Energía nuclear
Átomos para la Paz nunca fue el plan

Los primeros reactores estaban destinados principalmente a la producción de plutonio.
Centrales nucleares
Beyond Nuclear International
26 feb 2024 02:30

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.

Átomos para la Paz sonaba bien. Pero, en el mejor de los casos, era una fantasía y, en el peor, una mentira. Átomos para la paz nunca fue la intención. Átomos para la guerra, como se vio después, se estaba gestando en el trasfondo incluso antes de que Dwight Eisenhower llegara a la presidencia de Estados Unidos.

Tras desechar sumariamente el informe de la Comisión Paley entregado a su predecesor, el presidente Truman, y que abogaba por que Estados Unidos eligiera la vía solar para la expansión energética, Eisenhower adoptó un informe muy diferente. En 1953, la Comisión de Energía Atómica (AEC) entregó una serie de estudios sobre la tecnología de los reactores nucleares realizados por cuatro grupos de empresas de la industria privada.

En la portada del informe figura una conocida galería de pícaros de corporaciones, entre ellas Dow, Monsanto y Bechtel. Estos informes, una iniciativa de las propias empresas, tenían por objeto encontrar la manera de incorporar la industria privada al sector de la energía nuclear. Hasta ahora, el sector nuclear -casi totalmente centrado en las armas, por supuesto- estaba firmemente bajo el control del gobierno y el ejército.

Tras desechar sumariamente el informe de la Comisión Paley entregado a su predecesor, el presidente Truman, y que abogaba por que Estados Unidos eligiera la vía solar para la expansión energética, Eisenhower adoptó un informe muy diferente.

¿De quién fue la idea? Dice la AEC:

“En consecuencia, cuando el Dr. Charles A. Thomas, de Monsanto Chemical Co., propuso en el verano de 1950 que la industria podría con su propio capital diseñar, construir y explotar reactores nucleares para la producción de plutonio y energía, la AEC consideró con interés la sugerencia.”

Plutonio y energía. Nótese qué fue primero.

En poco tiempo había cuatro grupos compitiendo por presentar la mejor propuesta para un reactor de doble propósito -así lo llamaban- que fabricaría plutonio para el sector de armamento nuclear y, oh sí, como subproducto, también generaría electricidad.

Este fue un requisito previo, directamente de la AEC. Incluso si Dow y Monsanto y otros hubieran querido simplemente explorar el uso de la energía nuclear para la generación de electricidad, la AEC exigió que los diseños que consideraría fueran: “no necesariamente los que se habrían seleccionado si los estudios se hubieran orientado hacia reactores sólo de potencia, en los que el plutonio producido sólo tuviera valor como combustible”. Tenían que ser de doble uso.

Y aunque los cuatro grupos consideraron que los reactores de doble finalidad eran técnicamente viables, todos estuvieron de acuerdo en que: “no podría construirse en un futuro muy próximo ningún reactor que fuera económico basándose únicamente en la generación de energía”.

Antieconómico, entonces, y todavía hoy.

Los cuatro grupos de empresas habían terminado sus informes en el verano de 1952. Así que, incluso cuando el gobierno de Truman encargó y presentó la Comisión Paley al Congreso -que había señalado que la energía nuclear tenía una utilidad limitada-, entre bastidores, la AEC y esta cábala de la industria privada ya estaban tratando de cimentar un esquema que legitimara la energía nuclear dándole un doble propósito, el más importante de los cuales era su papel en la construcción del arsenal de armas nucleares de Estados Unidos.

Esta determinación, de vincular la tecnología de los reactores nucleares civiles y militares; de decir que la tecnología de los reactores debía servir principalmente para producir plutonio; dio efectivamente a la energía nuclear un asiento inamovible en la mesa de la energía.

Y todo esto eclipsó y suplantó el desarrollo de las energías renovables, a pesar de lo que había recomendado la Comisión Paley, porque, por supuesto, las energías renovables no tenían ninguna utilidad para el sector militar.

Y todo esto eclipsó y suplantó el desarrollo de las energías renovables, a pesar de lo que había recomendado la Comisión Paley, porque, por supuesto, las energías renovables no tenían ninguna utilidad para el sector militar.

Ninguno de los reactores presentados por los cuatro grupos en el informe de la AEC llegó a construirse. De hecho, nunca se construyó en Estados Unidos ningún reactor comercial de propiedad civil que adoptara el concepto dual de producción de energía y producción de plutonio.

En cambio, Estados Unidos ya estaba abriendo el camino para que la industria privada desarrollara, poseyera y explotara centrales nucleares comerciales con el fin de generar electricidad. De este modo, ya no era necesario seguir la vía de los reactores de doble finalidad.

Si se hubiera seguido la vía de la Comisión Paley y Estados Unidos hubiera decidido liderar el mundo en energía solar, quizá no hubiéramos tenido cambio climático.

En lugar de eso, conseguimos Átomos para la Paz y la energía nuclear conservó su puesto en la mesa de las armas nucleares. No porque fuera la opción más económica, más abundante y más sostenible para la producción de energía. No lo era. Sino por ese caché especial: su conexión con las armas nucleares. A pesar del orgullo nacional de entonces por Átomos para la Paz, fue un paso fatal en la dirección equivocada, que sumió al país en enormes costes y un enorme inventario de residuos radiactivos.

La conexión entre la energía nuclear y las armas nucleares sigue intacta, cimentada en el Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), concretamente, en el Artículo IV que dice: “Nada de lo dispuesto en el presente Tratado se interpretará en el sentido de afectar al derecho inalienable de todas las Partes en el Tratado a desarrollar la investigación, la producción y la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos”.

Lamentablemente, estas palabras fueron tomadas textualmente e insertadas en el por lo demás excelente Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

El artículo IV del TNP incluso fomenta el desarrollo de la energía nuclear en “los Estados no poseedores de armas nucleares que sean Partes en el Tratado, teniendo debidamente en cuenta las necesidades de las regiones en desarrollo del mundo”.

Así, cuando un país no poseedor de armas nucleares firma el Tratado, declarando así que no desarrollará armas nucleares, su recompensa no es sólo el permiso, sino el estímulo para desarrollar la energía nuclear, independientemente de las necesidades energéticas, el clima, la demografía, la topografía o la volatilidad política de ese país.

Así, cuando un país no poseedor de armas nucleares firma el Tratado, declarando así que no desarrollará armas nucleares, su recompensa no es sólo el permiso, sino el estímulo para desarrollar la energía nuclear, independientemente de las necesidades energéticas, el clima, la demografía, la topografía o la volatilidad política de ese país.

Así, tenemos un país como Arabia Saudí -junto con otros de la cada vez más volátil región de Oriente Medio- ansioso por desarrollar la energía nuclear. El argumento de Arabia Saudí es que esto le permitirá exportar más petróleo en lugar de quemarlo, reduciendo así sus emisiones de carbono. Todo bueno para el cambio climático, dice. Pero si Arabia Saudí necesita realmente una fuente de energía propia, ¿por qué iba a embarcarse en un programa largo, lento y caro de construcción de centrales nucleares? Seguramente un lugar soleado y ventoso como Arabia Saudí estaría desarrollando energía solar y eólica si de verdad se tratara de las necesidades de electricidad.

Es bastante obvio por qué Arabia Saudí quiere energía nuclear. Al menos abre la opción de un camino hacia las armas nucleares, y envía un mensaje a sus enemigos en esa región -sobre todo a Irán- sobre esa capacidad para hacerlo.

Permitir el “derecho inalienable” a la energía nuclear deja el puente levadizo del castillo de la paz perpetuamente bajado, una invitación abierta a los merodeadores para que carguen con los medios para desarrollar armas nucleares. Lo que empezó como una mala idea en 1953 no debería consagrarse en leyes destinadas a hacer del mundo un lugar libre de armas nucleares.

Traducción de Raúl Sánchez Saura. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Centrales nucleares
Nucleares Cuando una nuclear cierra
El cierre de centrales nucleares es común, con 213 ya cerradas y solo 60 en construcción. Desmantelarlas es complejo, como en Almaraz I, cuyo proceso iniciará antes de 2027.
Energía nuclear
Corrupción ¿Más corrupción nuclear?
Georgia se suma a la lista de Estados que actúan en contra de los intereses de los contribuyentes.
Euskal Herria
Euskal Herria El ‘Triángulo de las Bermudas’ de los fondos Next Generation engulle la transición ecosocial
Cubren el 18% de la inversión de Mercedes en Araba: 185 de 1.000 millones de euros para empezar a fabricar furgonetas eléctricas al alcance de bolsillos pudientes. Los Next Generation están condicionados a contrarreformas y una deuda mutualizada.
Turismo
Vivienda y turismo De Canarias a Baleares pasando por Cantabria: la lucha por la supervivencia en los archipiélagos del turismo
Las movilizaciones contra los pisos turísticos, la masificación y un modelo enfocado al turismo que ha chocado con sus límites recorre todo el territorio, desde Canarias a Baleares, pasando por Catalunya, Madrid, País Valencià y la costa cantábrica.
Palestina
Palestina Activistas reclaman al Gobierno español: el reconocimiento del Estado palestino no acabará con el genocidio
Decenas de personas han toman el vestíbulo de Atocha en protesta por la intensificación de los bombardeos de las FDI sobre la población civil y ven inutilidad en el reconocimiento de Palestina como Estado si acciones reales contra Israel.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Palestina
Genocidio España reconoce el Estado palestino y reafirma su amistad con Israel a pesar del genocidio en Gaza
Pese a que el gesto de España, Irlanda y Noruega ha sido bienvenido por las autoridades palestinas, la última semana ha puesto en evidencia la voluntad sionista de arrasar con cualquier posibilidad de un Estado palestino real.
Sumar
Propuesta de Sumar España es uno de los siete países de la Unión Europea sin prestaciones universales para la crianza
Todos los países del norte y el centro de la Europa de los 27 tienen ayudas para la crianza, que van desde los casi 50 euros mensuales en Eslovaquia, Letonia y Bulgaria a la 'Kindergeld' de Alemania (250 euros) y los 373 euros de los Países Bajos.
Bebés robados
Bebés Robados La ley de bebés robados vuelve al Congreso por tercera vez
Siete años después de su primera entrada en la cámara, la propuesta de ley para la investigación del robo de bebés durante el franquismo y los primeros años de la democracia será tramitada de nuevo gracias a la lucha de las asociaciones.
Opinión
Opinión Brutalismo supremacista libertariano
Reflexiones sobre la cumbre de Madrid en la que se reunieron los líderes mundiales del capitalismo gore y formación del Anthropos 2.0.

Últimas

Actualidad LGTBIQ+
Derechos LGTBI+ Las asociaciones LGTBI+ dejan la organización del Gay Games en València
La Fundació València Diversitat, Lambda, Avegal y Dracs acusan a PP y Vox de secuestrar el proyecto y de aplicar políticas de recorte de derechos LGTBIQ+.
Genocidio
Genocidio La Unión Europea convocará a Israel para evaluar el acuerdo preferencial por la violación de derechos humanos
El Consejo de la Unión Europea envía una señal de advertencia al régimen de Netanyahu después de que la Corte Internacional de Justicia pidiera el fin inmediato de la campaña de exterminio en Rafah.
Genocidio
Lucha contra el genocidio Acampada en la Universidad Complutense: las esporas del 15M que han germinado por Palestina
Estudiantado organizado de manera asamblearia que ya suma 500 tiendas de campaña desafía al consejo de rectores madrileños y promete resistir hasta que se rompan relaciones con Israel.
Más noticias
Mugimendu Sozialista
Mugimendu Sozialista Bernardo Atxaga y Joseba Sarrionandia censuran el veto a GKS en las txosnas de Bilbao y Gasteiz
Los escritores se adhieren a una lista de 150 artistas, entre los que están Fermin Muguruza o Itziar Ituño, para reclamar que “la participación en las fiestas populares sea un derecho universal”
Sidecar
Sidecar Nación favorecida: anatomía del vínculo anglo-estadounidense
El lento crecimiento económico de la economía británica registrado desde 2008 contrasta con el vertiginoso aumento de los beneficios obtenidos en el país por las empresas tecnológicas estadounidenses.
Investigación
Investigación Un cargo de Sumar se llevó seis millones para gestionar una residencia pública con una empresa con cinco días de antigüedad
Una de las personas clave de Yolanda Díaz en Galicia, Iván Olmos, recibió de su madre la concesión tras ganar un concurso millonario del Ayuntamiento de Verín (PSOE) al que solo se presentó ella para gestionar un centro de día durante 15 años.

Recomendadas

Inteligencia artificial
Inteligencia artificial IA y crisis climática: las grandes tecnológicas escogen España para instalar sus gigantescos centros de datos
El boom de la IA ha disparado las necesidades de computación de los centros de datos y su consumo de agua. Las grandes tecnológicas buscan nuevas regiones para instalarlos. España entre ellos.
Unión Europea
Fronteras La ultraderecha prepara su asalto al Parlamento Europeo capitalizando el discurso antiinmigración
Las encuestan apuntan a una mayor representación en la Eurocámara de los dos espacios políticos de extrema derecha, mientras los países que demandan un endurecimiento del Pacto de Migración y Asilo son mayoría.
Memoria histórica
Eduardo Pérez “Quería recordar a las mejores generaciones que han pasado por España”
El periodista Eduardo Pérez, colaborador habitual de El Salto, firma ‘Contigo empezó todo’ un libro que rescata 30 momentos estelares de la otra historia de España, olvidada, silenciada y vilipendiada por el relato oficial.
Albania
Turistificación La otra cara de la Riviera Albanesa
La apuesta del Gobierno albanés de poner el futuro económico en manos del sector turístico está llevando a una masificación del sector que se traduce en la degradación del medio ambiente y un fuerte encarecimiento de la vivienda.