Opinión
Infiltrados en la democracia

Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Pablo Elorduy
14 may 2024 13:45

El octavo caso destapado de infiltración policial en los movimientos sociales en los dos últimos años confirma las sospechas de que ha existido un programa de esta clase surgido del Ministerio de Interior con el más que probable objetivo de “formar” a agentes en situaciones de espionaje. Curtirlos en una práctica que exige control mental, templanza y altas dosis de disociación afectiva y personal en entornos aparentemente “suaves”. 

La perversidad de la práctica es más evidente cuando estos agentes y estas agentes inician o buscan relaciones sexoafectivas con militantes de los espacios a los que espían, pero la vulneración de derechos y la huella emocional dejada por estas tácticas se extienden a muchas más personas, afectan a colectivos enteros y extienden la paranoia —otro objetivo no menor de la práctica— entre militantes.

El caso del infiltrado ‘Dani’ en Barcelona, en el que por primera vez se produjo una denuncia de seis víctimas por delitos de abusos sexuales, contra la integridad moral, de revelación de secretos y de impedimento del ejercicio de derechos cívicos, pone de relieve no solo la ilegitimidad sino la más que posible criminalidad de unas prácticas que, hasta esta última fase, los movimientos sociales y políticos daban por segura, pero que no habían podido desvelar en toda su crudeza.

Policía
Policía La respuesta de Interior a diez preguntas sobre los policías infiltrados
Desde que, en el último año y medio, haya destapado seis casos de infiltración de agentes en los movimientos sociales, el Ministerio de Interior apenas ha dado información, pese a que implícitamente ha reconocido los hechos.


Aun así, falta mucho para que esta práctica sea desterrada del repertorio policial. Las respuestas del Ministerio de Interior, las pocas veces que Fernando Grande-Marlaska se ha referido a ello, y el vago argumento de que “de producirse” se estarían realizando “bajo orden judicial” —y esas órdenes conducen a un laberinto de justificaciones que acaba en la persistente Ley de Secretos Oficiales de origen franquista—, muestran la nula voluntad política de erradicar un tipo de actuación que señala nítidamente una grave falta de democracia, en cuanto afecta a derechos fundamentales como el de la libertad de reunión y el derecho a la intimidad.

Por cuestión de cronología, todo indica que la hornada de agentes “de inteligencia” —como les gusta llamarlos a los mandos de Interior— procede de los gabinetes del Partido Popular, pero no cabe duda de que el PSOE, jugando su papel habitual de “partido del orden”, y concretamente Grande-Marlaska, no ha hecho nada por retirar a estos agentes. Interior no ha emitido ninguna señal que declare la intención de revertir estas prácticas y Marlaska ha defendido el “buen nombre” de estos agentes, por cierto, igual que el juez que exoneró al agente acusado de abusos sexuales sin mostrar ninguna consideración por sus víctimas.

Siguen siendo ultras por más que hayan pasado años, concretamente 46 desde la aprobación de la Constitución Española

Los argumentos habituales suenan ya a excusas. Se dice que la potestad para la infiltración obedece a un mandato destinado a salvarnos de “los malos”, y se refieren siempre los mismos supuestos: terrorismo, pederastia, narcotráfico, pero lo cierto es que lo que hemos visto en estos últimos años es a jóvenes salidos de la escuela de la policía investigando y espiando a otros jóvenes que se asamblean, que pintan pancartas, ayudan a parar desahucios, socializan, se manifiestan y protestan.

Incluso en el caso de que se planeen acciones de desobediencia civil o disturbios, el dispositivo de espionaje está injustificado en términos de ejercicio democrático: hay que recordar la vieja frase de que el pensamiento no delinque y explicar que la policía precog —la que resuelve crímenes antes de que se produzcan— es materia de ciencia ficción, especialmente si se quiere mantener la habitual retórica sobre el Estado de derecho. Tampoco se recuerdan, por ejemplo, procesos recientes en los que los testimonios de los agentes infiltrados hayan sido claves para la detección de un delito y, sin embargo, sí se han dado referencias de la incitación a cometerlos por parte de estos agentes encubiertos, algo contemplado en el Código Penal.

En el último caso, destapado hoy por El Salto, el agente ‘Juancar’, infiltrado en Distrito 14, un colectivo de apoyo mutuo de Moratalaz, se comunicó con sus víctimas una vez se le hizo saber que se le había detectado. Entre amenazas veladas y poco veladas, añadió una frase “sigo siendo ultra por mucho que hayan pasado dos (sic) años”. Sea verdad o una bravata, el mensaje es revelador en cuanto denota la ideología que subyace en estas prácticas. No serían justificables si se tratase de agentes formados en democracia, pero no se trata de eso, sino de la extensión de una cultura del enemigo interno que es la que subyace detrás de esta práctica, y que es atribuible no solo a estos jóvenes agentes, meritorios en busca de ascensos, suplementos salariales y quien sabe si destinos en los servicios secretos, si no a los mandos que los forman y les asignan destinos. Siguen siendo ultras por más que hayan pasado años, concretamente 46, desde la aprobación de la Constitución Española.

Es urgente que los partidos políticos se tomen en serio estas informaciones. Es especialmente importante que lo haga Sumar, socio de Gobierno de Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska, y es clave que la sociedad civil organizada no deje de reclamar el final de estas prácticas, injustificables por mucho que se sobrevaloren las amenazas por parte de la Policía y del Ministerio de Interior, por mucho que la ficción y no ficción audiovisual haya instalado un imaginario romántico sobre los infiltrados.

Pero, por último, también es imprescindible que comience a infiltrar pensamientos democráticos entre los propios agentes. Una modesta proposición es infiltrar a personas que respetan los derechos humanos y los derechos fundamentales en las escuelas de formación policial que detecten e informen sobre los agentes y los mandos que ponen en marcha programas con potencial criminal. Quizá eso señale a los elementos que, aunque pasen los años, siguen siendo ultras.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Brutalismo supremacista libertariano
Reflexiones sobre la cumbre de Madrid en la que se reunieron los líderes mundiales del capitalismo gore y formación del Anthropos 2.0.
Genocidio
Tribuna 18 noches en el lado correcto de la historia
VV.AA.
Entre infantilizaciones y denuncias de radicalización, desde la Acampada por Palestina de Madrid reclamamos con voz propia una ruptura de relaciones con Israel.
Sindicatos
Sindicatos Los convenios estatales, autonómicos y provinciales articulan una protección laboral en cascada
CCOO defiende la articulación de los convenios estatales, autonómicos, provinciales y de empresa para dar cobertura a todas las personas trabajadoras de todos los sectores.
Javier Gallardo Vía
16/5/2024 18:14

Solo cita usted a PP y PSOE. Pero según lo que usted cuenta, también tuvo la aquiescencia de Sumar y Podemos, en su día, siendo parte del Gobierno; parece (pero no se dice).

1
0
#103762
15/5/2024 18:25

Defensa, Interior y Justicia parecen regirse fuera de los cauces democráticos, y si el corporativismo no alcanza para ocultar sus montajes, siempre tienen la zona de impunidad que se conceden con los "Secretos de Estado". Si en los manuales de las FFSS y FFAA se dicta que la OTAN es maravillosa, por ejemplo, ya no se enseña que la disidencia es democrática y permisible, sino todo lo contrario. Si, hay que revisar los temarios y los objetivos de la actuación de la Brigada de Información policial.

0
0
Palestina
Palestina Activistas reclaman al Gobierno español: el reconocimiento del Estado palestino no acabará con el genocidio
Decenas de personas han toman el vestíbulo de Atocha en protesta por la intensificación de los bombardeos de las FDI sobre la población civil y ven inutilidad en el reconocimiento de Palestina como Estado si acciones reales contra Israel.
Palestina
Genocidio España reconoce el Estado palestino y reafirma su amistad con Israel a pesar del genocidio en Gaza
Pese a que el gesto de España, Irlanda y Noruega ha sido bienvenido por las autoridades palestinas, la última semana ha puesto en evidencia la voluntad sionista de arrasar con cualquier posibilidad de un Estado palestino real.
Sumar
Propuesta de Sumar España es uno de los siete países de la Unión Europea sin prestaciones universales para la crianza
Todos los países del norte y el centro de la Europa de los 27 tienen ayudas para la crianza, que van desde los casi 50 euros mensuales en Eslovaquia, Letonia y Bulgaria a la 'Kindergeld' de Alemania (250 euros) y los 373 euros de los Países Bajos.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Bebés robados
Bebés Robados La ley de bebés robados vuelve al Congreso por tercera vez
Siete años después de su primera entrada en la cámara, la propuesta de ley para la investigación del robo de bebés durante el franquismo y los primeros años de la democracia será tramitada de nuevo gracias a la lucha de las asociaciones.
Opinión
Opinión Brutalismo supremacista libertariano
Reflexiones sobre la cumbre de Madrid en la que se reunieron los líderes mundiales del capitalismo gore y formación del Anthropos 2.0.
Actualidad LGTBIQ+
Derechos LGTBI+ Las asociaciones LGTBI+ dejan la organización del Gay Games en València
La Fundació València Diversitat, Lambda, Avegal y Dracs acusan a PP y Vox de secuestrar el proyecto y de aplicar políticas de recorte de derechos LGTBIQ+.
Genocidio
Genocidio La Unión Europea convocará a Israel para evaluar el acuerdo preferencial por la violación de derechos humanos
El Consejo de la Unión Europea envía una señal de advertencia al régimen de Netanyahu después de que la Corte Internacional de Justicia pidiera el fin inmediato de la campaña de exterminio en Rafah.

Últimas

Genocidio
Lucha contra el genocidio Acampada en la Universidad Complutense: las esporas del 15M que han germinado por Palestina
Estudiantado organizado de manera asamblearia que ya suma 500 tiendas de campaña desafía al consejo de rectores madrileños y promete resistir hasta que se rompan relaciones con Israel.
Mugimendu Sozialista
Mugimendu Sozialista Bernardo Atxaga y Joseba Sarrionandia censuran el veto a GKS en las txosnas de Bilbao y Gasteiz
Los escritores se adhieren a una lista de 150 artistas, entre los que están Fermin Muguruza o Itziar Ituño, para reclamar que “la participación en las fiestas populares sea un derecho universal”
Más noticias
Sidecar
Sidecar Nación favorecida: anatomía del vínculo anglo-estadounidense
El lento crecimiento económico de la economía británica registrado desde 2008 contrasta con el vertiginoso aumento de los beneficios obtenidos en el país por las empresas tecnológicas estadounidenses.
Investigación
Investigación Un cargo de Sumar se llevó seis millones para gestionar una residencia pública con una empresa con cinco días de antigüedad
Una de las personas clave de Yolanda Díaz en Galicia, Iván Olmos, recibió de su madre la concesión tras ganar un concurso millonario del Ayuntamiento de Verín (PSOE) al que solo se presentó ella para gestionar un centro de día durante 15 años.
Memoria histórica
Laura Muñoz Encinar “La arqueología es un escenario para discutir temas conflictivos en la memoria colectiva”
Laura Muñoz Encinar, arqueóloga forense y antropóloga, dirige ‘Des-Alambrar’, un proyecto pionero que investiga los campos de concentración franquistas a través del estudio arqueológico y las huellas que quedan de su pasado.
Fútbol
Bilbao El buen fútbol: el que gana y sana
53.479 aficionadas abarrotaron San Mamés. Lejos quedan los 1.200 aficionados que acudieron a la primera final europea que el equipo jugó o los documentales que prefería emitir la televisión antes que retransmitir un partido del equipo femenino.

Recomendadas

Inteligencia artificial
Inteligencia artificial IA y crisis climática: las grandes tecnológicas escogen España para instalar sus gigantescos centros de datos
El boom de la IA ha disparado las necesidades de computación de los centros de datos y su consumo de agua. Las grandes tecnológicas buscan nuevas regiones para instalarlos. España entre ellos.
Unión Europea
Fronteras La ultraderecha prepara su asalto al Parlamento Europeo capitalizando el discurso antiinmigración
Las encuestan apuntan a una mayor representación en la Eurocámara de los dos espacios políticos de extrema derecha, mientras los países que demandan un endurecimiento del Pacto de Migración y Asilo son mayoría.
Memoria histórica
Eduardo Pérez “Quería recordar a las mejores generaciones que han pasado por España”
El periodista Eduardo Pérez, colaborador habitual de El Salto, firma ‘Contigo empezó todo’ un libro que rescata 30 momentos estelares de la otra historia de España, olvidada, silenciada y vilipendiada por el relato oficial.
Albania
Turistificación La otra cara de la Riviera Albanesa
La apuesta del Gobierno albanés de poner el futuro económico en manos del sector turístico está llevando a una masificación del sector que se traduce en la degradación del medio ambiente y un fuerte encarecimiento de la vivienda.