Teatro
Teatro de concertación. Apuntes sobre teatro político en la ciudad resort

¿Tiene alguna capacidad de transformación el teatro político de izquierdas?
Teatro Movimiento Callejero 2
Performance para el 25N del taller de Teatro en Movimiento Callejero en Poblenou. Cedida por Teatro en Movimiento Callejero.
10 abr 2024 08:30

El 3 de noviembre de 2023 el grupo Sleaford Mods daba por terminado su concierto en Madrid tras el lanzamiento de una kufiya al escenario por parte de un asistente. Los británicos después se disculparon diciendo que el asunto de Palestina era algo muy complejo y que ellos solo eran músicos. Sleaford Mods, famosos por sus letras de barrio y proletarias.

Un amigo entonces me dijo que hay que saber diferenciar entre los grupos que son políticos y los que viven de monetizar la política.

En los últimos años, sirva como ejemplo curioso, el CDN (Centro Dramático Nacional) ha lanzado sus temporadas bajo lemas como resistencia, acción, reconstrucción. Siempre con un discurso de transformar la realidad. El mismo teatro dependiente del Gobierno a través del INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música), el mismo INAEM que paga con retraso a los actores y presentó una demanda contra el Sindicato Solidaridad Obrera por convocar paros en los teatros públicos.

El teatro español en general sufre demasiado de solipsismo y de autorreferencialidad

Tampoco podemos olvidar las protestas y reivindicaciones de los trabajadores de Madrid Destino, dependiente del Ayuntamiento de Madrid, y del que dependen, por ejemplo, los teatros de las Naves del Español, tal como refleja el documental Madrid Destino Cultura Turismo y Negocio SA, que fue retirado de la programación de Cineteca en la sede del sindicato CNT Madrid.

Hace unos años en el colectivo La Carcoma acuñamos el término “teatro mermelada”: este teatro se aproxima a las cuestiones sociales y políticas pensando siempre en el aplauso del público, no busca el conflicto, lo problemático queda relegado a una mera enunciación en beneficio de lo sentimental.

No hace mucho vi una obra de teatro en el María Guerrero de una compañía adalid de cuestiones sociales sobre cómo cambiar el mundo. Al final se preguntaban qué hacer para que la gente sin dinero pudiera ver su obra de teatro. La solución era hacer una colecta entre el público. Un teatro público a 25 euros la entrada.

En un céntrico teatro privado madrileño, de los que hacían del riesgo su bandera, hubo una obra, de producción propia, donde se pedía votar al público si se representaba dicha obra, que había sido autocensurada, o en su lugar se hacía un debate acerca de la libertad de expresión. La idea de realizar la obra sin censura no se contemplaba por miedo a perder subvenciones. El público podía elegir, pero se le había hurtado la posibilidad de decidir.

El teatro español en general sufre demasiado de solipsismo y de autorreferencialidad, preso de una burbuja en la que se mira en el ombligo. Sin ninguna duda también de una falta de cultura política.

Evidentemente todo esto que digo pecará de parcial y de injusto. Hablo siempre de Madrid y de una tónica general. Hay gente, salas y compañías que están ahí, luchando por hacer teatro político.

¿Tiene alguna capacidad de transformación el teatro político, concretamente el de izquierdas? Evidentemente nadie va a salir a unirse a un grupo guerrillero. Pero sí que puede servir como herramienta de resistencia, de creación de lo colectivo, de una narrativa proletaria, disidente, en confrontación contra el actual estado de las cosas.

El capitalismo tiene la capacidad de absorber todas las disidencias y convertirlas en productos de mercado

Hay que abandonar la idea de que el teatro es, ahora mismo, primordialmente de izquierdas.

Angélica Liddell y Rodrigo García (no sé si podemos decir que hacen teatro político, pero sí que influyen en la conformación y elaboración de lo político) son autores cuyo discurso puede ser muy bien acogido en la reacción. Solo hay que leer sus periódicos y a sus intelectuales, sus aplausos.

El capitalismo tiene la capacidad de absorber todas las disidencias y convertirlas en productos de mercado. “Una industria para cada emoción. A cada audiencia su ficción. Ahora emblemas culturales, luego eslóganes comerciales” que cantan los Biznaga (en el tema “Mediocridad y confort”, del álbum Sentido del espectáculo, 2017).

Es algo que sufren todas las disciplinas artísticas. Es más, tal como sabían Andrea Levy o Marta Rivera de la Cruz, la cultura te puede dar una medalla de consenso y moderación. Hoy, el Teatro Foro también es usado por ejecutivos de multinacionales para conseguir mayores beneficios.

Y en esto llegó Vox y su guerra cultural y empezó a censurar obras de teatro y a forzar al PP a eliminar otras de las programaciones de los teatros dependientes de las instituciones que gobiernan. Y a montar concentraciones.

De repente el teatro era la primera línea de una batalla política (un frente menor, pero un frente), una posibilidad.

La única batalla que no se puede perder es a la que no te presentas

La respuesta del teatro madrileño ha sido optar por un perfil bajo y acciones simbólicas. En la mayoría de los casos apelando a la cultura y el teatro como lugar de encuentro, diálogo y libertad, incapaz de salirse del discurso liberal. Tampoco se le puede pedir al mundo del teatro más que a la izquierda española.

De Palestina ni hablamos. Una historia de silencio salvo honrosas excepciones. ¿Se puede esperar la existencia de un teatro político antagonista cuando la mayoría de la profesión opta por no posicionarse? Gente que habla de teatro social, que imparte cursos de teatro social para cambiar la realidad.

Una vez más el teatro que prefiere estar encerrado en sus cuatro paredes. La ruptura de la cuarta pared solo como mero tropo estético.

Cuatro de cada diez actores en España viven por debajo del umbral de la pobreza, aunque tengan varios empleos se puede leer en una publicación de El Salto.

Fusilo esto del artículo: el 77% de los actores ingresa al año menos de 12.000 euros. Y dentro de ese 77%, el 48%, casi la mitad de todos los profesionales del sector, gana menos de 3.000 euros. Solo el 7% de los actores y actrices en España supera los 30.000 euros anuales por su trabajo artístico.

La precariedad sin duda es un elemento disciplinador, la precariedad del teatro con sus amenazas y sus promesas es, sin duda, una forma de que el discurso sea más dócil.

De la explosión del teatro off durante la crisis financiera del 2008 a la crisis de las salas alternativas durante la recuperación económica y el gran golpe del COVID. De aquella explosión de creatividad de teatro en salas alternativas que permitían ver en algún caso propuestas más arriesgadas y comprometidas, apenas hoy queda algo. Muchas salas cerraron y otras tratan de sobrevivir mediante multiprogramación y una oferta más accesible mientras ven cómo proliferan los escenarios off en teatros públicos. Cualquier día el CDN abre un espacio en el ropero para propuestas alternativas.

Madrid no es una ciudad, es un resort. Los últimos gobiernos autonómicos y municipales de Madrid han sido una barra libre de neoliberalismo y capitalismo. Se han ido eliminando todos los espacios que suponían un proyecto de cultura, política y convivencia no mediada por las relaciones mercantiles. Desde Centros Sociales Okupados a espacios cedidos a asociaciones y vecinos. Nada fuera del mercado. Aquí también se pueden incluir aquellos lugares en los que se hacía teatro sin ser una sala de teatro. Política institucional en favor del turista, el negocio y la especulación.

Pregunto a Isa de TeatrEko, grupo de teatro político formado por mujeres que tienen su base en la EKO de Carabanchel. “Consideramos que la cultura tiene que llegar a todo el mundo. Debe estar presente en los espacios de lucha y reunión de los barrios, por eso actuamos en centros sociales, librerías de barrio, huertos urbanos [...] No actuamos para instituciones ya que no nos gusta estar sometidas a sus criterios, ni a sus censuras, ni a sus horarios. No queremos sus logos junto a nuestro nombre. Actuamos para el público que nos apetece, con el que compartimos espacio y nos comunicamos, con el que después charlamos sobre la obra. Se trata de que sea una herramienta para que todas nos sintamos con la seguridad de realizar actos creativos para compartir con otras”.

¿Y qué hacer ante la ofensiva contra lo común? El teatro, como los movimientos sociales, debe buscar la manera de salir de las dinámicas meramente defensivas. No sé si se está creando ahora mismo en esta ciudad un teatro que intente, tanto en su forma, como en sus planteamientos políticos de discurso y trabajo, superar la lógica actual del capital. Hay focos de resistencia, pequeños fueguitos. No sé si hay una posibilidad actual de marchar juntas.

Madrid no es una ciudad, es un palacio de congresos

El teatro madrileño está preso de las dinámicas de acontecimiento y aluvión. Es difícil que una producción no grande pueda encontrar una estabilidad en la programación, teniendo que conformarse con una actuación a la semana, o apenas unos días seguidos, e ir buscando escenarios continuamente.

El trabajador teatral no puede distinguir ya el ocio del trabajo, el ocio se convierte en un espacio en el que hacer contactos, networking para poder seguir trabajando y poder seguir pagando el ocio donde hacer contactos para conseguir trabajo.

Lo común se disuelve en relaciones de interés económico. En este escenario es difícil significarse como un radical. Quién no está dispuesto a autoexplotarse para situarse mejor en el escaparate

Sobre ricos, teatro y capital cultural, Yaiza Berrocal ha escrito un texto esclarecedor sobre cultura y clase social, sobre cómo el arte sirve desde tiempos inmemoriales para tapar las vergüenzas de la clase dominante.

Yaiza nos habla de cómo una serie de hijos e hijas de las clases dominantes no solo copan el teatro, sino también las narraciones de los oprimidos, los de abajo, la clase trabajadora, les disidentes sexuales y de género, las pobres. Llaman a visibilizar lo que es capitalizar. Monetizan. Sus voces callan a los que deberían contar. Su visión es la del turista la mayoría de los casos.

“Así, una puede estudiar un máster de teatro en Londres y regresar para hablarnos de la precariedad de la juventud española; ser integrante de la aristocracia más rancia de los Grandes de España y hacer teatro político; crear teatro comunitario sin remunerar a los actantes” .

Nos encontramos ante el robo de la plusvalía de nuestras miserias, de nuestras condiciones de vida, que terminan en el bolsillo de un rico mediante su transformación en obras políticas y sociales que no molesten ni cuestionen mucho.

Nuestra miseria convertida en “siente un pobre en su escenario”.

Lo personal es político

“Esta máxima ha servido para que muchos la retuerzan y lo político quede relegado al final de la obra, al fondo. El debate se desplaza y cabe todo. Lo que sea mientras esté envuelto en arte. Te dicen que hay que hacer teatro político pero no panfletos. Lo que pasa es que a poco que rasques llaman panfleto al hecho de posicionarse políticamente. Llegaremos a considerar una obra abiertamente fascista como teatro político”, Ruth Sánchez, dramaturga.

Insisto. Esto es un texto que probablemente no sea justo del todo. Ni pretende ni puede.

Insisto. Madrid no es una ciudad, es un laboratorio del capitalismo más cruel. Es una meseta de tierra quemada y almas arrasadas. Bombardeada durante décadas por bombas de racimo ideológicas del sálvese quien pueda y coge el dinero y corre.

Son tiempos de incertidumbre

El teatro político madrileño afronta los mismos problemas que la izquierda y los movimientos sociales. Y a pesar de todo hay resistencias, fueguitos, en el corazón de la bestia.

El texto de Yaiza no solo se queda en la denuncia, habla de recuperar ese espacio, de educar a nuestros hijos para que se coman a los suyos.

Quizás, como decía Brecht, hay que volverse a encontrar con el odio.

Como dice Heine Müller, hay que volverse a encontrarse con el odio si uno no quiere reproducir frases que pasado un tiempo se multipliquen por cero.

No el odio que lleva a la frustración y al nihilismo. El odio a este presente y a lo que anuncia. Para que el teatro vuelva a conmover. Para que haga temblar con lo que ha de venir.

Música
Entrevista a Lujuria Óscar Sancho (Lujuria): “La música se ha convertido en producto”
Conversamos con Óscar Sancho, cantante del grupo de heavy metal Lujuria, sobre su nuevo trabajo y toda la dimensión política que despliega.
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Literatura
Azahara Palomeque “Yo quería hacer una novela que fuera un torrente de voz”
Azahara Palomeque realiza en su última obra, ‘Huracán de negras palomas’, un ácido repaso de la desigualdad, la racialización y la soledad, en el marco de unos Estados Unidos de difícil redención ética.
Literatura
Literatura La Feria del Libro de Buenos Aires, sin plata
La 48º edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires no es una más, se volvió un síntoma de la situación del libro y su industria en la Argentina gobernada por la extrema derecha.
O prelo
O prelo Collige, Kylie Jenner, rosas
A editora Catro Ventos trae á lingua galega Na sala dos espellos, de Liv Strömquist.
pat.calvo.lopez
12/4/2024 19:14

Muy interesante este artículo y bastante ajustado, creo, a la realidad. Pero me ha resultado curioso que no se hable del trabajo que el Teatro del Barrio lleva realizando estos últimos años, tanto como modelo alternativo de negocio como por la programación, que es muy política. Soy socia de la cooperativa, a lo mejor no soy muy objetiva, pero me parece de lo más interesante que hay en Madrid.

0
0
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Investigación
Investigación Diez millones a dedo en cinco años: así pagaron Feijóo y Rueda la lealtad de la prensa afín con dinero público
Desde ‘La Voz de Galicia’ hasta el canal de extrema derecha de Javier Negre, los últimos dos presidentes de la Xunta de Galicia han repartido entre la prensa más acrítica con la gestión de sus gobiernos al menos 3.686 contratos sin concurso previo.
Educación pública
Huelga de profesorado 30.000 profesores de la Escuela Pública madrileña echan un pulso a Ayuso en el primer día de huelga
Cerca de 30.000 profesores y profesoras han marchado la tarde del miércoles como colofón a la primera jornada de huelga, de las dos convocadas para este mes. La próxima cita será el 21 de mayo.
Palestina
Universidades Estudiantes de la Universidad de Alicante acampan para pedir el final del genocidio
Comienzan la acampada con una jornada en la que han realizado charlas, asambleas y un taller de pancartas en el campus de San Vicent del Raspeig.
Análisis
Análisis Del Black Lives Matter a la lucha por Palestina: la internacionalización del antirracismo
No se entiende un posicionamiento tan claro desde el centro del imperialismo como es el de las acampadas, sin ponerle una genealogía de lucha, de construcción de pedagogía, de resistencia y confrontación por parte de las poblaciones racializadas.
Genocidio
Genocidio Boicot a Eurovisión: porque las canciones no tapan genocidios
El próximo 11 de mayo se celebra el clásico Festival de Eurovisión, esta vez en la ciudad sueca de Malmö, en el que participa un país investigado actualmente por genocidio y que desde hace décadas comete crímenes contra la humanidad.
Genocidio
Genocidio Los Gobiernos europeos reprimen las muestras de apoyo a Palestina ante la inminente masacre de Rafah
Estados Unidos suspende por el momento la entrega de bombas a Israel ante la perspectiva del arrasamiento de Rafah. La UE organiza un seminario con el ministro de Exteriores y sus gobiernos reprimen las muestras de apoyo a Palestina.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
El Salto Radio
El Salto Radio Roses amb espines: feministes
Encentem una sèrie radiofònica sobre les pioneres del periodisme en català amb la història de Dolors Monserdà, Carme Karr i Llucieta Canyà.
Más noticias
Universidad pública
Acampadas propalestinas “Es nuestro deber señalar la complicidad de nuestras universidades con el genocidio”
Arrancan las acampadas universitarias en Madrid para exigir el fin de las relaciones con Israel y el apoyo a las víctimas del genocidio. Las acciones de protesta están ubicadas en Ciudad Universitaria, centro simbólico de la lucha universitaria.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Educación pública
Huelga de profesorado La Marea Verde vuelve a vaciar las aulas para tomar las calles de Madrid
Con un seguimiento que supera el 65% la primera jornada de huelga del profesorado madrileño transcurre entre piquetes y marchas por todos los puntos de la Comunidad de Madrid para exigir que se reviertan los recortes.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.

Recomendadas

Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.