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Ocupación israelí
El conflicto se regionaliza mientras la masacre israelí en Gaza ya se ha cobrado 23.000 vidas
El recuento de víctimas continúa sumando día a día vidas de centenar en centenar como si el simple incremento de la cifra no supusiese lo que significa: que cientos de humanos han dejado de respirar en una Franja de Gaza que este domingo cumplía tres meses asediada y en la que el 90% de sus apenas 2,3 millones de habitantes están desplazados de sus hogares. Solo entre el mediodía del sábado y el del domingo fallecían 113 palestinos más fruto del fuego israelí, con 250 nuevos heridos.
El número total de palestinos muertos ya asciende a 22.835, según las cifras de las autoridades gazatíes, con más del doble de heridos —58.416—, mientras que la devastación es total en un territorio que ya era calificado de “inhabitable” por la ONU antes del actual campaña militar y que ahora está completamente devastado, pero en el que la población sigue malviviendo entre ruinas, desabastecimiento y bonmbardeos.
El incremento de la colonización del territorio palestino en Cisjordania en las últimas semanas, que ya se venía dando en los últimos años, no augura tranquilidad en las tierras ocupadas
En el norte de la Franja dos tercios de las edificaciones han sido destruidas o están severamente dañadas, mientras que es ahora el sur donde se concentra el fuego de Israel, una vez el norte de la Franja ha sido arrasado. En total, la mitad de las edificaciones de la Franja ha desaparecido o ha sido gravemente afectada, lo que supone el 70% de los hogares donde viven sus habitantees. Es el producto de las decenas de miles de bombas que la maquinaria del ejército sionista ha lanzado contra el paupérrimo enclave palestino. 29.000 solo en los dos primeros meses, según asegura el Wall Street Journal, ocho veces más de lo que Estados Unidos disparó en Irak durante seis años de guerra.
Beirut, Jenín, Aleppo
Tres meses de ataques contra la conocida como 'la mayor cárcel a cielo abierto del planeta', sin embargo, no se han ceñido a la inhóspita Franja, y es en estos días cuando el conflicto amenaza con expandirse mucho más de lo que lo ha hecho ya. Tras el asesinato del número dos de Hamás, Saleh al Aruri, el 2 de enero en Beirut, Hezbolá, la milicia chií radicada en Líbano, con una capacidad militar muy superior a Hamás, disparó este sábado 62 proyectiles contra la base militar israelí de Meron, centrada en la vigilancia y el control aéreo. También atacaba otras posiciones a escasos kilómetros de la frontera del Líbano. Lo hacía como “respuesta preliminar” al asesinato de Al Aruri y otra decena de personas, fruto del ataque de un dron presumiblemente israelí.
El ejército sionista ha respondido al ataque con fuego de artillería y lanzamiento de proyectiles desde drones. Se trata de un nuevo intercambio de fuego en la frontera libanesa, desde el comienzo de la operación en Gaza se han mutiplicado las escaramuzas por parte de ambos bandos, unos intercambios de fuego que podrían escalar tras el ataque a Beirut, pues Hezbolá ha dejado claro que responderá.
Mientras los frentes se multiplican para un Israel cuya popularidad global se hunde con cada nueva matanza los jefes de la diplomacia de EE UU y la UE se encuentran en Oriente Próximo
En Cisjordania, donde el archipiélago de territorios controlados por los palestinos ha sido especialmente hostigado desde el 7 de octubre, ya son al menos 333 los asesinados por el ejército israelí o los colonos sionistas, doce de ellos desde el 1 de enero. Los últimos seis este domingo, tras un bombardeo israelí en los alrededores de Jenín, donde un policía israelí ha muerto al detonarse un explosivo cuando un vehículo policial de las fuerzas coloniales israelíes pasaba junto a un campo de refugiados de la ciudad palestina.
Aumento de la colonización
El incremento de la colonización del territorio palestino en Cisjordania en las últimas semanas, que ya se venía dando en los últimos años, no augura tranquilidad en las tierras ocupadas. Este domingo la ONG Peace Now alertaba de que los colonos israelíes están incrementado el control del espacio en la conocida como área C, que ocupa el 60% de Cisjordania y que es administrada completamente por Israel. “Al cabo de tres meses de guerra en Gaza, somos testigos de un aumento sin precedentes de las actividades de asentamiento, incluida la instalación de nuevos campamentos colonos, carreteras, vallas y barricadas”, denuncia la organización.
En concreto, la ONG habla de nueve campamentos de colonos nuevos, con 18 caminos pavimentados ilegales, “muchos de ellos en tierras privadas palestinas”, actividades que se han visto favorecidas por “el permisivo entrono militar y político”, lo que supone una “apropiación de tierras casi sin control”, denuncian desde Peace Now.
En Cisjordania ya son al menos 333 los asesinados por el ejército israelí o los colonos sionistas, doce de ellos desde el 1 de enero
Desde Siria las hostilidades, más contadas que en la frontera con el Líbano, también han continuado. El 1 de enero Israel atacó varias posiciones en el sur sirio tras el lanzamiento de media docena de cohetes, según el ejército israelí. Los militares sionistas también destruyeron “un objeto aéreo hostil”, según un portavoz militar sionista, que se dirigía al norte del territorio controlado por Israel. Tres días antes se había producido nuevos lanzamientos mientras que el 30 de diciembre cazas israelíes atacaron posiciones tanto en Aleppo como un convoy de milicianos en la ciudad de Abu Kamal, en la frontera entre Irak y Siria, causando al menos 19 muertos.
El Mar Rojo es también un nuevo frente no solo para Israel, sino también para sus aliados. Los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Irán y de las fuerzas palestinas de Hamás, han cumplido en varias ocasiones su amenaza de atacar barcos que se dirijan a “los puertos de la Palestina ocupada” en solidaridad con sus aliados palestinos. Hace una semana, un buque estadounidense mataba a diez de ellos cuando tres embarcaciones hutíes se dirigían hacia el portacontenedores Maersk Nagzhou, para abordarlo.
Diplomacia global
Mientras los frentes se multiplican para un Israel cuya popularidad global se hunde con cada nueva matanza de palestinos, los jefes de la diplomacia de dos de las grandes estructuras políticas globales, Estados Unidos y la Unión Europea, se encuentran de visita en Oriente Próximo. Si el secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, está realizando una gira por la zona que ayer recababa en Jordania, el alto representante de la UE para Política Exterior y Seguridad, Josep Borrell, hacía lo propio en Líbano.
El primero se reunía con el rey Abdullah II y el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, y se limitaba a pedir a Israel que “modifique” sus operaciones militares para reducir las víctimas civiles, mientras solicitaba a los países de la región que usen su influencia “para mantener bajo control las cosas, para asegurarnos de que no estemos viendo la propagación del conflicto”. Son palabras muy lejanas a una condena del genocidio que está perpetrando Israel en Gaza, masacre que difícilmente podría producirse sin la ayuda económica y militar que los EE UU ofrecen a Israel en detrimento de los palestinos.
Opinión
Opinión Desarrollo regional de la operación de castigo israelí en Gaza
Por su parte, algo más crítico, Borrell aseguraba en Líbano que su impresión era que Hezbolá “no está buscando la guerra” mientras alertaba del recrudecimiento de las hostilidades que puede suponer el ataque israelí en Beirut. Todo ello mientras Irán, principal potencia contraria a Israel en la zona, se mantiene en un discreto segundo plano, a pesar de que Israel mató mediante un bombardeo aéreo al oficial de la Guardia Revolucionaria de Irán, Seyyed Razi Mousavi, hace dos semanas en Damasco (Siria).