Medio ambiente
Ecocidio, un nuevo delito para un crimen global

En los últimos años ha cobrado fuerza la inclusión de un quinto delito en el ámbito de la Corte Penal Internacional: el ecocidio. Diferentes grupos de juristas y ecologistas abogan por la inclusión de este crimen no solo en el Estatuto de Roma, sino en todo tipo de legislaciones nacionales y regionales para que los tribunales tengan un mayor peso en la protección del medio ambiente.
Amazonas fuego
Fuegos en la Amazonía en el año 2019, vistos desde la Estación Espacial Internacional. Foto: ESA/NASA – L. Parmitano

Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com

17 sep 2022 06:07

La mayor causa judicial jamás instruida en España por un delito medioambiental, la del desastre del Prestige, acabó con una única condena de prisión. Fue inicialmente de nueve meses y no recayó en ninguno de los cargos públicos que gestionaron los pasos previos al hundimiento del viejo petrolero ni en ningún directivo de alguna de las compañías del entramado empresarial que lo operaba. Ni siquiera tras concluir la Audiencia Provincial de A Coruña en 2013 que el estado del barco implicaba que este nunca debió obtener los permisos para portar la carga tóxica que impactó contra 2.000 kilómetros de costa, provocando uno de los mayores desastres medioambientales de la historia de Europa. Solo se condenó a prisión al capitán del barco, Apostolos Mangouras, por desobediencia a la autoridad, al tardar tres horas en acatar la orden de alejar aún más el barco de la costa española. “Y eso que fue el único que pidió cosas totalmente lógicas para evitar el ecocidio”, lamenta Maite Mompó, directora de la campaña Stop Ecocidio en España. Mangouras, al que el Supremo español aumentó en 2018 la condena a dos años por un delito contra el medio ambiente, fue declarado responsable civil principal, aunque la propietaria Mare Shipping Inc acabó siendo la subsidiaria a la que la justicia española exigió 2.500 millones de euros. Juicios y arbitrajes mediante, la cifra se acabó rebajándo a 900 millones, montante que la aseguradora London P&I Club, 20 años después, sigue litigando. Aún no lo ha abonado.

En el caso del desastre de Bhopal (India), una fuga química en una fábrica de plaguicidas que mató a unas 25.000 personas y afectó a medio millón más en un radio de 40 km2, el proceso acabó con ocho condenas de prisión, todas a empleados de la fábrica. Ni rastro de directivos encarcelados. La principal propietaria, una filial de la estadounidense Union Carbide, sí fue condenada en India a una multa de 500.000 rupias. Unos 8.000 euros. 

La primera persona en entrar en prisión por un delito medioambiental en España lo hizo hace solo 25 años

La historia de los juicios por desastres ambientales es ardua para sus víctimas. Hay casos especialmente sangrantes, como el de la demanda de Ecuador y damnificados por el derrame de 80.000 toneladas de residuos petrolíferos en la Amazonía ecuatoriana por parte de Chevron, más tarde fusionada con Texaco. La petrolera, responsable de devastar medio millón de hectáreas de selva, ni siquiera ha pagado para restaurar la zona o indemnizar a la población afectada, y eso que un tribunal ecuatoriano la condenó a desembolsar 9.500 millones de dólares. Aunque la inmensa mayoría de las veces no hay ni juicio. Véase el caso de la extracción de arenas bituminosas en Alberta (Canadá) o, más cerca, la degradación del Mar Menor, entre las decenas de tragedias ambientales del planeta. No hablemos ya de desastres no focalizados, como la sobrepesca o la crisis climática ligada a la extracción y quema de hidrocarburos, aunque juicios como el que llevó a cabo un grupo de organizaciones ecologistas contra Royal Dutch Shell acabase en una condena contra la petrolera a reducir sus emisiones un 45% en 2030. Todos estos procesos, además, se han dado en las últimas décadas. Antes, difícil ver litigios similares, y menos penales.

Salto de gigante

El relato de los delitos ambientales es aún joven. Un ejemplo: en España la primera persona en entrar en prisión por un delito medioambiental —Josep Puigneró, por contaminar con su empresa textil varios afluentes del río Ter— lo hizo hace solo 25 años. Sin embargo, ahora, en un mundo inmerso en la crisis climática y la sexta extinción masiva de especies, un variado conglomerado de grupos y juristas quiere dar un paso de gigante en lo referente a la legalidad medioambiental global: la creación de un delito internacional de ecocidio.

“Cuando hablamos de ecocidio hablamos de un grave daño, una escala superior, de atacar las bases de la vida”, explica Maite Mompó

“Vemos muy muy clara la necesidad de crear esta nueva figura delictiva, que no es cualquier daño medioambiental; eso es algo que ya tenemos”, señala a El Salto Maite Mompó. Ella es la directora de la rama española de Stop Ecocide, una campaña internacional fundada en 2017 por la abogada escocesa Polly Higgins —fallecida en 2019—, quien pasó los últimos años de su vida dando forma a una idea que ya ha llegado a los principales foros de debate global. “Cuando hablamos de ecocidio hablamos de un grave daño, una escala superior, de atacar las bases de la vida. Creemos que tiene que estar con los peores crímenes que se pueden cometer”, explica Mompó. Es por ello que desde esta organización buscan que el ecocidio sea incluido como el quinto crimen —tras genocidio, guerra, agresión y lesa humanidad— del que se ocupe la Corte Penal Internacional (CPI).

Chevron contaminación Ecuador
Chevron dejó cientos de pozos llenos de petroleo en las cercanía al Lago Agrio Caroline Bennett

“Los delitos contra el medio ambiente, su marco penal, no alcanzan a reflejar la extrema gravedad que tiene un delito de ecocidio”, apunta por su parte Adán Nieto. Este catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) forma parte de un grupo internacional de juristas que aboga por la puesta en marcha de una Convención Internacional sobre el Delito de Ecocidio para que este se sitúe al lado del genocidio en el derecho penal internacional. Aunque hay voces que abogan por la creación de un Tribunal Internacional de Medio Ambiente independiente, el consenso mayoritario es que sea la CPI la que integre el nuevo delito en su jurisdicción. Lo haría en un proceso relativamente similar al que se siguió con el delito de agresión, que aunque estuvo desde el principio en el Estatuto de Roma —el instrumento constitutivo de la CPI—, no fue definido hasta 2010, ocho años después de que entrase en vigor el Estatuto.

Ya hay una veintena de países, encabezados por Vietnam, que tienen integrado el delito de ecocidio en su legislación

Más allá de los grupos que promueven la tipificación internacional del nuevo crimen, el debate ha llegado ya a los centros de poder. El 2 de julio, en el 20º aniversario de la CPI, el ecocidio y su posible implementación en la Corte fue un tema estrella en el debate. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha apoyado en repetidas ocasiones la propuesta, que cuenta también con el soporte de organismos como la Unión Interparlamentaria, que, a instancias de Bélgica —un país que se ha volcado con el desarrollo del nuevo delito—, pidió a los parlamentos del mundo que analicen la posibilidad de desarrollarla. Además, en febrero, el Parlamento Europeo instó por segunda vez a los Estados miembro a que apoyen la penalización internacional del ecocidio y su legislación en la UE.

Paso a paso

Precisamente, el catedrático de la UCLM ve en la UE uno de los principales polos para la expansión de este delito. “Deberíamos discutirlo en el marco europeo y que se produjera una armonización por parte de la UE del derecho penal de los países miembros”. Una directiva europea que obligase a los integrantes de la Unión a introducir el delito de ecocidio en su legislación “sería un paso decisivo”, indica, para la llegada de este a la Corte Penal Internacional. 

Ya hay una veintena de países del mundo que lo tienen integrado en su legislación, encabezados por Vietnam, que fue el primero en hacerlo movido por las secuelas medioambientales que dejó el uso masivo del Agente Naranja por parte de Estados Unidos en la guerra que enfrentó a ambos países. También lo instauraron varias naciones del este de Europa y Asia, aunque Nieto remarca que hay amplias diferencias en lo que cada país reconoce como ecocidio. Otros, como Bélgica o Francia, han anunciado su futura implementación. 

“Desgraciadamente, estamos muy acostumbrados a que las agresiones ambientales queden impunes”, lamentó Juantxo López de Uralde en el Congreso

En España, la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso aprobó en mayo una resolución para que el Gobierno impulse el reconocimiento del ecocidio como delito internacional. El coordinador de Alianza Verde y diputado por Unidas Podemos, Juantxo López de Uralde, impulsor de la resolución, hizo referencia entonces a las “agresiones ambientales enormes” que ha sufrido el país y que quedaron sin castigo ni consecuencias para los responsables. Entre los desastres que citó señaló el de la mina de Aznalcóllar (Sevilla), otro caso en el que ningún responsable corporativo fue condenado. “Desgraciadamente, estamos muy acostumbrados a que las agresiones ambientales queden impunes”, lamentó en el Congreso. Parlamentos autonómicos como los de Catalunya o Navarra han tramitado resoluciones en el mismo sentido. Sin embargo, España no está entre los países que plantean incluir el delito de ecocidio en su legislación penal nacional.

Debate pendiente

A pesar de que hay un consenso entre las posiciones defensoras del medio ambiente respecto a que la inclusión del ecocidio como quinto delito en la Corte Internacional sería un avance, hay voces que alertan ante los riesgos de que este sea el mejor camino a elegir. “Esa vía tiene muchas carencias: no se puede condenar a Estados ni a empresas”, apunta la abogada Pilar Rodríguez Suárez, en cuya tesina La regulación del delito de ecocidio, ¿el fin de la impunidad? estudió las diferentes propuestas sobre la mesa.

Dejando fuera a los Estados —“siempre quedan fuera de la jurisdicción penal”, señala Adán Nieto— en efecto, la CPI no juzga a personas jurídicas. “Es verdad que desde [los Juicios de] Núremberg existe una tradición en el derecho penal internacional de no sancionar a las personas jurídicas”, apunta el catedrático, “pero desde entonces ha llovido mucho y en la actualidad creo que se está planteando en todos los niveles que es absolutamente imprescindible que las personas jurídicas sean también sancionadas en el derecho penal internacional”. El profesor incide en que esto sería clave en lo relativo a la reparación de los daños en un ecocidio: “La reparación de un daño medioambiental catastrófico como el que estamos hablando solo puede realizarlo una gran empresa, porque una persona individual, por muy rica que sea, no tiene esa capacidad”.

“Por supuesto, está muy bien proteger para que no ocurra, pero una vez que pasa, ¿a quién condenamos?, ¿quién paga por ello?”, incide la abogada Pilar Rodríguez

Por su parte, la directora de la fundación Stop Ecocidio España señala al respecto: “Es cierto que la CPI no puede juzgar a empresas, pero sí a los directores ejecutivos de estas, y eso es un cambio fundamental porque hasta ahora los jefes máximos siempre se han ido de rositas escudándose detrás de empresas pantalla”. Para ella, el crimen de ecocidio tendría especialmente un carácter preventivo, un punto de vista con el que no concuerda del todo Pilar Rodríguez. “Por supuesto, está muy bien proteger para que no ocurra, pero una vez que pasa, ¿a quién condenamos?, ¿quién paga por ello?”. Esta abogada especializada en litigios medioambientales remarca que son los Estados y los contribuyentes quienes acaban pagando los costes de los desastres climáticos. “Una empresa hace el daño, pero como no se puede, y como el seguro cubre hasta aquí, acabamos pagando nosotros”.

Jean Pierre Dalberá/Bhopal 2015
En 1984, una fuga química mató a unas 25.000 personas en la región india de Bhopal. Foto: Jean Pierre Dalberá/Bhopal 2015 (CC BY-NC)

La modificación del Estatuto de Roma para que la CPI atienda no solo a la responsabilidad penal individual sino también a las de las personas jurídicas es una opción que todas las voces consultadas para este reportaje verían con buenos ojos a pesar de la dificultad que implicaría conseguirlo. “No es tan complicado, ya se ha cambiado”, incide Mompó, aludiendo al proceso que culminó en la definición y adopción del crimen de agresión por parte de la Corte Penal Internacional. El debate, en cualquier caso, es complejo desde el punto de vista jurídico: “Imaginemos una gran multinacional, Monsanto por ejemplo”, explica Nieto. “Sancionamos a la persona jurídica filial de Monsanto en India, ¿pero en qué medida podemos sancionar a la matriz? Ahí existe un debate y una serie de dificultades de carácter técnico”.

“Hablamos de ecocidio cuando una empresa o un país, de manera generalizada o sistematizada, tiene toda una línea de comportamiento en la que se da una destrucción o desconsideración hacia el medio ambiente”, incide Adán Nieto. 

El otro gran debate pendiente es definir qué es un ecocidio. En junio de 2021, un panel internacional de expertos liderado por el reputado jurista Philippe Sands redactó una definición jurídica de este crimen. Consideran ecocidio “cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existe una probabilidad sustancial de que cause daños graves que sean extensos o duraderos al medioambiente”, definición a la que añadieron una serie de comentarios para su interpretación. Sin embargo, mientras que para Stop Ecocidio un episodio como el del Prestige podría implicar un delito de ecocidio, para el grupo de juristas en el que participa Nieto no. “No es solo un daño muy grave al medio ambiente, sino que es algo más”, explica el catedrático. “No es tanto un caso puntual como el del Prestige. En la propuesta que hicimos hablamos de ecocidio cuando una empresa o un país, de manera generalizada o sistematizada, tiene toda una línea de comportamiento en la que se da una destrucción o desconsideración hacia el medio ambiente”, continúa. 

En cualquier caso, el catedrático de Derecho Penal incide en que, más allá de las discusiones de tipo jurídico que tendrán que moldear el delito, existe un acuerdo entre los diferentes grupos que promueven la propuesta en que el ecocidio sea un delito perteneciente al ámbito de la Corte Penal Internacional y en promover que este crimen entre en la legislación de las máximas administraciones posibles. En un planeta con tantos conflictos medioambientales abiertos, y donde las multinacionales de la industria fósil y extractiva acumulan tanto poder, toda ayuda es poca.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Inteligencia artificial
Inteligencia artificial IA y crisis climática: las grandes tecnológicas escogen España para instalar sus gigantescos centros de datos
El boom de la IA ha disparado las necesidades de computación de los centros de datos y su consumo de agua. Las grandes tecnológicas buscan nuevas regiones para instalarlos. España entre ellos.
Medio ambiente
Manifestación na Ulloa O rexeitamento á celulosa da Xunta e Altri desborda o corazón de Galiza
Unha manifestación multitudinaria desborda o concello lugués de Palas de Rei, onde se pretende instalar a industria papeleira, coa gran ausencia do PSOE e unha gran fronte ampla da sociedade civil.
Galicia
Industria papelera El rechazo a la celulosa de la Xunta y Altri desborda el corazón de Galicia
Una manifestación multitudinaria abarrota el ayuntamiento lugués de Palas de Rei, donde se pretende instalar la industria papelera, con la gran ausencia del PSOE y un gran frente amplio de la sociedad civil.
Congreso de los Diputados
Congreso de los Diputados Los socios avisan que la paciencia se acaba y el PSOE anunciará medidas de regeneración democrática tras el 9J
En la jornada que el Congreso aprobó la Ley de Amnistía pasó desapercibido otro hecho: una PNL de ERC para exigir leyes al Ejecutivo para la mejora de la calidad democrática que cosechó apoyos de Sumar, Junts y PNV y hasta en algunos puntos del PP.
México
Elecciones en México Raquel Gutiérrez: “La próxima presidenta hereda un país roto, muy polarizado, muy militarizado y muy violento”
La profesora, activista y pensadora mexicana se toma un momento para reflexionar sobre el panorama político, económico y social que deberá enfrentar la próxima presidenta de México, que se elige este 2 de junio
Opinión
Opinión Frente el antisemitismo, Palestina libre
Los muros contra los, las y les otres, como el construido por Israel se erigen como hipérbole del miedo a la pérdida de control en el interior de cada cual y en el Estado.
Opinión
Opinión ¿Por qué mienten tanto las derechas?
Las derechas saben que el capitalismo está caducando y no quieren asumirlo, porque entonces ¿cómo iban a mantener su poder y riqueza?, ¿quién los apoyaría si dijeran que necesitan guerras para capear sus crisis y ganar más dinero?

Últimas

Ocupación israelí
GENOCIDIO EN GAZA La UPV/EHU recibirá 4,2 millones por colaborar en nueve proyectos europeos con Israel
Hasta tres universidades, así como cuatro entidades gubernamentales de Israel, acompañan a la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea en iniciativas de la Unión Europea donde participan además empresas que contribuyen al genocidio.
Estados Unidos
Estados Unidos Trump es declarado culpable de 34 delitos, pero la condena no le impedirá presentarse en noviembre
El expresidente republicano hizo pagos a dos mujeres para encubrir sus relaciones sexuales y falsificó esos pagos en los documentos de su campaña presidencial de 2016. La sentencia será leída en julio.
Especulación inmobiliaria
Gentrificación ¿Por qué se levanta Lavapiés?: “Esta manifestación es solo el principio”
El tejido social del barrio convoca la gran manifestación del 1 de junio para visibilizar la recuperación de la movilización vecinal y denunciar la turistificación, la destrucción de los servicios públicos o el racismo institucional
Educación infantil
Educación en Madrid Cierra una escuela infantil pública de Arganda por falta de personal
El centro, gestionado por la empresa Atreyu Blota Carto, cuenta con más del 45% del personal de baja y sin reposición de puestos. 170 familias llevan sin clase desde el jueves.
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza El sonido de las bombas en Gaza irrumpe en las calles de Logroño
Una quincena de activistas acampados en la Universidad de La Rioja ha trasladado el sonido de las bombas que día a día resuenan en Gaza a las calles de Logroño
Más noticias
Violencia machista
Precariedad laboral Huelga de 24 horas en el servicio de atención a las víctimas de violencia machista en Madrid
Las trabajadoras denuncian que el problema, que ya provocó paros parciales y concentraciones, se enquista. Las trabajadoras de la red denuncian falta de personal, de medios y de alojamientos para atender a las mujeres y sus hijos e hijas.
Sanidad
Sanidad pública de gestión privada El Hospital del Vinalopó seguirá privatizado pese a las 15.000 firmas en contra
Este viernes 31 de mayo finaliza el plazo para que se inicien los trámites de reversión al sistema público que el gobierno de Mazón no activará pese a la ausencia de informes que avalen la prórroga de la concesión.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina “Hay que seguir dando pasos para hacerle sentir a Israel como nos sentimos nosotros: solos y abandonados”
Muawia y Juan, palestino e israelí, han encontrado en la acampada por Palestina de la Universidad de Jaén, un espacio de encuentro que difícilmente podrían tener en su tierra. Un lugar seguro para resistir conjuntamente los envites de la ocupación y

Recomendadas

Palestina
Palestina Mustafa Barghouti: “Tiene que haber un embargo militar inmediato contra Israel”
El líder de Iniciativa Nacional Palestina saluda el reconocimiento del Estado por parte de tres países europeos pero exige que los gobiernos tomen nota de las demandas de los pueblos que piden medidas de boicot para aislar al régimen de Netanyahu.
Energías renovables
Energía y territorio Avalancha de macroparques solares en suelo rústico en Mallorca
La plataforma Renovables sí, però així no reclama una moratoria para frenar los más de 70 proyectos en tramitación que amenazan el campo isleño.
Literatura
Literatura Las escritoras de ‘clima ficción’ que llegan de América Latina
Autoras como Andrea Chapela, Clauda Aboaf, Adriana Bruno, Laura Ortiz o Silvia Moreno-García amplían los límites de la ciencia ficción o la fantasía en clave ecologista, decolonial y de memoria.