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Represión
Destapan a un policía nacional infiltrado en el movimiento por la vivienda de Barcelona y el independentismo catalán
Se hacía llamar Marc Hernàndez Pon, pero en realidad su verdadera identidad se corresponde a I.J.E.G., es funcionario del Cuerpo de la Policía Nacional y nacido en Menorca. Durante dos años, se infiltró en el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC), en el colectivo por el derecho a la vivienda Resistim al Gòtic y en el Casal Popular Lina Òdena, ambos de Barcelona. La Directa ha publicado hoy un artículo de investigación en el que narran la infiltración de este topo, destapado a finales de mayo. El movimiento por la vivienda de Barcelona y colectivos de izquierda del independentismo catalán han denunciado la represión que sufren del Estado español.
Desde Resistim al Gòtic consideran que esta operación policial es “un ejemplo más de la represión que como movimiento estamos sufriendo, sumándose a las multas, identificaciones, peticiones de pena de prisión, intimidaciones, etc.”. Desde Alerta Solidària, Arran, COS, Endavant, la CUP y el SEPC han matizado esta mañana en rueda de prensa que la infiltración “debe contextualizardr en la operación del Estado contra el independentismo de base: la criminalización y difamación de los CDR, detenciones por terrorismo, como el caso de Tamara Carrasco o la operación Judas, exilios como el de Adrià Carrasco o las duras actuaciones policiales en la calle contra protestas y la manga ancha judicial para reprimirlas”.
Señalan también que una operación policial de este calado sería “inaceptable” en un estado democrático, dado que “no tiene justificación posible, ni cobertura judicial”. “La única razón para entender esta intromisión en la actividad lícita, asamblearia y pública de una organización política es la de controlarla, así como a las personas que en ella participan”
Ante esta situación, el movimiento independentista catalán considea que han actuado “con diligencia: amputando todo vínculo con el topo inmediatamente”. Ahora se encuentra en paradero desconocido. En los grupos de Telegram en los que participaba indicó a finales de mayo que se iba de la ciudad unos días, o quizá unas semanas, “por motivos personales” a Mallorca, refleja La Directa.
Según la investigación realizada por los periodistas Jesús Rodríguez, Gemma Garcia y David Bou, I.J.E.G. fue nombrado funcionario de carrera en la Policía Nacional el 4 de junio de 2019, tres años después de ingresar en la escuela de policía y cinco años después de acabar sus estudios de Criminología en la Universitat de Girona. A finales de 2019, le otorgaron la identidad falsa de agente infiltrado: Marc Hernàndenz Pon. En esas fechas, recuerda La Directa, el Ministerio del Interior hacía balance de las contundentes protestas postsentencia del Procés y el CNI daba la orden de intervenir teléfonos móviles con el programa Pegasus a decenas de cargos electos, líderes sociales, abogados y periodistas.
En ese contexto, en el mes de junio de 2020, Marc Hernàndez aterrizó en el activismo catalán. Primero participando en la concentración del 2 de junio La vida abans que el capital. Veinte días después, se incorporó en el movimiento por el derecho a la vivienda desde la asamblea de Resistm al Gòtic y, cinco días más tarde, en un acto de protesta festivo contra el desalojo del Casal Popular Lina Òdena. Eran fechas caóticas y con escaso contacto físico, dada la situación sanitaria.
“Uno de los aspectos más significativos” de esta infiltración policial es que el agente pudo realizar todo tipo de trámites legales con su identidad falsa, destaca la investigación periodística de La Directa, por lo que el CNI o el Ministerio del Interior le habría facilitado dicha identidad
Quince días después, se matriculó en la facultad de Educación de la Universitat de Barcelona, coartada necesaria para militar en el sindicato de estudiantes independentista. Ya en 2022, a principios de año, intentó ingresar en Endavant, pero desde el SEPC le respondieron que “ya militaba en muchos espacios”, advierte el artículo de La Directa, por lo que “su objetivo no se materializó”. No obstante, consiguió meterse en el nuevo movimiento juvenil Batec, contra la falta de inversión de España en los trenes que circulan en Catalunya. El topo salió incluso en la televisión pública catalana, TV3, dado que fue uno de los activistas que bloqueó con cinta adhesiva las barreras de acceso a los andenes. También colgó carteles con el lema #NoPaguem.
La investigación periodística destaca que “uno de los aspectos más significativos” de esta infiltración policial es que el agente policial pudo realizar todo tipo de trámites legales y administrativos con su identidad falsa. Fue incluso identificado en un desahucio, además de matricularse en la universidad. Esto se correspondería a que dispone de un “DNI supuesto”, en la jerga policial, que solo puede expedir la Secretaría de Estado de Seguridad bajo las órdenes del ministro del Interior, actualmente, Fernando Grande-Marlaska, o a petición del CNI, que hoy dirige Margarita Robles.
El portavoz de Alerta Solidària, la organización antirepresiva de la izquierda independentista, Martí Majoral, ha anunciado que tomarán medidas legales contra este caso de espionaje, aunque carecen de esperanzas de que prosperen. Sus esperanzas están puestas en “crecer como movimiento y seguir luchando”.
El infiltrado fue visto por última vez en Barcelona el lunes 23 de mayo. “Con aparente normalidad asistió a la asamblea de Resistim Gòtic”, narra Jesús Rodríguez. Dos días más tarde, “empezó a enviar evasivas” en los grupos de Telegram en los que participaba. Después, anunció su partida precipitada hacia Mallorca, lugar también de su coartada.