We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
En mi cabeza resuenan la tristeza y demasiada melancolía. Como ocurre cada vez que escucho esa canción de El último de la fila, que tanto sonaba en las casetas de las ferias en Estepona o Manilva. ¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité? Una canción que me transporta a esa juventud, a aquellos momentos y aquellos años. Años llenos de naturaleza, de interminables paseos por el Canuto de la Utrera, de noches en el refugio de Los Reales y de días inolvidables en Sierra Bermeja. Gracias a personas como Domingo López, Pepe Guerrero o Felipe Román pude abrir los ojos a la naturaleza, aprender de sus conocimientos de la vida natural, adentrarme en el mundo maravilloso de la botánica o iniciarme en la ornitología. Paseos por arroyos llenos de vida, acciones de denuncia recogiendo basura en algún paraje maravilloso, …una afición y una mirada hacia el mundo que aún hoy conservo. Cuando vi por primera vez un mirlo acuático o una nutria está en mi retina como si fuera ayer. En cierta manera yo aprendí a ser ciudadano andando por el monte.
Decía que esa canción me producía tristeza, no porque me gustara mucho, sino porque resuena con dolor lo que significa recordar esos momentos de encuentro con tu paisaje más cercano y su paisanaje. También duele esa pregunta porque es lo que está pasando ahora mismo. Después de que el fuego arrasara buena parte de Sierra Bermeja y parajes aledaños no había visto tanta gente preocupada por la sierra como ahora. Lo increíble es que el Grupo Naturalista Sierra Bermeja (GRUNSBER) ya hace treinta años planteó la protección de Sierra Bermeja. Otras entidades se sumarían en estas décadas a este trabajo de denuncia y lucha por la protección de Sierra Bermeja.
Tampoco es la primera vez que se incendia, ya sabemos que algo habitual fue ver la sierra arder para gran parte de los lugareños, pero ¿por qué ahora con fuerza se retoma la idea de su protección como parque nacional? ¿ha hecho falta un desastre así para que buena parte de la ciudadanía se pronuncie sobre esto? ¿por qué no han querido los responsables políticos de todas las administraciones competentes abrir un debate en su momento? ¿por qué dejaron fuera a Sierra Bermeja del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, cuando fue precisamente desde Estepona donde se comenzó la pelea? Demasiado cinismo veo en políticos que antes gobernaban, otros que ahora son oposición y gobernaban antes… A ver cuánto les dura la bandera de lucha que han tomado ahora por Sierra Bermeja, cuando la corresponsabilidad de sus acciones no muy lejanas en el tiempo ha propiciado el abandono del paraje natural y su protección. ¿Dónde estaban entonces cuándo tanto necesitábamos la protección de la sierra?
El modelo de desarrollo económico de la Costa del Sol es en sentido estricto contrario a la conservación del medio natural. Lo natural para este modelo es la depredación del litoral, la usurpación de los espacios naturales por espacios de ocio y turismo, y el agotamiento de los acuíferos. Tras cuarenta años el movimiento ecologista alertando de todos estos problemas, aún sigue el ladrillo y el campo de golf como máximo ejemplo de prosperidad y futuro. Nada más lejos. Todas las contradicciones que se generan en la naturaleza se resuelven de una manera u otra, de forma catastrófica. No es lo mismo urbanizar en un arroyo, como ha pasado en buena parte de la Costa del Sol, que construir en las faldas de un volcán, como ha sucedido en La Palma. Hay una diferencia cuando se venden casas en arroyos que después sabes que van a volver a su cauce (cosa habitual con las lluvias torrenciales que inundan buena parte de la provincia de Málaga y han provocado destrucción e incluso muertos). Evidentemente si te compras una casa en las faldas de un volcán activo, evidentemente debes saber que algún día puede explotar. Al final la naturaleza lo que hacer es reclamar su lugar.
Curiosamente a cinco días de la extinción del fuego de Sierra Bermeja se ven los pujantes indicios de regeneración inmediata que tiene el monte y el bosque mediterráneos. Tal como refieren los naturalistas David Torralba o Felipe Román desde sus redes sociales, la coscoja reverdece, el palmito aguanta, algunos árboles no fueron tan dañados, la esparraguera está verde…En fin toda una visión positiva de que ante tanto desastre la naturaleza busca de nuevo su lugar…
Pero volviendo al origen del problema, mientras se esclarece quién o quiénes personas con nombre y apellido metieron fuego al monte, la cuestión del incendio tiene que ver con un modelo de desarrollo económico que condena a la flora y fauna silvestres a la extinción. La chispa que incendió la sierra es el mismo sistema de siempre, y siempre hay responsables detrás de todo esto.
Acabo de leer que en el festival de cine de San Sebastián se ha presentado una cinta sobre el grupo musical La Polla Récord, dirigida por ese gran director que es Javier Corcuera. Ahora caigo que a mí en verdad lo que me gustaba era el punk por aquellos años mozos. Y ahora se me viene una canción que más que melancólica y nostálgica, está llena de rabia. Espero no tener que escribir otro artículo sobre un incendio en Sierra Bermeja, porque si no en vez de citar esa canción que dice ¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité? tendríamos que comenzar con esta otra que dice: la solución es una cámara de gas, con los políticos adentro. Amén de la Polla Récord.
Y por aportar una solución: aprovechemos el debate social iniciado para tomar conciencia sobre Sierra Bermeja y nuestros montes y así al menos darle al menos un golpe a un sistema que extingue y quema la vida.