Coronavirus
Falta de rastreadores y datos cuestionables: lo que esconde el milagro de Díaz Ayuso

Todas las miradas están puestas en Aragón y Catalunya, con casi mil contagios diarios, decenas de brotes y los primeros reconfinamientos masivos, pero “¿y si Madrid estuviera en una situación similar o incluso peor?”, se preguntaba en un hilo de Twitter la doctora en medicina regenerativa y periodista Esther Samper. 

Los buenos datos de Madrid, con apenas seis de los 201 brotes que hay en España, esconden una posible mala noticia. Si no se agrupan en brotes, es decir, si no se consigue trazar un vínculo entre los más de 100 nuevos casos detectados por día en la Comunidad de Madrid, si no se consigue establecer cómo se contagiaron y a quiénes pudieron contagiar, se complica la prevención de futuros contagios.

Para tener un brote hacen falta al menos tres casos conectados fuera del ámbito familiar o solo uno en una residencia de ancianos. Sin embargo, los rastreadores con los que cuenta la Comunidad son escasos y no dan abasto, según critican las organizaciones sindicales y plataformas de personal sanitario. Sobre todo cuando se trata de cubrir una población de 6,6 millones de habitantes y un territorio que hace unas pocas semanas era el principal foco de covid-19 en Europa.

Alemania considera que una ratio adecuada son 20 profesionales de rastreo por cada 100.000 habitantes. Si se aplicara esta regla en la Comunidad de Madrid, se necesitarían diez veces más rastreadores para hacer un trabajo efectivo de contención y prevención.

El 13 de mayo, el Gobierno de la Comunidad anunció que se contratarían a 400 rastreadores. Según denunció Comisiones Obreras el 3 de junio, una vez que Madrid pasó de fase, el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, rebajó la promesa a 175 profesionales. De ellos, solo 30 han sido contratados a día de hoy.

La médica y diputada regional de Más Madrid, Mónica García, denunciaba en una entrevista con Europa Press que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso no estaba haciendo lo suficiente para contener una nueva expansión del virus. “¿Cómo es posible que tengamos entre 50 y 100 casos al día y no sepamos dónde están, no sepamos si corresponden a un brote o si los estamos siguiendo?”, se preguntaba esta política, elegida recientemente líder de esta formación.

Mónica García: “Ifema fue una apuesta propagandística”

Alberto Azcárate Sara Plaza Casares

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Sanidad pública

Mónica García: “Ifema fue una apuesta propagandística”

Alberto Azcárate ,  Sara Plaza Casares

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Esta médica anestesista, diputada por Más Madrid, tiene claro que su grupo político cederá ante cualquier coalición para desbancar al PP del poder.

Entre una serie limitada de contagios aislados y la transmisión comunitaria —cuando es mucho más difícil trazar el origen de un contagio, realizar pruebas a todos los casos sospechosos o localizar a sus contactos—, hay una “línea muy fina”, dice García, “tan fina que cuando has pasado eso tienes el desastre sobre la mesa, como ocurrió en marzo”. Para esta diputada regional, la Comunidad “no está poniendo toda la carne en el asador” para evitar el paso a la transmisión comunitaria.

Mónica García, de Más Madrid, acusa al Gobierno regional de no estar haciendo lo suficiente: “No entiendo por qué no hemos contratado a los mil rastreadores que necesitamos para que de cada caso seamos capaces de seguir a todos los contactos. Hay mucho en juego"

“No entiendo por qué no hemos contratado a los mil rastreadores que necesitamos para que de cada caso seamos capaces de seguir a todos los contactos. Y eso no lo estamos haciendo. Necesitamos no el doble, necesitamos diez veces más. Es que nos estamos jugando mucho”, señala García. 

La falta de rastreadores y de información real sobre la situación de la pandemia en la comunidad se ve agravada, según esta diputada y médica anestesióloga, por la falta de transparencia: “Es imposible saber qué está pasando en nuestra sanidad. No sabemos cuántos profesionales han contratado, no sabemos cuáles son las condiciones, no sabemos cuántos rastreadores tenemos. No sabemos nada. Es imposible comprobar qué es lo que está ocurriendo en la Comunidad de Madrid”. 

Una comparación entre los datos de la Comunidad de Madrid y Catalunya de las últimas semanas puede dar algunas claves. En el transcurso de una semana —desde el 10 hasta el 17 de julio—, en Catalunya hubo 2.880 casos diagnosticados y en Madrid, 338. Sin embargo, en esos siete días, la Comunidad de Madrid ha necesitado hospitalizar a 43 personas, frente a las 33 de Catalunya, según los datos del Ministerio de Sanidad.

La periodista Esther Samper ofrece una explicación a este enigma: “Cuando los sistemas de rastreo funcionan mal o son insuficientes, los que nos aportan datos más precisos son las hospitalizaciones de los pacientes de covid-19”. Esto se debe, continúa, a que un porcentaje constante de las personas que se infecta “termina teniendo síntomas graves y estos se detectan fácil porque acuden a los hospitales o centros de salud y muestran síntomas muy obvios que despiertan todas las sospechas y llevan a la realización de PCR”. 

En el transcurso de una semana, en Catalunya hubo 2.880 casos diagnosticados y en Madrid, 338. Sin embargo, en esos siete días, la Comunidad de Madrid ha necesitado hospitalizar a 43 personas, frente a las 33 de Catalunya

“¿Alguien puede explicarme, rastreo aparte, cómo es posible que Madrid tenga más hospitalizados que Catalunya teniendo casi nueve veces menos casos diagnosticados? Mi hipótesis es la siguiente: si Catalunya lo está haciendo mal con el rastreo, Madrid lo está haciendo aún peor”, concluye.

‼️13 de mayo, Aguado exige al Gobierno de España el uso obligatorio de las mascarillas.

‼️18 de julio, la Comunidad de Madrid es la única que aún no ha declarado obligatoria la mascarilla en todos los espacios públicos.

¡Qué fácil es exigir y qué difícil gobernar!👇 pic.twitter.com/TMhLmxlFET

— Diego FS (@DiegoFSRB) July 18, 2020

Mientras tanto, la Comunidad de Madrid sigue siendo, junto con Canarias, las únicas comunidades autónomas donde no es obligatorio el uso de la mascarilla en todos los espacios públicos, a pesar de que el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, así se lo exigió al Gobierno español el pasado 13 de mayo

Desde el 19 de junio, cuando se produjo la primera manifestación por la sanidad pública y contra la gestión de la crisis sanitaria por parte del Gobierno del PP, las movilizaciones no han dejado de crecer. El 13 de junio, los médicos MIR iniciaban una huelga para la mejora de sus condiciones laborales.

Cuando los aplausos no bastan: la primera línea en la lucha contra el covid-19 se rebela

Sara Plaza Casares Martín Cúneo

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Sanidad pública

Cuando los aplausos no bastan: la primera línea en la lucha contra el covid-19 se rebela

Sara Plaza Casares ,  Martín Cúneo

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Personal sanitario va a la huelga en Madrid y País Valencià y plantea paros en otoño en Catalunya, País Vasco y Andalucía.

El 14 de julio, una nueva movilización de colectivos por la sanidad pública pedía frente a la Asamblea la dimisión de Díaz Ayuso y la reversión de las privatizaciones. “Denunciamos la mala gestión e incapacidad política demostradas con evidencias más que dolorosas con el covid haciendo estragos en pacientes, profesionales y usuarios”, señalaron los convocantes, entre los que figuran AME, CC OO, CSIT, CGT, DMD, ADSPM, FRAVM, Marea Blanca, Plataforma Centros de Salud, SIETeSS, SUMMAT y UGT.

Los MIR llenando la Gran Vía de protesta en la segunda semana de huelga. Son mileuristas y llegan a hacer más de 30 horas seguidas. Piden condiciones laborales y de formación dignas. @huelgamirmadrid pic.twitter.com/6dTINDHuhw

— El Salto Madrid (@ElSaltoMadrid) July 20, 2020

Y este 20 de julio, miles de médicos y médicas MIR volvían a manifestarse para recordar que, si no son personal esencial, no se le pueden imponer judicialmente servicios mínimos del 100%. 

“¿Alguien puede explicarme, rastreo aparte, cómo es posible que Madrid tenga más hospitalizados que Catalunya teniendo casi nueve veces menos casos diagnosticados? Mi hipótesis es la siguiente: si Catalunya lo está haciendo mal con el rastreo, Madrid lo está haciendo aún peor”, dice la médica y periodista Esther Samper

Las críticas al Gobierno de Díaz Ayuso por la gestión de la crisis sanitaria se extienden al metro de Madrid. Desde la cuenta @SufridoresMetro, cientos de usuarios llevan semanas denunciando la falta de frecuencia de los trenes y el hacinamiento en los vagones, que hacen imposible respetar la distancia mínima. 

15 minutos atrapados en el tren de @metro_madrid con las puertas cerradas y sin información. Vaya gestión de los servicios públicos @idiazayuso @ignacioaguado @angelgarridog es intolerable y muy peligroso dado el hacinamiento del vagón pic.twitter.com/ZOQ3mnOKG6 vídeo de @APardo1965

— Sufridores del Metro (@SufridoresMetro) July 8, 2020

La mejor contribución de Estados Unidos en la lucha contra el covid-19, escribía el periodista especializado en la pandemia Josep Corbella, en La Vanguardia, es enseñar “lo que no hay que hacer”: reabrir la economía antes de tiempo, subestimar al virus, no tener datos fiables, rechazar las recomendaciones sanitarias o “intentar esconder el virus debajo de la alfombra”, algo que ningún Gobierno ha conseguido, y que el Gobierno regional de Madrid se empeña en hacer, señala. “Después de Barcelona, caerá Madrid”, es el título de esta columna que termina con una advertencia: “Si el diagnóstico precoz es insuficiente, si falla el rastreo epidemiológico, entonces no hay nada que pueda impedir que Madrid siga la misma trayectoria que Barcelona”.