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Derechos Humanos
Día sangriento en las protestas contra la junta militar de Myanmar: 18 muertos a manos de los golpistas
Naciones Unidas ha anunciado que al menos 18 personas han muerto este fin de semana en Myanmar como consecuencia del uso de armas por parte del ejército y las fuerzas de seguridad. Las protestas contra la Junta militar que se aupó al poder en un golpe de estado el 1 de febrero se han cobrado asimismo tres decenas de heridos. El digital Frontier señaló que solo el domingo, el día de protestas más intensas desde el 22 de febrero se produjeron 16 muertes aunque se estima que el número puede ser mayor.
Asimismo, las detenciones de manifestantes siguen produciéndose a un ritmo intenso, solo el sábado se produjeron casi 500 arrestos. Las detenciones tras el golpe que elevó al poder al general Min Aung Hlaing —corresponsable del genocidio rohingya— ascenderían a más de 1.300.
Por su parte, la Liga Nacional para la Democracia dirigida por Aung San Suu Kyi, que continúa bajo arresto —y a quien nadie ha visto tras el golpe de comienzos de febrero— toma posiciones para confrontar a la Junta militar en el poder. Partidarios de San Suu Kyi han planteado la conformación de un Gobierno interino que pediría reconocimiento internacional a las potencias occidentales (Estados Unidos, Reino Unido y las propias Naciones Unidas) como manera de reestablecer la democracia interrumpida por el golpe.
El pasado viernes 26 de febrero, el régimen militar anuló oficialmente los resultados de las elecciones de noviembre, en las que San Suu Kyi había revalidado su mayoría, lo que la habría convertido en la presidenta reelecta del país.
Estados Unidos ya ha avanzado que establecerá sanciones económicas al nuevo régimen, que cuenta sin embargo con algo de margen por parte de potencias regionales como Indonesia y Taliandia, que ya han accedido a reunirse con representantes de la Junta. El silencio de China —y de India, envuelto en sus propios problemas de legitimidad— sigue marcando el progreso de un golpe que está lejos de ser aceptado por la población birmana.
El símbolo de las protestas, los dedos índice, corazón y anular extendidos, y el llamamiento de los “cinco doses” o 22222, en base a la fecha de incremento de las protestas (22/2/2021) se impone en las fotografías de unas movilizaciones en las que la juventud está teniendo el protagonismo. Una “huelga nacional” seguida por amplias capas de la población, desde agricultores hasta personal médico, ha debilitado a la Junta militar, y las acciones coordinadas en redes sociales mantienen inestable el golpe. Los bancos permanecen cerrados por falta de personal desde el 8 de febrero