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Guerra en Ucrania
La ONU cifra en 836.000 las personas refugiadas por el conflicto
Este 2 de marzo, las tropas rusas conseguían entrar en la ciudad de Jerson, un estratégico enclave en el Mar Negro con 280.000 habitantes. Según el Kremlin, las fuerzas rusas también se han hecho con el control de toda la provincia del mismo nombre, desde donde las fuerzas de Vladimir Putin pueden preparar el asalto de la ciudad de Odesa. El alcalde de Jerson, Igor Kolykhaïev, sin embargo, afirma que todavía controla la ciudad.
Según el Ministerio de Defensa ruso, también se han hecho con el control de Tokmak, otra localidad del sur del país, donde el ejército de Moscú ha intensificado su ofensiva para crear un corredor que una la región del Donbás con la anexionada península de Crimea.
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En ese corredor resisten todavía las ciudades de Mariupol, de medio millón de habitantes, que está sufriendo un asedio desde hace días con fuertes enfrentamientos, una ciudad clave en el Mar Negro completamente bloqueada por las tropas rusas y los separatistas prorrusos del Donetsk. Los ataques a las infraestructuras de la ciudad han dejado a la población sin suministros básicos, con ataques contra edificios y zonas civiles. El 1 de marzo, el ejército ruso ya se había hecho con otra de las principales ciudades de la zona, Berdiansk, de 113.000 habitantes.
En el frente norte, Járkov, la segunda ciudad del país a pocos kilómetros de la frontera rusa, sigue resistiendo los ataques y bombardeos intensivos en toda la ciudad, que ya han afectado a muchos de sus edificios más emblemáticos, como el de la administración regional en la Plaza de la Libertad, la mayor comisaría de la ciudad el departamento de Sociología de la Universidad Karmazin. Esta madrugada, grupos de paracaidistas descendían sobre la ciudad y atacaban un hospital militar.
Sin embargo, es en Kiev donde se concentran las miradas y hacia donde se dirige el grueso de las tropas rusas. El 1 de marzo, poco después de que Moscú emplazara a la población de la capital a abandonar sus hogares, un ataque aéreo destruyó la torre de telecomunicaciones de la capital, con 385 metros de altura. El ataque a esta instalación construida en 1973 causó cinco muertos y dejó sin televisión a toda la metrópolis. Las bombas también afectaron al cercano mausoleo por las víctimas del genocidio nazi en Ucrania, según el Gobierno de Zelenski.
Mientras, el avance de la columna de 60 kilómetros formada por vehículos militares rusos ha ralentizado su avance, según fuentes de EE UU y Reino Unido, por problemas logísticos. Ante la ofensiva rusa, las consecuencias humanitarias se han agravado: según la ONU, hasta 836.000 personas se han convertido en refugiadas en siete días de guerra. Unicef advierte que cerca de la mitad de las personas refugiadas son menores. El Gobierno ucraniano ha cifrado este miércoles en 2.000 los civiles muertes desde el 24 de febrero.
Vuelve la guerra fría
Al mismo tiempo que los bombardeos suben de intensidad y el asedio de las grandes ciudades se acentúa, la confrontación verbal entre los antiguos bloques de la Guerra Fría ha experimentado una nueva escalada.
En el primer discurso del estado de la Unión de Josep Biden, el presidente de EE UU arremetió contra Vladimir Putin: “No tiene ni idea de lo que viene”. El demócrata asegura que Rusia “pagará el precio” de su invasión, en una guerra entre “la tiranía y la libertad”. El presidente advirtió a Putin, su Gobierno y a los oligarcas de su círculo: “Vamos a ir a por vosotros”. En su discurso anunció la confiscación de bienes en el exterior y el cierre del espacio aéreo de EE UU a los aviones rusos, unas decisiones que ya ha sido anunciada por todos los países de la Unión Europea y Canadá.
En el frente económico, las sanciones ya han llegado a siete bancos rusos, que han sido expulsados del principal sistema SWIFT, la principal herramienta internacional de pagos entre entidades financieras
Además de la congelación de los activos del país en el extranjero, que puede afectar a más de medio billón de dólares, la industria petrolera y gasísticas, que aporta la mitad del PBI también empieza a ser golpeada: este marte la petrolera Exxon Mobil anunció que abandonaba sus proyectos en Rusia, una decisión que afectará especialmente al proyecto de la isla Sakhalin, de un valor de 12.000 millones de dólares.
Ante la caída del rublo en un 30% y el pánico financiero, la bolsa de Moscú sigue cerrada por tercer día consecutivo. El Sberbank, el mayor banco de Rusia, ha abandonado el mercado europeo por las sanciones. Las consecuencias económicas se dejan ver más allá de las fronteras rusas y este miércoles se han registrado pérdidas en casi todas las grandes bolsas del mundo. A la vez, el precio del petróleo ha alcanzado un nuevo récord, rozando los 110 dólares el barril de Brent mientras que el precio del gas alcanza nuevas cotas, después de encarecerse un 50% en un solo día.