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México
Las mujeres de Atenco llevan a México ante la justicia por agresiones sexuales de policías
Once mujeres detenidas en Atenco (México) en 2006 declaran en la Corte Interamericana de Derechos Humanos por las agresiones sexuales por parte de las fuerzas de seguridad.
Desde ayer, 16 de noviembre, se está produciendo la declaración en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Co IDH) de 11 mujeres mexicanas detenidas durante las operaciones de represión de las protestas en San Salvador de Atenco en 2006. La vista, que durará dos días, tiene carácter vinculante y concluirá con una sentencia en 2018, obedece a las denuncias por agresiones sexuales que ellas presentaron contra los agentes de las fuerzas de seguridad que las detuvieron y trasladaron a la cárcel.
Durante estos declaraciones, las 11 revivirán en voz alta el horror que padecieron durante los incidentes sucedidos entre el 3 y el 4 de mayo de 2006 cuando más de 3.000 agentes se desplegaron en los municipios de Texcoco y San Salvador de Atenco para reprimir las protestas de unos 300 campesinos y activistas del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), que se oponían al proyecto de construcción de un aeropuerto en Texcoco, a diez kilómetros de México D.F., para el que el gobierno de Vicente Fox había decretado la expropiación de tierras campesinas.
Como consecuencia del uso excesivo de la fuerza murieron dos jóvenes: Francisco Javier Cortés Santiago, de 14 años de edad, y el universitario Ollin Alexis Benhumea. 217 personas fueron detenidas y torturadas, entre integrantes del FPDT, colectivos solidarios e incluso personas sin militancia alguna atrapadas en medio del operativo.
Entre las detenidas se contaban 47 mujeres, que denunciaron haber sufrido agresiones sexuales en el interior de los vehículos utilizados para trasladarlas al penal de Santiaguito.
Inicialmente 21 policías estatales fueron imputados por “abuso de autoridad”, un delito menor que se comete contra la administración pública. Todos fueron absueltos. Otro más fue condenado en mayo de 2008 por el delito no grave de “actos libidinosos”. Posteriormente también resultó absuelto.
Ante la falta de acceso a la justicia en instancias nacionales, 11 de las mujeres detenidas decidieron acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ha instado a México en repetidas ocasiones a investigar el caso y sancionar los distintos grados de responsabilidad y que finalmente ha llevado a la declaración que se está produciendo estos días. Ellas también han sufrido en estos años la acción de la justicia, siendo acusadas y procesadas por parte del Estado al que denunciaban por las agresiones.
La violencia contra el pueblo
En octubre de 2006, Heriberto Salas, destacado miembro del FPDP entonces imputado por las protestas en Atenco, declaraba en una entrevista a Diagonal que “Atenco representa la dignidad y la lucha del pueblo por la defensa de lo suyo. Al Gobierno no le gustó que Atenco echara abajo el mayor de sus proyectos, ya que consiguió lo que casi nadie: derrotar al Gobierno en una imposición de un decreto”.
Este activista consideraba que el gobierno federal mexicano les acusaba “de violentar el Estado de derecho, pero son ellos los que lo están haciendo desde el principio: nos detuvieron sin una orden de aprehensión, entraron en nuestras casas sin orden de cateo, violaron a las compañeras”.
Así se contó lo sucedido
Cristina Valls estuvo en Atenco el 3 de mayo de 2006, y fue una de las ciudadanas españolas deportadas en tras la represión. El 25 de enero de 2008 presentó ante la Audiencia Nacional una denuncia por torturas contra ese Gobierno.
En octubre de ese año recordaba para Diagonal lo sucedido: “Sobre las 6 del mañana del 4 de mayo, entró el operativo de 3.000 elementos de los tres cuerpos policiales –municipal, estatal y federal– de México apoyado por varios helicópteros contra 300 civiles. La policía cercó el pueblo disparando gases lacrimógenos y armas de fuego. Llegó un momento en el que ya no teníamos visión y nos habían cercado en el centro del pueblo. Corrí, alguien abrió las puertas de su casa, entonces entré a refugiarme”.
Valls también mencionaba cómo los medios mexicanos deformaron en sus informaciones lo que estaba sucediendo: "Éramos como 12 personas, estuvimos algo más de una hora intentando calmarnos y curándonos las heridas. Incluso, como no podíamos salir de la casa porque fuera estaba el operativo, la señora de la casa encendió la televisión para ver cómo se estaba dando la noticia, qué es lo que estaba viendo la gente en sus casas sobre Atenco. Nos sentimos bastante impotentes viendo las imágenes. Cómo estaban manipulando todo. Nosotras estábamos ahí, sabiendo lo que estaba pasando y viendo que los medios estaban criminalizándonos".
Vuelta a empezar
En septiembre de 2014, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto anunció que retomaría el proyecto de construcción del aeropuerto en Texcoco.
Uno de los dirigentes históricos del FPDP, Ignacio del Valle, declaró ante el anuncio de la reanudación del proyecto: “No es una sorpresa, es la confirmación de lo que siempre han querido hacer en nuestra tierra, nuestra respuesta es la misma que tomamos en 2001, seguimos luchando, defendiendo la tierra. El proyecto no solo contempla al aeropuerto, habla de lugares de hospedaje, de hotelería, zonas habitacionales, zonas recreativas, en donde no estamos contemplados”.