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Periodismo
La islamofobia permea los medios de comunicación
Un informe refleja una amplia presencia de contenidos islamófobos en los medios. El 60% de los artículos relativos al islam y las comunidades musulmanas de los seis medios monitoreados reproducen generalizaciones, estereotipos y discursos estigmatizantes.
El 60% de los artículos que se publican sobre temas relativos al islam o las comunidades musulmanas son islamófobos. Las expresiones, argumentos, generalizaciones que alimentan un discurso de miedo y odio hacia el Islam se encuentran sobretodo en los artículos de opinión, hasta alcanzar un 72%. Además el 90% de las informaciones en las que aparece el Islam tienen una carga negativa. Cuando son las mujeres musulmanas las representadas, se incrementa la tendencia a coberturas islamófobas.
Estos son los datos recopilados en un informe presentado el martes 9 de octubre en la Casa Árabe. Se tratan de los primeros hallazgos del Observatorio de la Islamofobia en los Medios, una iniciativa del Instituto de Estudios del Mediterráneo (IEMed) y la Fundación al Fanar. El documento se titula: "Una realidad incontestable, la Islamofobia en los medios" y presenta los resultados del monitoreo que durante el 2017 la institución realizó a seis medios de la prensa escrita: eldiario.es, El País, El Mundo, La Vanguardia, 20 Minutos, y la Razón fueron las publicaciones elegidas.
Con esta investigación el Observatorio tenía como objetivo comprobar, con un análisis cuantitativo y cualitativo, si los medios analizados estaban contribuyendo al discurso de odio y la perpetuación del estigma en torno al Islam. El informe distingue entre los artículos activamente islamófobos, que suman el 32% del total y la islamofobia pasiva, una forma más sutil de sustentar el discurso del odio que tiene que ver con la reproducción inconsciente de estereotipos y que afectaría al 30% de los artículos. Eldiario.es fue la publicación menos islamófoba. En contraste, el 80% de las noticias publicadas en el País fueron calificadas como islamófobas, aunque la mayoría de ellas lo eran de una forma pasiva.
Hablar de los musulmanes como si fuesen un todo homogéneo, prescindir de fuentes y datos, son algunas de las prácticas que perpetúan la islamofobia en los medios
Asociar el Islam al terrorismo, usar de manera imprecisa los términos para referirse a la religión y las personas practicantes, hablar de los musulmanes como si fuesen un todo homogéneo definidos exclusivamente por su culto, prescindir de fuentes y datos para sustentar afirmaciones, o incurrir en la retórica del choque de civilizaciones, son los errores más comunes, según explicó el periodista Pedro Rojo, director de Al Fanar y coordinador del Observatorio junto a Lurdes Vidal, especialista en mundo árabe e islámico en el IEMed.
Vidal, preguntó a los periodistas Felipe Sahagún y Gabriela Sánchez qué hacer ante estas falencias. Sahagún, profesor de la UCM con una larga trayectoria, reivindicó a las buenas profesionales especializadas, cargando contra la precariedad y sus consecuencias en la calidad de la información.
El profesor también apuntó a la opinión como principal responsable de los resultados del informe. “Hay columnistas que escriben todos los días y que todos los días insultan a alguien”, dijo. Sahagún relacionó este discurso del odio con la línea del magnate de los medios de comunicación, Rupert Murdoch, propietario de Fox News. “En todos los países tenemos murdochs pequeñitos porque dan lectores y dan dinero”, advirtió.
Por su parte Sánchez, quien coordina la sección de Derechos Humanos, Desalambre, en eldiario.es recordó que cuando se informa sobre colectivos estigmatizados es necesario un cuidado extremo para no reproducir de manera inconsciente coberturas erróneas o estereotipadas. Para ello, señaló la necesidad de trabajar con personas especializadas y gente que ha sufrido la islamofobia.
Según Aurora Alí la cobertura de los atentados del 17a demostró que un mayor conocimiento del contexto reduce la islamofobia en los medios
Aurora Alí, de la Plataforma contra la Islamofobia, y autora del análisis cualitativo del informe, llamó la atención sobre el hecho de que justamente, durante los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 agosto de 2017, se apreciaron mejoras en el tratamiento del Islam y las comunidades musulmanas, lo que denotó un mayor cuidado con la información. Esto demuestra, comentó la activista, que un mayor conocimiento del contexto reduce la islamofobia. Además, recordó, los medios también sirvieron para visibilizar y denunciar los ataques y graffitis islamófobos que siguieron a los atentados.
En contraste, Alí mostró su frustración ante la islamofobia de género que siguen perpetuando los medios. También recordó que el hecho de que en el 90% de los casos, se hable del islam en relación a cuestiones negativas no ayuda a que la sociedad tenga una visión positiva ni de la religión ni de las personas que la practican. No obstante, las personas ponentes quisieron subrayar que ni las informaciones negativas ni las críticas a la religión constituyen casos de islamofobia.
Son las coberturas que generalizan y estigmatizan, o las criticas que parten de una idea falseada del Islam, las que pueden ser tachadas como islamófobas. Ante los datos expuestos, se quiso subrayar el divorcio que existe entre las comunidades españolas musulmanas y los medios de comunicación. Una distancia que podría acortarse con la la creciente presencia de periodistas musulmanes en los medios. “Una mayor diversidad en las redacciones lleva a medios más inclusivos”, concluyeron.
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Los primeros en querer homogeneizar el Islam son los representantes del Islam político. Con el concepto de islamofobia, ponen al mismo nivel a los que critican la pena de muerte a los apóstatas en países musulmanes y los que atacan a musulmanes por el simple hecho de serlos.
Si buscáis "islamofobia" en Google, los principales medios que critican la Islamofobia son medios oficiales turcos. Turquía es uno de los tres países del mundo por número de periodistas en prisión. Quien critica al presidente puede ser condenado a un par de años de prisión. Pero lo que llama la atención a los medios favorables al régimen turco es la "islamofobia" en Europa.
Son asociaciones islámicas las que cuentan los ataques islamófobos. De hecho, es un centro de investigaciones turco el que ha redactado el informe sobre la islamofobia en Europa.
Por el momento, no han conseguido que, pese a los más de 400 muertos en ataques terroristas islámicos en Europa, los ataques islamófobos de la extrema derecha rara vez pasen de insultos al Islam y de velos arrancados.
Mientras tanto, quien critica al Islam en Europa recibe no sólo insultos sino amenazas de muerte. Cuando los musulmanes son mayoría, las adolescentes que van al liceo sin la vestimenta "respetable" según el Islam, son acosadas diariamente por sus compañeros islamizados. Pero eso no se contabiliza porque es políticamente incorrecto y un ataque al "multiculturalismo".
Hoy por hoy, la extrema derecha cristiana o nacionalista es menos peligrosa y probablemente menos numerosa que la extrema derecha islámica en Europa.
Buena parte de la izquierda no ha entendido que quien se opone a un fascismo no es necesariamente un demócrata sino que puede ser otro fascista.
Stalin combatía a Hitler pero también fueron aliados (pacto Molotov-Ribbentrop), autoritarios y genocidas.
Si queréis acabar con la Islamofobia, apoyad a los musulmanes laicos. No a los fascistas.
No parece casualidad que los mismos musulmanes que dicen representar a toda una comunidad son justamente los que odian a occidente y a los judíos como si fueran un todo unificado. Adoran a Erdogan aunque meta a sus críticos en prisión e invada países. Claman al cielo por la situación de los rohingyas pero se olvidan de la suerte de los no musulmanes en Bangladesh, asesinados en silencio. Son empáticos con los palestinos que reciben millones en ayudas y no con los saharauis que apenas reciben alguna. Promueven ideas complotistas sobre el lobby sionista que domina al mundo pero olvidan que en el mundo hay menos de 20 millones de judíos y mas de dos mil millones de musulmanes sentados sobre las mayores reservas de gas y petróleo del mundo. Estos autoproclamados representantes de la comunidad musulmana denuncian la discriminación antimusulmana en Europa pese a que es en Europa donde están más libres, reciben más subsidios, mejor educación y salud pública. Que en los países de mayoría musulmana no haya libertad religiosa no les importa un bledo. Que dos de los países donde hay mayor número de violaciones de mujeres sean mayoritariamente musulmanes (Egipto y Paquistán), tampoco les parece afectar. Promuevan una moralidad sexual machista (castidad prematrimonial y recato para las mujeres, poligamia para los hombres), puritana, anti LGTBi y contraria a la libertad sexual. Llaman a los no musulmanes impuros, infieles, inmorales. Pero si les va mal, entonces la culpa siempre es del otro.
El mundo musulmán se estaba modernizando y abriendo hasta fines de los '60. En las grandes urbes musulmanas las mujeres iban vestidas a la occidental y reclamaban un espacio en las universidades. Pero los saudíes, con ayuda de Estados Unidos y de potencias europeas, empezaron a dar refugio, dinero y voz a islamistas para competir a la vez contra los socialistas y antimonárquicos del mundo musulmán. Entonces los puritanos anti-modernistas asaltaron la Meca, hicieron la revolución en Irán, mataron a Sadat para acabar con el panarabismo y diseminaron las ideas más retrógradas de toda la tradición musulmana, que también ha tenido pensadores liberales.
Ahora cosechamos los resultados de esa política. Se ha impuesto una mentalidad islámica anti-occidental, anti-liberal, anti-secular, anti-judía, sin conciencia de clase y cuyo enemigo no es el que explota, viola y abusa del poder, sino otro trabajador que no entiende por qué no recibe ayudas o subsidios o porqué tiene que dejar de tener hijos ya que no les pueden asegurar un futuro mientras que gente que no piensa en el futuro tiene hijos sin cuidado, esperando que el Estado los mantenga.
Qué proyecto económico tienen? A diferencia del socialismo o del anarquismo, ninguno. No cuestionan el capitalismo. Apenas ponen el acento en cuestiones comunitarias. Resultado: explotados desunidos y explotadores más fuertes.
Espero que algún día buena parte de los musulmanes entiendan que defienden una lógica que los convierte en carne de cañón.
Existe un escaso conocimiento de la cultura y realidad árabe, y de nuestro propio pasado, que alimenta estos estereotipos
Efectivamente también se desconoce nuestro pasado. Habría que auditar también los artículos de este diario acerca de la religión cristiana.
No estaría mal auditar como se trata, en general, el tema religioso.
Creo que exiten demasiados estereotipos.