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El 19 de febrero del año que viene, el Teatro Real de Madrid estrenará Idomeneo, re di Creta, una de las óperas más famosas de Wolfgang Amadeus Mozart que dirigirá Robert Carsen y que patrocina el Banco Santander. Casi cuatro meses antes, su estreno ya ha causado gran polémica en el sector teatral, pues se ha solicitado la participación de 100 figurantes teatrales que aparecerán en sus representaciones de forma gratuita.
Según denuncia la sección sindical de CGT del Teatro Real y la Unión de Actores y Actrices, la Fundación Teatro Real se ahorrará, tal y como establece como sueldo mínimo el convenio colectivo de teatro, 42,29 euros por ensayo y 62,10 euros por función en cada figurante. “Solo en salarios, se deberían cobrar 132.012 euros y se tendrían que ingresar a la Seguridad Social 49.505 Euros. Es un dinero que ya no irá a la maltrecha hucha de las pensiones o que podría servir para la cobertura de seguros por accidente de trabajo”, dice la Unión de Actores y Actrices, que ya ha iniciado una demanda judicial ante la inspección de trabajo por sustitución ilegal de trabajadores.
La Fundación del Teatro Real se ha defendido diciendo que es un contrato de voluntariado para participar en algunas escenas “de forma solidaria”, pero normalmente los contratos de voluntariado establecen que el voluntario puede cesar la actividad, dado su carácter altruista. Como demuestran las capturas de pantalla del email que han recibido las personas pertenecientes o colaboradoras de la Fundación Amigos del Real, en este caso la persona voluntaria adquiere el compromiso de asistir a los 18 días de ensayo y 9 representaciones, tras los que recibirá un certificado de voluntario.
Desde la sección sindical de CGT en el Teatro Real cuentan que “en alguna ocasión ya han ofertado trabajo gratuito a cambio de prestigio personal, como en 2016, cuando buscaban a alguien con conocimientos de ofimática, redes e idiomas que trabajasen a diario sin cobrar ni un céntimo”.
La inscripción para hacer de figurante en Idomeneo, re di Creta se cierra el 22 de octubre, pero dos días después de que se recibiese el email con la propuesta de voluntariado (el 15 de octubre), el cupo de inscripciones se llenó. En la convocatoria se anuncia que la inscripción no garantiza la participación, sino que se hará un casting con Robert Carsen y el equipo artístico.
Las entradas para una ópera en el Teatro Real pueden llegar a rozar los 300 euros en sus mejores butacas, e Idomeneo, re di Creta no es precisamente una pequeña producción. “Nunca habíamos visto estos volúmenes. Son 100 puestos de trabajo que necesitan de 18 ensayos para participar. Nos preguntamos qué pasaría si hay un accidente de trabajo. Estamos hablando de 9 funciones y 60 horas de ensayos. Esto en un sector, el artístico, donde sólo un mínimo porcentaje de sus trabajadores pueden vivir de la profesión, es un insulto”, declara Iñaki Guevara, Secretario General de la Unión de Actores y Actrices.
“Al principio piensas que es una gran oportunidad, pero luego le das vueltas en tu cabeza y piensas que no es ético, que hay gente que vive de esto y les vamos a quitar el pan. El Teatro Real nos lo vende como una experiencia maravillosa que nunca se volverá a repetir y nosotros lo compramos sin pensar en las consecuencias y a quién perjudicamos. Tengo amigos estudiantes de Arte Dramático o actores y algunos viven de la figuración cuando no les salen otros papeles”, cuenta a El Salto un socio de la Fundación Amigos del Real.
“El tema es muy serio. No es fácil trabajar en un teatro, y menos en uno con las dimensiones del Teatro Real, donde hay plataformas que suben y bajan, telones, elementos escénicos por todas partes, etc. Estamos hablando de 100 voluntarios que nunca han subido a un escenario y no saben los riesgos que conlleva. Es una irresponsabilidad”, admiten desde la sección sindical de CGT en el Teatro Real. Sobre la gran acogida de solicitudes, comentan que “los ‘amigos de la Ópera’ no parecen ser tan amigos de los trabajadores que hacemos la Ópera”.
Estos trabajadores también admiten que la aparente buena gestión del Teatro Real es solo una fachada. “Por mucho que nos vendan sus cuentas saneadas, no parece posible mantener a flote el “buque insignia de la lírica”, del que presumen llevando el casco tan lleno de agujeros”.
A principio de año, el gobierno del Partido Popular quiso fusionar el Teatro de la Zarzuela con el Teatro Real. La Zarzuela, de gestión totalmente pública, acoge espectáculos cuyas entradas no rebasan los 50 euros, mientras que en el Teatro Real, de gestión público-privada, cuestan hasta seis veces más. Esta absorción se paralizó, tras muchas movilizaciones de los trabajadores de la Zarzuela, con la llegada del actual Ministro de Cultura del gobierno socialista, José Guirao.
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Que tiene que ver el Real Madrid con esto? Corrijan el primer párrafo, por favor.
no hay nada q corregir. hablan del teatro Real DE Madrid, de la ciudad de Madrid