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Alemania
Rebelión interna en el SPD alemán por el acuerdo con Merkel
El socialdemócrata Schulz trata de vender su acuerdo con Merkel de cara al congreso del SPD del domingo como alternativa a la derechización en Alemania.
El preacuerdo de gobierno en Alemania entre las cúpulas de los conservadores y los socialdemócratas, anunciado el viernes, ya se enfrenta a la oposición de algunas federaciones y a las juventudes del partido socialdemócrata (SPD). El presidente y principal impulsor dentro del partido para reeditar la Gran Coalición con los conservadores, Martin Schulz, tiene por delante la tarea de convencer a los 600 delegados del congreso del SPD del día 21 frente a quienes dudan de la idoneidad del acuerdo para el partido y para Alemania.
Las federaciones de Berlín y Sajonia Anhalt ya se han posicionado en contra de la tercera gran coalición entre conservadores y socialdemócratas, respectivamente con mayorías de 23 frente a 8 y 51 frente a 50. Por su parte, la federación de Renania del Norte-Westfalia ha dado libertad de voto a sus 144 delegados y delegadas en el Congreso. Aunque del encuentro salga un ‘sí’ a apoyar un cuarto mandato de Merkel como canciller, aún tendrán que validarlo en una consulta los 460.000 afiliados del partido.
Pero el protagonista del ‘no’ al a Gran Coalición, difundido con la etiqueta #NoGroKo, es el líder de las juventudes socialistas, Kevin Kühnert. Elegido apenas en noviembre, este joven de 28 años anunció el día anterior del acuerdo una gira por todas las federaciones para promover el ‘no’, algo que ha hecho moverse de su asiento al propio Martin Schulz, que se ha centrado en convencer al 25% de los delegados totales, procedentes del Estado de Renania del Norte-Westfalia.
Al margen de consideraciones tácticas -el SPD registró en septiembre sus peores resultados tras dar apoyo a Merkel en dos ocasiones- puntos negativos para los ‘jusos’ son la renuncia a subir los impuestos a las rentas altas y la ausencia de medidas para construir un seguro público de sanidad, tradicional falla del Estado social alemán. Las juventudes del partido cuentan con 70.000 miembros considerados activos.
En Renania del Norte-Westfalia, corazón de la vieja Alemania industrial considerado como una plaza fuerte de los socialdemócratas, el SPD perdió 600.000 votos en las elecciones regionales de mayo, una sangría que benefició especialmente a la propia CDU (140.000 votos suyos procedieron del SPD), pero también a su izquierda (Die Linke se llevó 30.000 votos del partido de Schulz) y a la extrema derecha de AfD, que arañó otros 30.000 sufragios a los socialdemócratas. En las generales, la proporción de votos resultó muy similar a la registrada en el conjunto del país, con un SPD en segundo lugar que sólo logró el 26% de las papeletas y una extrema derecha en tercer lugar que acarició el 10%.
Schulz basa su argumentación para convencer a las bases en que sólo una presencia socialdemócrata en el Gobierno garantiza que se detiene la derechización rampante de la política institucional y, a medio plazo, del electorado. Si lo hace, es a través de una seria limitación de la llegada de inmigrantes y refugiados, que se encuentra en el acuerdo de Gobierno firmado por Schulz con un tope anual de un máximo de 220.000, tal y como querían la CDU y sus socios bávaros 'socialcristianos'- de la CSU.
Se puede aguar la fiesta de Merkel/Macron en Davos
La incertidumbre puede tener un primer efecto en la agenda de la canciller, con el apellido “en funciones” desde hace ya más de 100 días. Tres días después del congreso del SPD comienza el foro de Davos, donde Merkel tiene previsto un golpe de efecto anti Trump junto con el presidente francés, Emmanuel Macron. Merkel lleva sin acudir a este foro dos años, y su presencia este año se ha anunciado como momento de escenificación de un nuevo impulso a la Unión Europea.La ocasión de sacar a relucir los supuestos valores liberal-democráticos de este eje franco alemán –frente al unilateralismo y el dogmatismo del presidente de EE UU– quedará deslucida, si es que llega a producirse, con un ‘no’ de los delegados socialdemócratas que prolongue la inestabilidad en Alemania.
Y aún con un ‘sí’, es posible que el domingo se imponga el término medio preferido por otros dirigentes socialdemócratas: un apoyo a Merkel con el compromiso de un nuevo voto de confianza a mitad de la legislatura. Demasiadas incógnitas para la primera comparecencia en tres años de la canciller al exclusivo foro suizo de mandatarios y ejecutivos mundiales.