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Portugal
El derrape del gobierno portugués respecto al aborto indigna a facultativos y feministas
Se podría decir que la propuesta fue recibida con sorpresa. Pero fue más que eso. Indignación y crítica son palabras suaves para describir la reacción de los médicos, algunos políticos y grupos feministas contra una propuesta que nadie se esperaba, lanzada a principios de mayo, validada por la Dirección General de Salud y que el Ministerio de Salud estaba estudiando.
La medida, si hubiera sido aprobada, iba a penalizar a los médicos de familia si sus pacientes decidían abortar o sufrían enfermedades de transmisión sexual (ETS). Pero solo en caso de pacientes mujeres, lo que llevó incluso a la Federación Nacional de los Médicos (FNAM) a hacer una presentación ante la Comisión de Ciudadanía e Igualdad de Género porque en esa medida no se hace referencia a la presencia de ETS en usuarios masculinos, que también acuden a las consultas de Planificación Familiar.
Marta Temido, la ministra de Sanidad de Portugal, explicó que el grupo técnico que elaboró la propuesta decidió retirarla en respuesta al “sentir social” y aseguró que “no estaba en entredicho el derecho de las mujeres” a la interrupción del embarazo.
“Esta propuesta podría generar dificultades para acceder a la práctica de interrupciones voluntarias del embarazo en condiciones higiénicas y seguras", dice Carla Silva
La iniciativa incluía rebajar los bonos a los médicos si sus pacientes abortaban o sufrían este tipo de enfermedades. El grupo técnico —expertos que diseñan el modelo organizativo de las Unidades de Salud Familiar y que incluyeron el aborto y las enfermedades de transmisión sexual entre los índices para evaluar el desempeño de los médicos de atención primaria— también ha pedido disculpas “a todas las mujeres que se sintieron ofendidas”.
Temido, en cambio, rechazó pedir perdón por entender que los responsables ya lo habían hecho. “El Ministerio de la Sanidad no debe censurar el trabajo de los grupos técnicos, pero sí acompañarlos, orientarlos e impulsar una discusión amplia (…) siempre respetando los derechos de las mujeres así como el derecho a la libertad de pensamiento, de debate y/o de discusión”, afirmaba el comunicado.
Sin margen para excusas
Lo que no quiso hacer el gobierno, lo hizo la sociedad civil que, públicamente, protestó contra una medida que muchos entendían como un enorme retroceso en los derechos de las mujeres, incluyendo el de abortar. Además de políticos, grupos feministas y partidos de izquierdas, tanto la Orden de los Médicos como la Federación Nacional de los Médicos (FNAM) condenaron el proyecto.
“La FNAM consideró que se trataba de una cuestión ideológica, disfrazada como una decisión meramente técnica, como defendió la Ministra de la Sanidad. Cualquier propuesta que pueda poner en duda la legalización del aborto en Portugal será considerada ideológica. Desconocemos los motivos que llevaron al Ministerio de Sanidad a realizar tal propuesta, pero aquí no caben excusas”, dice Carla Silva, coordinadora de la federación de médicos.
En respuesta a El Salto, Silva subraya el impacto negativo de la medida, ya que los indicadores que pretendían evaluar el desempeño de los médicos de familia estarían vinculados a los derechos sexuales y reproductivos consagrados en Portugal. “Los cuales deben ser respetados y protegidos”, refuerza. “Esta propuesta podría generar malas prácticas a la hora de aconsejar sobre Salud Sexual y Reproductiva, y dificultades para acceder a la práctica de interrupciones voluntarias del embarazo en condiciones higiénicas y seguras. Además, también rompería la relación de confianza entre los usuarios y los médicos de familia en el área de Planificación Familiar”, agrega.
El aborto es legal en Portugal hasta las diez semanas de gestación desde 2008, tras ser aprobado en referéndum un año antes. Entonces, “se implementaron medidas que colocaron a nuestro país en una posición destacada en Europa en cuanto al número de abortos realizados, que ha ido disminuyendo, así como las tasas de mortalidad y morbilidad de las mujeres que los practican en condiciones sanitarias decadentes”, destaca la doctora, que afirma que el aborto en Portugal es realizado por equipos multidisciplinares, y que las mujeres cuentan con apoyo psicológico para que puedan tomar decisiones conscientes e informadas. “Ya que es una decisión que interfiere fuertemente con la salud mental y emocional”, señala. “La FNAM se opuso a esta propuesta por todas estas razones”.
* El 95,73% del total, 11.640 procedimientos, se realizaron “por elección de la mujer hasta las 10 semanas”, número que no incluye los abortos por motivos de salud o por una violación. Si se confirman las cifras provisionales de la DGS hubo un 15,5% menos que en 2020 y se registra también la mayor caída en los últimos 10 años en esta categoría.
* La tendencia decreciente se mantiene desde 2011, cuando fueran registrados casi 20 mil abortos. De 2018 a 2021, no hubo más que 15.000 anuales.
* La “enfermedad grave o malformación congénita del feto” es el secundo motivo de aborto, y registró 453 casos, lo que equivale a 3,73% de las intervenciones médicas en el año pasado.
* Los números colocan Portugal por debajo de la media europea. Si la media europea era de 210,84 por mil nacimientos en 2019, en Portugal fue de 177,34. La región de Lisboa y Vale do Tejo es la que tiene un porcentaje más alto.