernando que lo que le debo no se lo pago.

0
2
#32109
24/3/2019 19:49

bukake a juan

0
0
#22036
21/8/2018 21:06

i cant feel ma soul

2
0
#21965
17/8/2018 16:20

Non entendin nada.

1
1
#21883
15/8/2018 17:04

Cuando escribes en un lugar que no es un club de fans cerrado sino un medio con vocación de amplitud, conviene escribir con la idea en mente de que quienes lean requerirán pistas para entender de qué demonios se habla. Es un principio saludable de la comunicación.

5
1
#21902
16/8/2018 1:14

"Para entender de qué demonios se habla". Tú eres un poquito Flanders no?

4
5
#21888
15/8/2018 19:45

Google tiene tu solución

6
4
Sobre este blog
Twerkeando en la revuelta

info@elsobresalto.com

Ver todas las entradas
Movimiento BDS
Palestina La Universidad Autónoma de Barcelona y la ciencia europea al servicio de Israel
Una investigación destapa los lazos entre la universidad catalana y el entramado universitario israelí, así como sus vínculos con tecnologías armamentísticas.
Migración
Migraciones Patera vacía: navegando en la necropolítica migratoria
Seguimos a un grupo de gente que se resiste a aceptar el designio de la suerte y del azar que hace que haya víctimas o supervivientes de manera injustamente aleatoria.
Periodismo
Jesús Cintora “Nunca había estado tanto tiempo fuera de la televisión o la radio... no sé por qué será”
El expresentador de Las mañanas de Cuatro publica ‘El precio de la verdad’ (Editorial B, 2024), un ensayo sobre el estado actual del periodismo español.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De infiltrados y organizaciones humanitarias
VV.AA.
Destacamos un nuevo caso de agentes policiales infiltrados en movimientos sociales y recordamos que Israel ya lleva 8 ataques a entidades de ayuda humanitaria
La vida y ya
La vida y ya Acampadas
Alguien anuncia el comienzo del taller y se acerca un montón de gente. Practican cómo resistir de forma activa y no violenta ante la policía.

Últimas

Deportes
Deportes Ilegales de Vallecas: rugby de barrio y deporte feminista
Este sábado 18 de mayo tuvo lugar el I Torneo Ilegales en Vallecas, una propuesta para fomentar el tejido social y los lazos entre mujeres de diversas generaciones.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sumar pisa el acelerador y se anima al choque con Sánchez
En el grupo parlamentario están decididos a aprovechar la crisis de los “días de reflexión” para marcar perfil propio y recobrar iniciativa con medidas de agenda “social y democratizadora”.
Más noticias
Cómic
Cómic ‘Grandville’, de ucronías antropomórficas y viñetas ‘steampunk’ victorianas
‘Grandville’, el cómic creado por Bryan Talbot, situó París en una realidad alternativa donde es la ciudad más grande de un mundo poblado por animales, y advirtió del riesgo de creer que los horrores pasados no se repetirán.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De infiltrados y organizaciones humanitarias
VV.AA.
Destacamos un nuevo caso de agentes policiales infiltrados en movimientos sociales y recordamos que Israel ya lleva 8 ataques a entidades de ayuda humanitaria
Opinión
Geopolítica El efecto mariposa en la geopolítica de nuestro tiempo
El planeta se encuentra inmerso en cuatro encrucijadas, cada una de las cuales por sí misma, tiene la potencia para dislocar el mundo que conocimos.
LGTBIfobia
Lesbicidio Cientos de personas en vigilia ante la embajada argentina: “Fue lesbicidio”
Una vigilia en el centro de Madrid señala la responsabilidad del gobierno de Milei en el asesinato de tres mujeres lesbianas en Buenos Aires que fueron quemadas vivas el pasado 6 de mayo: “Es el responsable”.

Recomendadas

Migración
Migración y Asilo La Europa Fortaleza ya está en marcha en Líbano
Líbano devuelve 200 refugiados a Siria en el primer retorno supuestamente voluntario desde que Von der Leyen anunciara el pacto anti-inmigración con Beirut.
Entrevista La Poderío
Cristina Consuegra “La cultura es aquello que te posiciona contra la barbarie”
A Cristina Consuegra es difícil encajarla en una cosa. Consuegra es un torbellino de colores que lo lleva to' palante. Lo mismo organiza un festival de cine de índole nacional en los barrios, que la escuchas en la radio, por citar algo. Consuegra es mucha Cristina y Cristina es demasiada Consuegra.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.