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Centros de Internamiento de Extranjeros
Una antigua cárcel franquista y un centro sin intérpretes: los dos CIE canarios aún abiertos
Interior anuncia el cierre del CIE de Fuerteventura, que ya estaba vacío desde 2012. Así son los otros dos CIE canarios.
El Boletín Oficial del Estado recoge esta mañana la orden ministerial para el cierre definitivo del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Fuerteventura. Este centro llevaba sin admitir reclusos desde el año 2012 debido a su estado de deterioro. Una información de El Diario sacó a relucir que el Gobierno gastaba en este centro 4 millones de euros sin tener actividad; con la decisión de Interior se pone fin a esta situación. Pero en territorio canario aún quedan dos CIE en pleno rendimiento pese a sus malas condiciones denunciadas por migrantes y grupos de apoyo.
Se trata de los CIE de Barranco Seco (en Gran Canaria) y de Hoya Fría (Tenerife), respectivamente con capacidad para 170 personas y para 215 personas. Los grupos anti CIE ponen por delante la incompatibilidad con las normas internacionales de derechos humanos del encierro por una infracción administrativa. Además, internos, profesionales que trabajan sobre el terreno y grupos de apoyo han destacado las malas condiciones de estas infraestructuras, no tan distantes de las que han conducido al cierre definitivo del CIE de Fuerteventura.
Los internos de Barranco Seco a veces “se ven obligados a realizar sus necesidades en garrafas de aguas dado que los trabajadores no abren las celdas para acompañarlos a los baños”
Barranco Seco ha sido muy criticado por los internos y por la Plataforma Canarias Libre de CIE por su mal estado y por la dureza de determinados aspectos de la vida diaria. Este edificio apenas remodelado desde los años 30 fue usado como cárcel durante el Franquismo. Mantiene de esta época, según destaca el informe Frontera Sur 2018, sus “muros gruesos que no aíslan del frío, celdas, rejas, pasillos y un patio carcelario”.
Uno de los aspectos más destacado por la Plataforma Canarias Libre de CIE, a partir del testimonio de los internos, es la dificultad para cumplir una necesidad básica como ir al baño. Estos se encuentran fuera de las celdas (uno en el patio y uno en cada módulo). Este hecho, destaca la Plataforma, hace que las personas internas “por las noches tengan que llamar al personal policial de guardia para poder acceder” a los servicios. La plataforma informa de que “”en varias ocasiones” han recibido denuncias de internos que “se ven obligados a realizar sus necesidades en garrafas de aguas dado que los trabajadores no abren las celdas para acompañarlos a los baños”.
El informe Frontera Sur recoge uno de estos testimonios, el del joven maliense Bubacar Dialla: “Estuve dos meses en el CIE de Barranco Seco y fue muy duro para mí. En un lugar donde no está bien cubierto, hace mucho frío. Por la noche, nos cerraban en las celdas y lo peor era que si querías ir al baño tenías que coger una botella porque los baños estaban fuera y no abrían muchas veces cuando se lo pedíamos”.
Canarias Libre de CIE señala que, en este centro, “los enseres de primera necesidad que se les entrega como ropa y calzado son los mismos durante todo el tiempo de su internamiento, y resultan del todo insuficientes. El calzado no es el adecuado, casi todos van en chanclas de playa, y la mayor parte pasa frío en los pies ya que muy pocos tienen calcetines”. Solo gracias a la presión de Canarias Libre de CIE se consiguió recientemente que las mujeres recibieran un kit básico de higiene personal con compresas suficientes; hasta entonces se las tenían que solicitar constantemente al personal íntegramente masculino del centro. En 2016 y 2017 fueron internadas en Barranco Seco 633 y 426 personas. De ellas, en 2016 fueron deportadas 4, un 0,63% del total.
Uno de los motivos para este bajo porcentaje de deportaciones es la práctica de traslados desde Barranco Seco al CIE de Hoya Fría, en Tenerife. “Durante 2017, la mayor parte (76%) de personas internadas en el CIE de Barranco Seco fueron trasladadas con posterioridad al CIE de Tenerife sin que exista una explicación clara de los motivos”, señala el informe Frontera Sur. Esta práctica tiene una consecuencia práctica, según señalan organizaciones y personal que trabaja sobre el terreno: el interno deja de tener contacto con el abogado de oficio que le atendió en su primer CIE de llegada, una situación que puede tener consecuencias para su expulsión y para el trámite de su solicitud de asilo, en caso de que la haya iniciado.
Esta situación se ve agravada por la inexistencia de un servicio de orientación jurídica en los CIE canarios, similar al existente en Madrid o Barcelona mediante acuerdos con los colegios de abogados. “La existencia de este servicio, acordado con los colegios de abogados/as aumenta las posibilidades de defensa para las personas internas, ya que pueden informar correctamente del proceso de asilo así como comunicarse con sus abogados/as de oficio”.
Además, ninguno de los dos centros garantiza que haya intérpretes, y si los hay, estos con frecuencia no dominan el idioma del interno o de la interna. “Tampoco se tiene en cuenta que, de cara a las mujeres, lo más conveniente sería que la persona encargada de la interpretación fuera una mujer para expresarse libremente acerca de algunos aspectos de su salud o de su situación personal”, señala el informe. Este última circunstancia es importante, dado que estos CIE no cuentan con“mecanismos específicos para la prevención y la protección de mujeres que sean potenciales víctimas de trata, más allá del trabajo que realizan organizaciones sociales externas”.