Fronteras
Crónicas del espanto

Hay muchas formas de ocultar o negar la humanidad del otro: todas están siendo aplicadas magistralmente en estos tiempos. Una deshumanización sistémica, programática, está configurando lo que se viene. 

Concentracion  ministerio exteriores 4
Concentración en protesta por la situación en la frontera griega Álvaro Minguito
Sarah Babiker
5 mar 2020 10:52

Convengamos que somos seres humanos. Que hay cosas que, en principio, nos espantan. Las bombas reventando edificios, o casas donde viven abuelos que apenas pueden subir y bajar escaleras, proyectiles que horadan las paredes de habitaciones infantiles, el yeso sobre los peluches de los niños, el brazo seccionado de un adolescente, el llanto de una cría al que nadie responde. 

Asumamos que somos personas, que todo nos empuja a querer huir de la guerra y la muerte. Que pondremos nuestra fuerza toda en la empresa de salvar a los nuestros, que usaremos nuestra inteligencia, nuestro instinto, nuestro aliento, todos nuestros recursos para sobrevivir, que si la posibilidad de vivir se insinúa detrás de un desierto, lo atravesaremos, si la esperanza de un futuro se encuentra detrás de un alambre espino, lo treparemos aunque nos sangren las manos, si el único horizonte para nuestras hijas se esconde tras el mar, nos embarcaremos aunque sea en una barca de juguete. 

Pues si de salvar a quienes queremos se trata, si de escaparle a la muerte rápida de la metralla, o a la muerte lenta del terror, o a la agonía de la miseria se trata, nos saltaremos todas las leyes humanas, todos los acuerdos bilaterales, todas las políticas migratorias que se nos pongan por delante. Violaremos todas las fronteras, y vulneraremos todas las normas si es nuestra vida y la de los nuestros la que está en juego. Eso hacen los seres humanos desde el principio de los tiempos, y si me remito a algo tan básico, es porque tengo la mirada llena de espanto y necesito recordar lo esencial para tocar tierra.  

Si de salvar a quienes queremos se trata, nos saltaremos todas las leyes humanas, todas las políticas migratorias que se nos pongan por delante.  Violaremos todas las fronteras, y vulneraremos todas las normas    

Tocar tierra firme, en la orilla europea del Mediterráneo. Tocar un suelo seguro, lejos de la amenaza de las armas que Europa exportó. Transitar caminos que lleven a un futuro, lejos de los estrechos pasadizos de los campos de refugiados, esos que no llevan a ninguna parte. Arribar al lado de la frontera donde se supone, solo se supone, que no se te puede tratar ya como un animal apátrida, carne de mercadeo con el rico norte, presa fácil de violencias y tráficos. ¿Quién no haría esa apuesta? 

Para mí, el debate acabaría aquí, sobre este hecho irrefutable. Y de aquí mismo, también, saldría cualquier ley, cualquier medida, cualquier disposición. Suena ingenuo, ¿verdad?, irreal, quimérico, así como a reflexión buenista que está pidiendo a gritos un “pues los metes en tu casa”. Hablar de que somos seres humanos no está de moda en la real politik de nuestros tiempos, esa que practican twitteros y tertulianos, primeros ministros y taxistas, y algún conocido tuyo que hace cinco años se puso la foto de Aylan Kurdi en su perfil de facebook. En 2015 la imagen de un niño muerto, sobre la playa, extendió el dolor por medio planeta. Al niño que cayó al agua un frío lunes del 2020 se lo ha tragado el silencio. Hay muchos más niños, niñas que ya no están, se fueron en un mar de silencio. 

Acordemos que un pequeño ahogado es un puñetazo en las entrañas para todas nosotras, nosotros, seres humanos. No, mejor ya no acordemos nada, la humanidad está rota. Espanto.

Estos días el espanto llega en todos los formatos: Responsables políticos corroborando a cielo abierto que la política migratoria comunitaria es una política penitenciaria que solo cambia de carcelero, una sentencia de muerte que alterna verdugos. Ciudadanos que se organizan y movilizan para repeler a quienes buscan tierra firme  —y si lo hacen es porque creen en una causa, y si se unen es porque esta causa les proporciona sentido— vecinos que insultan y gritan a gente mojada, asustada, desprovistos de todo poder sobre su propio destino. El espanto de las barcazas grandes, haciendo temblar precarios botes con gente agotada. El espanto de hombres fuertes, al abordaje de familias debilitadas. 

Y el espanto que alimenta a todos estos espantos: las cosas que hay que oír y que leer, los cuentos que se cuentan quienes no ven la humanidad en los otros, quienes, directamente se la niegan. Hay muchas formas de hacer esto: todas están siendo aplicadas magistralmente en estos tiempos. Una deshumanización sistémica, programática, está configurando lo que se viene. Negar la agencia del otro, reducirlo a peón, pieza al servicio de un plan mayor: de una oscura amenaza geopolítica. Dar al otro en la Historia, pero también en la forma que nos contamos el presente, un rol chiquito: víctima de oscuras mafias, mercenario de oscuros planes de invasión. Un nadie, un paria, un pelele, alguien al que temer o por quien despreocuparse.  Y ya.

Ya hay gente dispuesta a abandonar la cháchara y poner el cuerpo: no para la resistencia si no para la acción matona, unirse con otros, pertenecer a algo que consideran grande, construir sentido sobre el miedo y el dolor de quienes buscan tierra firme 

Lo tenemos todo aquí: bien armado. Un discurso que justifica cualquier cosa en la frontera, entonado sin pudor por las instituciones, cacareado por todas partes, como un eco hostil que inunda las ciudades y las redes. La propaganda alterizante que autoriza el golpe. Pero también tenemos lo otro, algo que no siempre estuvo allí: gente dispuesta a abandonar la cháchara, y poner el cuerpo: no para la resistencia si no para la acción matona, unirse con otros, pertenecer a algo que consideran grande, construir sentido sobre el miedo y el dolor de quienes buscan tierra firme. Las manos, en fin, listas para dar el golpe donde se señale. 

La guerra contra los otros sigue reclutando voluntarios, cada vez más orgullosos de sí mismos, intuyen que su momento está por llegar. Para cuando llegue, quién sabe ya cuántas autoritarias espaldas habrá palmeado la UE por hacer de “escudo protector”, como ha hecho con  el primer ministro griego esta semana. Para cuando pase, quién sabe cuántos formaremos ya parte de “los otros”. Quizás todas las que aún acordemos que sí, que somos seres humanos. Las ingenuas y los espantados.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Migración
Migraciones Patera vacía: navegando en la necropolítica migratoria
Seguimos a un grupo de gente que se resiste a aceptar el designio de la suerte y del azar que hace que haya víctimas o supervivientes de manera injustamente aleatoria.
Fronteras
Migración en primera persona “Nos tratan como si no fuéramos personas”
Participante del curso Las migraciones en el centro: contra la deshumanización de las fronteras, de la Escuela de Periodismo Crítico de El Salto, Jamal relata su experiencia migratoria desde que llegó a Melilla siendo un menor.
Migración
Migración Maternidades migrantes: criar entre la precariedad laboral y la ley de extranjería
Sin redes familiares en las que sostenerse y en un contexto laboral enfrentado con la conciliación, las madres migrantes se ven especialmente expuestas a la precariedad.
#48598
5/3/2020 16:01

El monstruo del fascismo cabalga de nuevo las mentes necias y alineadas. Mientras un nuevo giro de tuerca hace chirriar los engranajes de una maquinaria bélica que promete arrasarnos a todos en pos de su ansia expoliadora... Muy malos tiempo para la lírica, pero aún peores para la inaccion

2
0
Elecciones
Elecciones europeas La izquierda lleva sus cuentas pendientes a unas Europeas que ponen a prueba el contraataque de Sánchez
El Partido Popular y Vox plantearán una campaña en clave nacional contra el “sanchismo”. El presidente del Gobierno ha salido reforzado en las encuestas tras las elecciones catalanas pero no superará al PP según una reestimación de datos del CIS.
Desigualdad
Gary Stevenson Gary Stevenson: “Permitimos que el debate económico esté dominado por ricos y eso conduce a una idiocracia"
El londinense pasó de ser el trader más rentable de uno de los mayores bancos del mundo a convertirse en un activista contra la desigualdad y contarlo todo en su primer libro.
Extractivismo
Extractivismo Varela y su arena: una lucha por la supervivencia en Guinea Bissau
En una pequeña localidad de Guinea-Bissau, un grupo chino, apoyado por actores senegaleses y el propio Estado guineano, planea explotar los recursos minerales y la arena de la región.
Genocidio
Genocidio La Corte Internacional de Justicia ordena a Israel detener la ofensiva de Rafah de manera inmediata
El Tribunal de la ONU da un nuevo aviso al Gobierno de Netanyahu y le ordena detener la ofensiva de Rafah ante la constatación de que sus anteriores órdenes no han sido cumplidas.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Extrema derecha
Opinión “La alianza global de los patriotas” y el oxímoron “anarcocapitalista”
Tanto la extrema derecha de Milei como la de Abascal pueden confluir en que la ‘libertad’ sea reducida sólo al privilegio de acumular, en un ‘fascismo de mercado’.

Últimas

Palestina
William Schabas “Vemos cómo el derecho internacional puede usarse a favor de los estados del Sur Global”
Este abogado analiza la trascendencia de la solicitud de órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant tomada por el Tribunal Penal Internacional en el marco del genocidio llevado a cabo por Israel en Palestina.
Barcelona
Espacio público El Parque de Louis Vuitton y el vecindario fuera del Güell
Cientos de vecinos se manifestaron contra la privatización que el Ayuntamiento de Jaume Collboni ha hecho del parque público más emblemático de Barcelona para acoger un desfile de la marca de lujo francesa que patrocina la Copa América de vela.
Arte
Arte El arte visual de Mahmoud Alhaj ilustra la huella de la violencia de Israel en Palestina
El artista Mahmoud Alhaj expone en Barcelona su proyecto ‘Violence 24/7’, una alegoría visual sobre los efectos que la ocupación israelí tiene en los sujetos, la conciencia y la geografía palestina.
Medio ambiente
Estreno 'Altri: a sede insostible’, un documental sobre los futuros efectos de la celulosa proyectada en A Ulloa
Este viernes 24 de mayo, El Salto y Xarda estrenan un proyecto audiovisual sobre cómo una multinacional portuguesa pretende destruir recursos naturales y sociales en el corazón de Galicia con la creación de una pastera diez veces más grande que ENCE.
Palestina
Palestina Cientos de estudiantes toman la Universidad Humboldt de Berlín en apoyo a Gaza
La ocupación de la institución, renombrada “Instituto Jabalia” en honor al campo de refugiados de Gaza, termina con el desalojo de la policía 30 horas después.
Más noticias
Explotación laboral
Derechos laborales Condenan a Marina Beach por despedir a una trabajadora que se quejó por whatsapp
La trabajadora pidió por el grupo de chat de la empresa que cubrieran las necesidades básicas de material que tenían los empleados y fue despedida.
Minería
Mineras contra el territorio La minera que provocó un conflicto en Groenlandia irrumpe con proyectos en Castilla y León y Extremadura
La polémica compañia australiana ETM, protagonista del convulso proyecto de Kvanefjeld (Groenlandia), tras los planes extractivistas de Villasrubias y El Payo (Castilla y León ) y Salvaleón, en la extremeña Sierra de Gata.
Centrales nucleares
Nucleares Cuando una nuclear cierra
El cierre de centrales nucleares es común, con 213 ya cerradas y solo 60 en construcción. Desmantelarlas es complejo, como en Almaraz I, cuyo proceso iniciará antes de 2027.
Sindicatos
Sindicatos Los convenios estatales, autonómicos y provinciales articulan una protección laboral en cascada
CCOO defiende la articulación de los convenios estatales, autonómicos, provinciales y de empresa para dar cobertura a todas las personas trabajadoras de todos los sectores.

Recomendadas

Sanidad pública
Conciliación en entredicho Enfermeras denuncian que hospitales madrileños están bloqueando reducciones de jornada
De cara al próximo verano grandes hospitales de la Comunidad de Madrid están impidiendo que las profesionales del sector de la enfermería acumulen horas para poder librar días enteros, derecho adquirido que va en retroceso.
Fake news
Investigación Así se financia la desinformación en Murcia: ‘OkDiario’ y ‘EsDiario’, los favoritos de López Miras
El Gobierno murciano ha repartido más de 240.000 euros a medios de desinformación en los dos últimos años. De ellos, Eduardo Inda se ha embolsado casi la mitad y EsDiario 54.355 euros.
Cine
Cine y vivienda ¿Dónde están los desahucios en las películas españolas?
Con excepciones señaladas como ‘En los márgenes’ o ‘Antidisturbios’, el conflicto de la vivienda sigue ausente de las ficciones que aspiran a retratar nuestro presente.